jueves, 30 de noviembre de 2023

Economía eeuu no necesita endurecimiento drástico, "aterrizaje suave" va por buen camino: yellen

Economía eeuu no necesita endurecimiento drástico, "aterrizaje suave" va por buen camino: yellen


 BESSEMER, EEUU, 30 nov (Reuters) - La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, dijo el jueves que cree que la economía estadounidense no necesita un endurecimiento drástico de la política monetaria para evitar que la inflación se arraigue, y que estaba en camino de lograr un "aterrizaje suave" con un empleo sólido.

Yellen dijo a periodistas tras un discurso en una planta de procesamiento de litio en Carolina del Norte que, en el pasado, la Reserva Federal a veces tuvo que endurecer tanto la política monetaria que llevó a la economía a una recesión. (Reporte de Howard Schneider. Editado en español por Javier Leira)


12 beneficios de correr para que te animes a convertirte en un runner



 Si has decidido empezar a practicar running por primera vez, te dejamos aquí algunos de los increíbles beneficios que tiene correr tanto físicos como mentales

Correr es en uno de los deportes más practicados en todo el mundo. Nada más hay que ver todas las personas que hay cada vez que salimos a la calle. Por ejemplo, en España, el número de corredores aumentó durante y después la pandemia, incluso muchos de ellos han sido mujeres, según un estudio de la RFEA de 2021. El fácil acceso, la posibilidad de adaptarla a las condiciones físicas y a las inquietudes de cada persona o el proponerse objetivos son algunos de los motivos que lleva a muchos a calzarse las zapatillas por primera vez, pero también buscan sus beneficios, que son muchos.

Hoy en día correr supone una de las mejores formas de mantener, en general, un buen estado de salud, o incluso la posibilidad de mejorarlo. A nivel físico, fisiológico y mental, diversos estudios científicos han confirmado que, efectivamente, el running tiene una serie de increíbles beneficios para la salud. Que puede ser desde tener un mejor aspecto, perder peso, evadirse de los problemas o controlar el estrés o simplemente divertirse son algunos de ellos.

Te contamos cuáles son todas esas ventajas de las que puedes disfrutar si empiezas a correr y decides cambiar tu vida como hicieron estos corredores que demuestran que el running puede ser mucho más que una actividad deportiva. Pero también te desmentimos falsos mitos que rodean a este deporte para que los dejes atrás antes de iniciarte en esta aventura.

¿Cuáles son los beneficios de correr?

1. Mejora el sistema cardiorespiratorio

Aunque parezca que el corazón y los pulmones se te van a salir por la boca durante esas primeras carreras, son dos de los órganos que con el paso del tiempo y los kilómetros, irás notando que se van adaptando y ganando resistencia. Mientras que el corazón bombeará con menos esfuerzo y se volverá más eficiente debido al aumento de volumen de sangre. En el caso de los pulmones, oxigenarán con mayor facilidad la sangre por lo que los músculos respiratorios se fortalecerán y sentirás que puedes inhalar y exhalar una mayor cantidad de aire.

2. Fortalece los huesos y los músculos

Correr es un deporte de alto impacto y se puede llegar a pensar que las articulaciones, huesos y músculos son los grandes afectados durante la carrera. Incluso, es posible que hayas podido escuchar que el running es malo para las rodillas. Sin embargo, hay estudios que demuestran que no afecta en absoluto. De hecho, a largo plazo sentirás como gracias al running los huesos son más fuertes, tienen una mayor densidad e incluso son capaces de acumular más calcio para combatir enfermedades óseas como la osteoporosis.

A nivel muscular, verás como los músculos del tren inferior se van fortaleciendo y van creciendo en tamaño —especialmente si sigues una dieta con la cantidad díaria de proteína—, por lo que el aparato locomotor funcionará mejor para proteger todos los órganos de todo el cuerpo. También consigue que el número de vasos sanguíneos en los músculos y de mitocondrias crezca y esto significa reducir la posibilidad de sufrir enfermedades como la diabetes de tipo 2.

Eso sí, al empezar a correr, hay que hacerlo poco a poco para que el cuerpo se adapte, como por ejemplo, con el método CaCo, así con un buen entrenamiento de fuerza que ayduará también a evitar algunas de las lesiones más frecuentes tanto a nivel muscular como óseo, o combinar tus carreras con otros deportes de menor impacto, como la nataciónla bicicletael yoga o el pilates, etc.

3. Ayuda a prevenir o disminuir el riesgo de enfermedades

Enfermedades coronarias o relacionadas con el hígado, la osteoporosis o incluso el cáncer tal y como afirma un estudio publicado en la revista JAMA International Medicine, correr es una de las mejores herramientas para prevenir o disminuir el riesgo de sufrir algunas de estas afecciones. Pero también la capacidad de reducir los niveles de colesterol malola presión arterial o el riesgo de trombosis.

4. Fortalece el sistema inmune

El buen funcionamiento del sistema inmunitario es un factor fundamental para combatir cualquier enfermedad y cuando se trata de tener un sistema inmunitario fuerte, el deporte en general y el running en concreto te ayudarán a conseguirlo. Hay investigaciones que indican que el ejercicio aeróbico promueve la estimulación de células que combaten infecciones, como el resfriado o la gripe, a través de sistema inmunológico. Pero también la capacidad de retrasar el proceso de debilitamiento del sistema inmunitario a medida que se van cumplieando años. Eso sí, para sentirte más fuerte, hay que combinarlo con una alimentación saludable y un buen descanso después de cada entrenamiento o carrera, sobre todo aquellas de alta intensidad.

5. Favorece la pérdida de peso

Sin duda, correr es uno de los mejores deportes para perder peso. Según una investigación llevada a cabo por la universidad de Copenhague y publicado en The Journal of Sports Medicinecon correr tan solo cinco kilómetros a la semana y combinarlo con una dieta baja en grasas, puedes perder hasta más de cinco kilos de grasa corporal. Pero tendrás que tener paciencia y ser constante para empezar a notar los efectos. Los resultados: verás como el tono muscular y el estado físico en general ha cambiado, lo que hará que te sientas mejor contigo mismo a nivel mental.

6. Mejora la autoestima y te hace sentir feliz

Si hay algo que gusta (y mucho) de correr, no es otra cosa que sentir ese momento de euforia después de una buena carrera, ya sean 5, 10 o 42 kilómetros, que es conocido como el 'subidón del corredor'. Especialmente cuando ves que tus objetivos como runner se van cumpliendo. Y es que el running segrega una de las drogas naturales del bienestar, las endorfinas. Estas tienen la capacidad de hacerte sentir feliz, de disminuir el dolor, la producción de cortisol, que es la hormona del estrés, lo que favorece los procesos de relajación.

7. Disminuye el estrés, combate la ansiedad y la depresión

Como hemos dicho, el ejercicio es un gran ayudante para combatir el estrés. En lugar de volver a casa, preparar la bolsa y dirigirte al gimnasio después de un día estresante, basta con salir a correr para desahogarte de ese ajetreo diario. No solo reducirá tus niveles de estrés al instante, sino que correr también puede reducir la ansiedad y la depresión a largo plazo. Por lo que es bastante probable que te sientas más seguro de ti mismo cuando menor sea tu nivel de estrés y ansiedad.

Y no lo decimos nosotros, sino los resultados de un equipo de investigadores que reunieron a un grupo de personas con depresión clínica. A un tercio le recetaron antidepresivos, a otro ejercicio cardiovascular y al tercero ambas cosas. Tras cuatro meses, más del 60% de la población estudiada no presentaba depresión clínica. Y a los seis meses de seguimiento, el grupo que seguía corriendo presentaba un nivel de bienestar mayor.

8. Ayuda a dormir mejor

Dormir es imprescindible para todo el ser humano, pero hay veces en las que descansar es difícil por muchos motivos. Sin embargo, salir a correr después de tu jornada o más tarde te puede ayudar a conciliar el sueño rápidamente gracias a la segregación de endorfinas que llevarán a tu cuerpo a estar más relajado y a producir más cantidad de melatonina para conseguir así un descanso reparador de al menos 8 horas.

9. Cuida tu cerebro y mejora tu memoria

El cerebro es otro de los órganos del cuerpo que obtiene importantes beneficios gracias al deporte. Casi todas las funciones cerebrales pueden mejorar tan solo saliendo a correr o a caminar unos minutos al día. Un estudio por el Salk Institute for Biological Studies de San Diego afirma que cualquier ejercicio físico puede ayudar a generar nuevas neuronas, incluso en un cerebro envejecido, sobre todo en áreas encargadas de la memoria y la cognición superior.

10. Te hace ahorrar dinero

No es un beneficio ni físico, ni fisiológico, ni mental, pero es que correr es probablemnte uno de los deportes más accesibles para todo el mundo. Con tan solo tener una equipación correcta y unas zapatillas de running adecuadas, basta para poder empezar a correr. Lo mejor es que para tener esto en tu armario, no hace falta gastarse mucho dinero aunque muchas veces hayas escuchado que tienes que desembolsar grandes cantidades de dinero. Pero no es es así porque tampoco necesitas hacer una inversión como, por ejemplo, ir al gimnasio.

11. Ayuda a sociabilizar

Correr puede ser que sea un deporte bastante individual, de hecho, a muchos corredores les gusta salir ellos solos y con sus auriculares deportivos. Sin embargo, correr en grupo puede ayudarte a conocer nuevas personas que comparten una afición igual que la tuya, incluso a lograr tus objetivos de carrera. De hecho, hay estudios que demuestran que una persona que suele correr a ritmo lento, conseguían mayores progresos durante las competiciones. También te permite aprender técnica de carrera, a recibir trucos y consejos, así como construir una sensación de responsabilidad social y sentimiento de comunidad, sobre todo si perteneces a uno de los muchos clubs de running que existen.

12. Te hará sentir libre

El running no te pone límites, es decir, tú mismo decidirás cuál es la mejor hora para salir a correr: por la mañana, por la tarde, por la noche, aunque esto en realidad depende mucho de la persona y sus obligaciones o incluso de sus ritmos circadianos. También el camino que te apetece descubrir mientras haces kilómetros, ya sea descubriendo algunas de las mejores ciudades para correr, por los caminos de alrededorparques o incluso por la montaña. Tú decides.

¿Qué nos puede deparar la economía de Venezuela en 2024?

 


POR Leonardo Vera

Es costumbre que al avecinarse el fin de año nos preguntemos sobre que nos deparará el futuro en materia económica el próximo año. Aquí hay que reconocer de entrada que doce meses no es desde luego tiempo suficiente para vislumbrar grandes trasformaciones, como tampoco lo que nos depara el futuro depende solamente de los nuevos acontecimientos que podamos vislumbrar. Quienes estudian el quehacer de las economías parecen hoy saber que el futuro es también el resultado de un proceso que depende de una secuencia completa de acontecimientos recientes y decisiones tomadas en el pasado. A este proceso se le llama “dependencia de camino”, calco semántico del inglés Path Dependence.

Así que lo que propongo, antes de vislumbrar qué cosas pueden suceder para proyectar la economía de Venezuela en 2024, es hacer una breve caracterización de cuáles son las condiciones iniciales de la economía venezolana.

Venezuela viene de transitar por lo que los economistas hoy conocen como un “desastre” o “catástrofe” económica. Un trabajo reciente del economista croata Bruno Coric (Coric, 2019), usando datos de Maddison Project Database (MPD) y del Penn World Table (PWT), encuentra más de 300 de estos episodios a lo largo del período 1820-2016. Una caída acumulada mayor de 10 puntos en el PIB por habitante es la convención para designar una crisis como catástrofe. Coric (2019) encuentra que la más temible (por profunda) de estas catástrofes se encuentra durante la guerra civil de Liberia (entre 1990 y 1995), cuando el PIB per cápita cayó 86,33%, aunque su panel de datos encuentra que la mayoría exhibe caídas entre 10% y 20% del PIB. La más prolongada de estas catástrofes duró 12 años, sobre un promedio de duración de dos años. La catástrofe venezolana cuya conclusión aún no sabemos con certeza en qué punto del tiempo ubicar, no aparece en este estudio.

Aún con el cerco informativo al que ha sido sometida la sociedad venezolana, las mejores estimaciones indican que la caída acumulada del PIB por habitante puede estar entre 75 y 80 puntos a lo largo de un período de siete años y medio. Durante ese proceso la economía de Venezuela perdió las 4/5 partes de su tamaño, lo que nos apunta al primer aspecto esencial a ser tomado para configurar el cuadro de condiciones iniciales: la escala.

El cuadro se ve mucho más grave si recordamos que entre 2017 y 2021 la economía del país fue además barrida por un proceso de hiperinflación.

El resumen de todo esto (depresión e hiperinflación) es que Venezuela se ha convertido en un país de pobres, con un ingreso per cápita que se ubica entre los más bajos del continente y con una marcada desigualdad, donde el ingreso del grupo más rico es 70 veces el ingreso de la franja más pobre de la sociedad (según nos cuenta el proyecto ENCOVI).

Así que estamos en una economía con un mercado miniaturizado, de muy bajos ingresos, y con una pequeña élite que concentra altos ingresos.

En el camino, los sistemas de protección social (las pensiones, las prestaciones por antigüedad y cesantía, el seguro contra el desempleo, el salario mínimo, y las redes de salud y educación pública) fueron destruidos a lo largo de la crisis, y la red servicios públicos básicos se encuentra seriamente afectada.

El sistema financiero se “enanizó” a tal punto que la cartera total de crédito sólo representa escasamente 1,4 puntos del PIB, cuando el promedio de la región (según datos del Banco Mundial) es de 47,9%.

A las pérdidas de escala, de ingresos, de acceso a los servicios básicos y de capacidad de financiación, se añade la enorme pérdida de recursos humanos, las pérdidas de capital productivo (por obsolescencia y abandono), las perdidas enlaces, vínculos y redes internacionales y la debacle de la industria petrolera.

No menos importante resultan otras pérdidas intangibles como las capacidades institucionales para hacer gestión desde el Estado, así como la ausencia de estado de derecho, de garantías de justicia, libertades civiles, información pública y rendición de cuentas; ausencias que al final configuran este contexto de disfuncionalidad de las instituciones.

Ese es el cuadro de las condiciones iniciales. Un cuadro intervenido por un breve paréntesis de recuperación de seis trimestres, truncado en 2023, que al final no ha cambiado la realidad sustantivamente.

Así que lo que tenemos en nuestras manos es el ejercicio de vislumbrar cual será el comportamiento de una economía consumida por una terrible crisis, pero que lucha y sobrevive con la iniciativa y el esfuerzo individual.

Noticias alentadoras hay. Advertido de su falta de capacidades, el Estado disfuncional ha liberado algunas amarras del sector privado que hoy hace negocios en la economía del “sálvese quien pueda”, en medio (claro está) de una mayúscula incertidumbre política e institucional.

La dolarización de facto ha traído también un respiro a las unidades productivas y comerciales privadas que ahora pueden percibir un flujo de caja más estable y pagar sueldos y salarios con cobertura (en dólares). Las remesas así mismo se vienen convirtiendo en un naciente flujo de entrada de recursos sobre el cual el gobierno aún no echa mano y ayudan a mantener el consumo.

Pero sin lugar a dudas la más esperanzadora de las novedades ha sido el alivio parcial y por ahora temporal de las sanciones sobre el sector de los hidrocarburos.

Así, con todas las debilidades acumuladas antes expuestas, ciertamente subyace en el contexto una economía cuyo sector privado opera con mayores radios de acción, que trabaja en un sistema monetario crecientemente dolarizado, con cierta demanda proveniente de un flujo estable de remesas y con la expectativa de una palanca asociada a la recuperación del sector de los hidrocarburos. Desde esta perspectiva, en principio, es posible que la economía venezolana presente un panorama más atractivo del visto a lo largo de 2023, donde ha predominado el estancamiento.

Desde luego, hay un ciclo político-electoral que tradicionalmente hace que en Venezuela el gasto público se incremente en época de elecciones presidenciales y ahí hemos visto al gobierno de Maduro haciendo esfuerzos por conseguir recursos desde Brasil, China y los BRICS, sin éxito concreto alguno. Inadvertidamente para muchos, el alivio de las sanciones por parte del gobierno de los EE.UU. es la ventana que ha sido abierta, y sobre el potencial que esto supone para la economía en 2024 hablaremos en un instante.

Fotografía de Yuri Cortez | AFP

La mayor certeza que albergamos es que cualquier recuperación que veamos en 2024, provendrá del consumo. El clima de incertidumbre política e institucional, la ausencia de garantías y estado de derecho, la dimensión tan estrecha del mercado y la ausencia de financiamiento, limitan cualquier esfuerzo de inversión privada. Por su parte, la inversión pública, como todos los venezolanos verifican a diario, ha desaparecido. Por el lado del comercio internacional hay por ahí un esfuerzo por exportar “chatarra”, crustáceos y frutas, y otras cosas provenientes del campo, cuyos efectos internos son insignificantes.

Si el consumo es la fuente de la recuperación, entonces será fundamental concebir lo que puede pasar con el ingreso y su poder de compra. La dolarización del ingreso del sector privado seguirá siendo la norma y a decir por sondeos hechos por Conindustria, el salario en dólares de un obrero operador ha seguido mejorando, con un incremento de 17% interanual al tercer trimestre de éste año. La realidad es muy diferente en el sector público, donde priva el pago de salarios en bolívares, con un congelamiento inaudito en toda la escala y donde los beneficiarios respiran por la acción discrecional de unos bonos de supervivencia.

La posibilidad de un ajuste salarial para ganar el favor de los trabajadores y dependientes del sector público estará latente en un año electoral, pero eso no sólo depende de los recursos de los que puede hacerse el gobierno a lo largo del año, sino de la concepción que hasta ahora ha privado para contener la inflación, donde el congelamiento salarial es una pieza vital.

Las remesas, un flujo que va directo al consumo, y que pueden representar hoy día un ingreso anual cercano a los 4.000 millones de dólares, pudieran mantenerse en ese nivel en un contexto donde el crecimiento de la economía global será más moderado (según apunta el FMI). En cualquier caso, la aparición de este flujo ya fue absorbido por la economía, por lo que no vemos allí ningún impulso adicional.

Si la dinámica inflacionaria sigue el patrón hasta ahora percibido; es decir, uno donde el incremento de los precios se atenúa muy gradualmente y se evita un estallido cambiario como el visto a finales de 2022, pudiéramos pensar que el bajón de demanda registrado durante el primer semestre de 2023 no tiene por qué repetirse en 2024. Sin embargo, el mercado cambiario en Venezuela guarda sorpresas y la capacidad que tiene el gobierno para contener la demanda de divisas está seriamente limitada.

Nos queda el asunto de la palanca petrolera y el alivio de las sanciones. Aquí uno encuentra piezas de análisis verdaderamente insólitas. Como si allí no hubiera pasado nada y como si el sector sólo está a la espera de una orden para darle una semivuelta a la válvula y hacer llegar más crudo a los mercados.

La realidad es que el sector petrolero no ha estado inmune a los efectos de la catástrofe. Pozos abandonados, instalaciones sin energía, falta de personal calificado, carencia de recursos financieros para hacer las inversiones de mantenimiento, ausencia de insumos, y un largo etcétera, dejan ver que la producción petrolera venezolana no va a incrementarse significativamente por obra y gracia de dos operadoras, cuyo mayor interés por ahora es un hundir el mínimo capital para cobrarse unos recursos adeudados, sin saber a ciencia cierta cómo evolucionará este asunto de las sanciones en el corto plazo.

Así que, desde nuestra perspectiva, el efecto volumen del alivio de las sanciones será pequeño en 2024, y lo mejor que puede pasar es que la comercialización, como ya algunos expertos han recalcado, ayude a mejorar los precios de venta (sin descuento). En un escenario optimista donde la producción avance con un incremento promedio de 150 barriles/día y donde Venezuela pueda colocar 400 mil barriles adicionales a un precio promedio de realización de 74 dólares el barril, los ingresos adicionales para el sector en un horizonte de 13 meses serían cercanos a los 4.000 millones de dólares. Sobre el gas no hay mucho que decir. Ya los involucrado en el Proyecto de Dragón (una alianza Venezuela-Trinidad y Tobago-Shell) han dicho que en el mejor de casos dará señales de vida hacia finales de 2026.

Si al gobierno de Maduro, por la vía de impuestos y participaciones de PDVSA en los proyectos petroleros le queda un 30% de los recursos adicionales, estamos entonces hablando sólo de 2.100 millones de dólares para hacer la fiesta. Si esos recursos entran a la piñata del reparto, sin duda habrá un efecto inmediato en la demanda y en el ritmo de actividad económica, pero nadie debe esperar milagros y 2024 sigue señalizando un camino de muchos riesgos.

Nos queda pensar qué tanto arrastra hoy en forma directa la actividad del sector petrolero al sector no petrolero. No hay estudios actualizados al respecto, pero no es difícil articular como respuesta: “Mucho menos que años atrás”. Venezuela se ha desindustrializado bárbaramente, el sector conexo está en terapia intensiva y la industria depende de las importaciones de bienes de capital e insumos como nunca. En ese sentido, el sector ha vuelto a ser aquel enclave que algunos héroes de la naciente democracia denunciaban 80 años atrás.

La oración colectiva centrada en el reino de Dios



 ¿Está orando para que se haga la voluntad de Dios en la Tierra?

30 de noviembre de 2023

Hechos 1.11-14

Cristo habló mucho sobre la oración. Enseñó su importancia no solo con sus palabras, sino también con sus acciones. A veces, sus oraciones eran dichas públicamente; otras veces, se apartaba de la multitud para estar a solas con el Padre. Cristo también habló del poder de la oración unida (Mt 18.19, 20).

Si en las reuniones de nuestra iglesia y de los grupos de oración se hicieran peticiones con una mentalidad centrada en el cielo, de manera constante, ¿cómo serían nuestras reuniones? Habría un mayor enfoque en Dios y en su reino. Lo alabaríamos más, expresaríamos dolor por nuestros malos caminos (2 Co 7.10) y daríamos gracias por todo lo que ha hecho. Nuestras voces se elevarían en alabanza al ver a las personas venir al Señor. Nos regocijaríamos al vislumbrar la obra de Dios en y a través de nuestras iglesias. Y suplicaríamos a nuestro Padre por la salvación de los demás y por el crecimiento espiritual de los creyentes.

¡Qué emocionados estaríamos al ver que Dios responde nuestras oraciones! A algunos de nosotros nos resultaría más fácil testificar acerca de nuestro Salvador, otros se llenarían de su paz al enfrentar pruebas, y otros tendrían la fortaleza para mantenerse firmes. Imagínese su iglesia, llena hasta rebosar y convirtiéndose en la “casa de oración” que el Señor Jesús dijo que está destinada a ser (Mt 21.13).

Biblia en un año: 1 Corintios 11-13

Envejecer, no significa volverse invisible

  Envejecer, no significa volverse invisible, envejecer es cuando nos cerramos a ideas nuevas y nos aferramos a nuestras viejas creencias, e...