En una entrevista con Efe en Miami, el exboxeador, de 55 años y que se mantuvo invicto durante casi 14 años y más de 90 peleas, aseguró que lo más difícil que encaró durante su vida fue el levantarse de las adicciones que sufrió y de las que ahora, afirma, está "limpio".
"Lo difícil no es caer, sino levantarse. Ese es el mensaje que le dejo a la juventud", sostuvo Chávez, quien en parte por eso autorizó la realización de la serie que emitirá Telemundo a partir del próximo 7 de noviembre.
Agregó que se halla en una cruzada por ayudar a personas con problemas de adicción y alcoholismo, para que "reconstruyan su vida y vuelvan a la sociedad, para que convivan con su familia, porque al final eso es lo más importante", señaló el deportista, quien colgó los guantes tras 25 años de carrera.
Con una infancia marcada por la pobreza, Chávez mencionó que hay que estar "mentalmente preparado" para no caer y buscar, como le ocurrió a él, las cosas "más tontas y estúpidas", como son el alcohol y las drogas.
"Aún teniéndolo todo en la vida, fama, dinero y mujeres, cosas que yo tuve a manos llenas, busqué la cosa más tonta y estúpida, la adicción", lamentó Chávez, quien a renglón seguido aseguró que "venir de la pobreza no es fácil, como tampoco lo es la fama y que de repente te lleguen millones de dólares".
El exdeportista, que obtuvo el Récord Guiness en 2014 por el mayor número de peleas ganadas en un campeonato mundial de boxeo, agregó que hay que rodearse de "gente positiva, constructiva, que te dé buenos consejos y te sepa guiar" en la vida, en la que existen otras prioridades, como "estar sano y llevar una vida ejemplar y de calidad".
Chávez ha asegurado en numerosas ocasiones que durante su mejor época como boxeador, en la década de 1990, llegó a conocer a "gente en todos los niveles sociales", incluso narcotraficantes, como los Arellano Félix, Amado Carrillo Fuentes, el "Señor de los cielos", y Juan José Esparragoza Moreno, "el Azul", quienes buscaron una foto con él.
En un capítulo amargo de su vida, el boxeador debió afrontar el asesinato de su hermano, Rafael Chávez, quien atendía dos inmuebles para adictos al alcohol y las drogas, y fue asesinado a balazos el pasado mes de junio en Culiacán, en el estado mexicano de Sinaloa.
Al profundizar en el tema de sus adicciones, el exboxeador reconoció que le llevaron a una situación de destrucción, en la que perdió a su familia, su dinero y cosas materiales, pero sobre todo cosas "morales", sin querer entrar en más detalles.
Preguntado por "El César", la serie biográfica interpretada por el actor Armando Hernández, con la que se dará a conocer las luces y sombras de la vida del boxeador, el mexicano indicó que en un principio se opuso "rotundamente" a esta idea porque no quería que se "ventilara" su vida personal.
Sin embargo, convencido por su familia, Chávez dio el visto bueno a esta producción dramática, ya que es un "proyecto para concienciar a la gente y hacerles ver que se puede vivir sin excesos".
"Conté mi historia, pero fueron muchos allegados a mí, que estuvieron en mis peores y mis mejores momentos, quienes hablaron con los productores y creadores de 'El César'", dijo Chávez, quien reconoció que en la producción televisiva habrá cosas que no le van a gustar y hasta "incomodar".
Aún así, el excampeón defendió que las situaciones que se mostrarán en la serie son "experiencias de vida" para las nuevas generaciones, por lo que tiene que afrontarlas ahora que está "limpio".
Considerado por los expertos como uno de los boxeadores más importantes de la historia, Chávez consiguió cinco títulos mundiales en diferentes categorías y se retiró definitivamente del ring tras 25 años de carrera profesional en 2005, en una pelea que el mexicano perdió contra el estadounidense Grover Wiley. EFE
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