jueves, 29 de septiembre de 2016

Críticas a Google y WhatsApp por invasión a la privacidad

Son gratis, pero pueden costar caro
Uno guarda las conversaciones de los usuarios y el    otro los obliga a compartir sus datos de Facebook. 

La red social de Mark Zuckerberg compró WhatsApp en 2014 por 20.000 millones de dólares. (AP Photo/Patrick Sison, File)
La red social de Mark Zuckerberg compró WhatsApp en 2014 por 20.000 millones de dólares. (AP Photo/Patrick Sison, File)

Hubo una época de expansión en los servicios de mensajería de Internet que todo era un obsequio desinteresado. Pero la etapa de generosidad llegó a su fin y ahora buscan obtener algún rédito de semejante inversión. En su última actualización, WhatsApp obliga a aceptar su política de compartir los datos con Facebook. En caso de no ser aceptado, dejará de funcionar. Mientras que Google presentó Allo, un atractivo mensajero que guarda la información del usuario en forma indefinida.
Todo parece indicar que el ultimátum dejó ser una amenaza para convertirse en una realidad. En agosto se entregaba un plazo de 30 días para aceptar las nuevas condiciones. Aquel que todavía no dio la aprobación se quedará sin poder hablar con sus contactos, al menos desde WhatsApp. Un detalle que aprovechan los perseguidores inmediatos como Telegram o Facebook Messenger.
A estos episodios que atentan contra la privacidad, se le suma un pedido de la Comisión de Protección de Datos de Hamburgo quien, a raíz del cambio en las condiciones de uso del servicio de Whatsapp anunciado en agosto, determinó que Facebook no tuvo una aprobación efectiva de los usuarios del servicio de mensajería y que tampoco existe una base legal de recepción de datos.
Cuando en octubre de 2014 Facebook puso sobre la mesa 22.000 millones de dólares para comprar WhatsApps, ambas partes habían asegurado públicamente que los datos no los compartirán entre ambas plataformas. Pero el soplo de la promesa duró dos años.
Con una rueda de polémica mucho más reducida, Google oficializó Allo, una especie de WhatsApp 'inteligente' cuya novedad más destacada son las respuestas y recomendaciones automáticas que realiza su algoritmo.
El problema es que para ofrecer esta función tuvo que renunciar a sus promesas de privacidad. Todos los mensajes que se envíen sin activar el 'modo incógnito' quedan almacenados de forma permanente hasta que el usuario los elimina.
“Con Allo hemos trabajado en base a nuestra experiencia en la inteligencia artificial para crear una aplicación de mensajería que mejora con el tiempo, ayuda a hacer las cosas más rápido y de forma más fácil. Esto le permite al usuario hacer planes, acceder a información, expresarse libremente y usar el chat de manera integral, para resolver muchas cosas desde una misma pantalla” respondió a Clarín Florencia Sabatini, gerente de comunicación de Google Argentina.
Esa es la estrategia que utiliza Allo para recomendarle al usuario lo que podría querer, todo lo hace leyendo los mensajes que envió a sus contactos. Esas recomendaciones, de restaurantes cercanos a casa o a la oficina, podrían ser publicidades pagas de los dueños del restaurante.
Por este detalle no menor, muchos expertos cuestionaron esta decisión. Entre ellas, la del exanalista de la CIA Edward Snowden, que ha criticado la nueva aplicación y ha recomendado el uso de alternativas como Signal.
“Nuestro enfoque es simple: el historial de chat se guarda hasta que el propio usuario decide eliminarlo. En Allo es posible borrar mensajes individuales o conversaciones enteras. También desarrollamos un modo incógnito para entregar el control si alguien quiere que sus mensajes sean encriptados de punta a punta desde el primer momento utilizando las opciones de configuración” indicó Sabatini .

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