domingo, 29 de agosto de 2021

Si sientes que no puedes más, reza esta oración de san Agustín

 


"Hay días en que la carga nos desgasta los hombros y nos sentimos agotados..."

Dios de vida,

hay días en que la carga nos desgasta los hombros y nos sentimos agotados;

en que el camino parece monótono e interminable,

y el cielo, gris y amenazante;

en que nuestra vida carece de música,

nuestro corazón está solo y nuestra alma ha perdido su arrojo.

Inunda el camino con tu luz, te suplicamos;

dirige nuestra mirada a donde el cielo está lleno de promesas.




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Vacunarse: un acto de responsabilidad con uno mismo y de solidaridad con los demás



 Jaime Septién - publicado el 29/08/21

Importante instrucción pastoral de los obispos de Puerto Rico

Los obispos de Puerto Rico han difundido una extensa e informada instrucción pastoral sobre la importancia de vacunarse contra el COVID-19 que bien puede ser recibida, por extensión y por su particular atención a un fenómeno que se está dando en América Latina, en el resto de la región y en el mundo de habla hispana.

La instrucción pastoral, emitida el pasado 24 de agosto por la Conferencia Episcopal de Puerto Rico, recoge las palabras del Salmo 149.4: “El Señor ama a su pueblo”, y pone énfasis en la importancia moral que debe tomarse en cuenta por parte de los fieles católicos al momento de decidir vacunarse (donde haya vacunas disponibles).

Firmado por seis de los siete obispos que componen la Conferencia Episcopal puertorriqueña, el comunicado ,“de manera colegiada” expone un asunto que, “pudiendo haber sido un signo de gran esperanza para la humanidad, tristemente se ha convertido en un asunto controvertible: el tema de la vacunación contra el COVID-19”.

Las razones de la controversia

Como en muchos otros lugares del mundo, la controversia se ha desatado en Puerto Rico desde el momento en que se ha vuelto mandatorio por parte del Gobierno y de algunas empresas privadas el certificado o pasaporte de vacunación a sus funcionarios o a sus empleados y trabajadores, al igual que a los estudiantes y maestros.

Los obispos puertorriqueños, en unión con el Papa Francisco, quieren hacerse eco de “su llamado insistente a la vacunación” y así “promover y alentar la vacunación del pueblo de Dios que peregrina en Puerto Rico y a reiterarse y/o impartir instrucciones a ciertos agentes de pastoral de nuestras respectivas Diócesis”.

No obstante ser una isla pequeña, el coronavirus ha afectado severamente a Puerto Rico, con 165,000 infectados y 2,750 muertos. Aunque las estadísticas en la isla no son del todo confiables por deficiencia de vigilancia epidemiológica y por la pobreza que padece 40 por ciento de las familias.

Las vacunas son eficaces, no perfectas

Para los obispos, los datos científicos que existen hasta ahora indican “que las vacunas aprobadas para usarse en Estados Unidos, que son las que usamos en Puerto Rico, son seguras y eficaces”. Desde luego, “no son perfectas y no ofrecen cien por ciento de protección contra el contagio, “pero esto no debe sorprendernos”, subrayan.

Y afirman en su instrucción algo fundamental: “Es preciso recordar que en medicina y en salud pública se trabaja normalmente con grados de probabilidad y con juicios estadísticos, no con certezas absolutas. Por lo tanto, en el estado actual de nuestros conocimientos, lo razonable es aceptar la seguridad y eficacia de las vacunas”.

Y si bien es cierto que no son eficaces al cien por ciento, lo cierto es que las vacunas son el medio más eficaz que se tiene a disposición para luchar contra la pandemia que está causando tanto daño y sufrimiento en Puerto Rico y a nivel global. Cabe señalar que en esta tercera ola, ocho de cada diez hospitalizados en la isla no están vacunados.

Tres principios básicos

El vacunarse es una elección ética que conlleva tres principios fundamentales. El primero de ellos, opinan los obispos, es que las libertades individuales tienen que armonizarse con el principio del bien común. “Dicho de otro modo, la libertad individual es fundamental pero no es absoluta”.

El segundo principio que describen en su instrucción pastoral “El Señor ama a su pueblo” los obispos puertorriqueños es el hecho de que “la libertad de las personas es un valor fundamental, pero tiene sus límites en nombre de los intereses ajenos y del principio del bien común”.

Y, finalmente, el tercer principio básico es el del juicio moral responsable. “En la tradición católica, no puede prescindir del principio del bien común. Cuando me niego a vacunarme, no solo estoy poniendo en riesgo mi salud. Estoy poniendo en riesgo la salud de otras personas, sobre todo de las más vulnerables”.

Seamos católicos: promovamos el bien común

Las consecuencias son claras: vacunarse es “un acto de responsabilidad para con la propia salud, pero también es un acto de solidaridad y responsabilidad social. No vacunarse nos expone al colapso en Puerto Rico del sistema hospitalario” y atestar los hospitales con lo que otros enfermos se ponen en riesgo de muerte.

Desde el punto de vista de los obispos, “en ausencia de contraindicaciones médicas y teniendo acceso a la vacunación, existe un deber ético de vacunarse”. Y la parte final del documento, antes de entrar en su aplicación exclusiva para la isla, termina diciendo pidiendo a los católicos de Puerto Rico ser “promotores del bien común y de la esperanza”.

viernes, 20 de agosto de 2021

Papa Francisco pide ser solidarios con víctimas de fenómenos naturales





 Este jueves, en el marco del Día Mundial de la Asistencia Humanitaria, el Papa Francisco hizo un llamado urgente a ser solidarios con los más pobres que han sido afectados por fenómenos climáticos extremos como tsunamis, terremotos, incendios forestales, etc.

“La emergencia climática genera cada vez más crisis humanitarias y los pobres son los más vulnerables a los fenómenos climáticos extremos. Es urgente una solidaridad basada en la justicia, la paz y la unidad de la familia humana. #WorldHumanitarianDay”, tuiteó este 19 de agosto.

Al finalizar el rezo del Ángelus del domingo 15 de agosto, el Papa Francisco expresó su dolor por los fallecidos en el terremoto de 7.2 ocurrido el día anterior en Haití, y se solidarizó con los heridos y con todos los afectados.

Según las últimas cifras, el desastre natural acabó con la vida de casi 2.200 personas en todo el país caribeño y ha herido a miles más.

“Deseo expresar mi cercanía a aquella querida población duramente golpeada por el terremoto. Mientras elevo al Señor mi oración por las víctimas, ofrezco mi palabra de ánimo a los supervivientes, deseando que sobre ellos se mueva el interés participativo de la comunidad internacional. ¡Que la solidaridad de todos pueda atenuar las consecuencias de la tragedia! Recemos juntos a la Virgen por Haití”, fueron las palabras del Santo Padre.

Asimismo, el Papa advirtió a fines de marzo de 2021 que “el deterioro del clima es muy a menudo el resultado de decisiones equivocadas y de actividades destructivas, del egoísmo y de la negligencia, que ponen a la humanidad en conflicto con la creación, nuestra casa común”.

El Pontífice también lamentó el número “cada vez mayor de personas desplazadas a causa de la crisis climática”.

“Quienes han sido expulsados de sus hogares por culpa de la crisis climática necesitan ser acogidos, protegidos, promovidos e integrados. Quieren volver a empezar. Para que puedan crear un nuevo futuro para sus hijos, es necesario que se les permita hacerlo y se les tiene que ayudar”, recordó.

“Acoger, proteger, promover e integrar son todos los verbos que se corresponden a acciones útiles. Quitemos, entonces, uno por uno, esos escollos que bloquean el camino de los desplazados, aquello que les reprime y margina, que les impide trabajar y acudir a la escuela, lo que les convierte en invisibles y les niega su dignidad”, concluyó Francisco.

Etiquetas: Desastres NaturalesPapa Franciscocambio climáticodesastre natural

Acerca del padre Luis Bolla: “Si él no es santo, nadie es santo”

 


Pablo Cesio - Aleteia Perú - publicado el 20/08/21

Un misionero salesiano que entregó su vida al pueblo Achuar en la Amazonía de Perú y Ecuador. Su proceso de beatificación fue iniciado, tal cual se informó en las últimas horas desde Lima

Luigi (Luis) Bolla es de origen italiano, pero con corazón en la Amazonía. Nació el 11 de agosto de 1932 en el seno de una familia muy cristiana. Su ingreso al oratorio salesiano aconteció cuando tenía 12 años, desde ese momento su deseo de ser sacerdote ya se había hecho latente.

No obstante, su misión estaría arraigada lejos de Italia. Según recuerdan reseñas, al poco tiempo de aquel ingreso sintió una voz que le decía: “Serás misionero en la selva entre indígenas y les anunciarás mi palabra. Caminarás muchísimo a pie”.

Aquello se hizo realidad. Luego de sus primeros votos salesianos en 1949, allá por 1953 con 21 años partió como misionero a Ecuador. En octubre de 1959 fue ordenado sacerdote y de manera inmediata aprendió español y la lengua indígena “shuar”. 

Proclamar el evangelio a los Achuar

Los Achuar, pueblo originario perteneciente a la familia jivaroana, ubicados en zonas ribereñas y en las fronteras entre Ecuador y Perú, fueron casi desde un comienzo el anhelo y dedicación de vida del padre Bolla.  Por ellos quería entregar su vida. Fue así que viendo que la mayoría se encontraba en Perú viajó a ese país en 1984 para integrarse a la Inspectoría Salesiana Santa Rosa de Lima. Ahí, a través del Vicariato Apostólico de Yurimaguas, proclamó el evangelio y se hizo uno con sus hijos. No en vano a través de diversas imágenes, sin perder su identidad sacerdotal, se lo ve portando atuendos típicos y viviendo como ellos.

Bolla también trabajó intensamente por los Achuar, a quienes acompañaba fomentando la educación, la salud y el desarrollo humano. Ello lo llamaron “Yànkuam”, que significa “Estrella que ilumina el camino”. Murió el 6 de febrero de 2013 en Lima.

Inició el proceso de beatificación

En las últimas horas se informó que el arzobispo de Lima, monseñor Carlos Castillo, emitió el edicto sobre el inicio del proceso de beatificación y canonización del siervo de Dios Luigi Bosca.

“El Arzobispado de Lima invita a todos los fieles a proporcionar información y documentos útiles (cartas, escritos, etc.) referentes a la causa, para presentarlos al tribunal diocesano en la curia diocesana Jr. Chancay 282 – Cercado de Lima”, publicó el arzobispado en su web junto al edicto.

“Si él no es santo, nadie es santo”

Es por esto que en estas horas vale la pena volver a recordar lo que había dicho hace en 2018  el sacerdote salesiano Ferdinando Colombo, presentado en ese entonces como director de la Asociación Salesiana “Obra del Sacro Cuore” y durante muchos años presidente de la ONG «Volontariato Internazionale per lo Sviluppo» (VIS). En una entrevista concedida a la Agenzia Info Salesiana (ANF) habló sobre Bolla e hizo referencia a los aspectos que más le habían impresionado de su figura.  

“Era un salesiano que estaba impulsado por una clara motivación misionera, iluminada por el Concilio Vaticano II. Se mostró atrevidamente compartiendo la vida, muy dura por cierto para un occidental, en un pueblo amazónico. Días de trabajo en los campos de los Achuar, de los cuales se consideraba un huésped; largas caminatas por el bosque para visitar a unas cuantas personas; largas horas en reuniones de pequeñas comunidades para resolver problemas que fácilmente podríamos descartar como irrelevantes… Pero esta fue su manera de vivir su consagración a un pueblo, y esto permitió abrir un nuevo camino de evangelización”, contó.

Por último, ante la pregunta que surgía en ese momento si ‘Yánkuam’ era una estrella que podía brillar en el cielo de la Santidad Salesiana, Colombo respondió:

“Como dice el P. Domingo Bottasso, uno de los salesianos que vivió con Yánkuam’: ‘Si él no es santo, nadie es santo'».

Envejecer, no significa volverse invisible

  Envejecer, no significa volverse invisible, envejecer es cuando nos cerramos a ideas nuevas y nos aferramos a nuestras viejas creencias, e...