Es curioso observar cómo los equipos de la NPB, que en su mayoría generan pérdidas monetarias cada año, van en ascenso, mientras que sus pares de MLB, a pesar de generar grandes ganancias anuales, van ahora en descenso.
Como ya lo hemos explicado en varias ocasiones, la mayoría de los clubes de la NPB pierden dinero cada año porque la razón de su existencia, a diferencia de lo que ocurre en Norteamérica, no es producir dinero sino hacerle promoción a sus compañías matrices.
Básicamente, funcionan como un departamento de relaciones públicas cuyo objetivo es, primero, resaltar el nombre de sus dueños y, segundo, tratar de ganar títulos deportivos y producir dinero con sus actividades dentro y fuera del terreno.
Es por eso que los conjuntos japoneses llevan el nombre de sus compañías y no el de sus ciudades. Las Águilas de Rakuten, por ejemplo, hacen referencia a Rakuten, un popular portal japonés de compras por Internet similar a Amazon, no al lugar en donde juegan.
A cambio de esa promoción, esas compañías le otorgan a sus equipos su presupuesto anual para que éstos puedan trabajar, competir y tratar de conquistar títulos, sin importar si generan ganancias financieras o no.
Ahora, eso no quiere decir que dichas compañías estén dispuestas a malgastar su dinero. Cada club recibe su presupuesto con la misión de tratar de ser lo más exitoso posible, tanto en términos deportivos como monetarios. Si al final produce ganancias, mucho mejor, pero si no lo hace igual volverá a recibir su presupuesto al año siguiente.
Tal sistema podría convertirse con facilidad en una excusa para no esforzarse, ya que sin importar lo que ocurra el equipo volverá a recibir su presupuesto para la próxima temporada, pero curiosamente eso no es lo que ocurre en Japón.
Fieles a la disciplina que los hace famosos, los conjuntos japoneses dan lo mejor de sí cada año por competir, ganar títulos y producir dinero para sus compañías matrices y en muchas ocasiones terminan teniendo éxito.
El hecho de que la mayoría de ellos no genere ganancias no significa que no les esté yendo bien, sino simplemente que gastan más de lo que ganan. De hecho, la asistencia de fanáticos a los estadios de los 12 clubes que conforman la liga está en ascenso y muchos de ellos son muy exitosos en la venta de sus productos.
Los Carpas de Hiroshima, por ejemplo, tienen intrigadas a las gerencias de las mayores con su increíble éxito en el mercado femenino, ya que una gran parte de sus ganancias proviene de las fanáticas que siguen al equipo en todo el país.
Los Gigantes de Yomiuri, los Tigres de Hanshin y los Halcones de SoftBank son los únicos equipos de la liga que generan ganancias cada año debido a que cuentan con numerosas fanaticadas, estadios de gran capacidad y gerencias muy eficientes en sus operaciones.
Sin embargo, esto no significa que otros conjuntos del país estén destinados a perder por siempre. Hiroshima, que acaba de ganar dos títulos de la Liga Central en fila, y las Estrellas de DeNA, que vienen de disputar la Serie de Japón en octubre, han mejorado considerablemente sus asistencias y la venta de sus productos.
Rakuten ha hecho excelentes remodelaciones a su estadio y su asistencia sigue aumentando a paso acelerado, mientras que Nippon Ham también se ha desarrollado de tal manera que está a punto de construir su propio estadio.
En comparación, todos los conjuntos de las Grandes Ligas generan ganancias, pero no porque todos ellos sepan administrarse muy bien sino porque la liga como tal negocia en sus nombres y a finales de año reparte entre todos las ganancias generadas.
Si cada equipo de las mayores tuviese que hacer todo por sí sólo, como ocurre en Japón, lo más probable es que una buena parte de ellos también generase pérdidas anuales.
Los Marinos de Lotte, por ejemplo, tuvieron el promedio de asistencia más bajo de la NPB en 2017 (20.425), pero a pesar de ello superaron en ese renglón a 3 conjuntos de la Gran Carpa: los Marlins de Miami (20.395), los Atléticos de Oakland (18.466) y los Rayos de Tampa Bay (15.670).
Si esos 3 conjuntos, junto al resto de los equipos que operan en mercados pequeños de los Estados Unidos, no recibiesen el apoyo financiero de MLB cada año, entonces también generarían pérdidas.
Curiosamente, ese sistema de repartición de ganancias que tanto éxito financiero le ha dado a las Grandes Ligas está provocando que sus equipos dejen de esforzarse por tratar de ganar, ya que sus dueños, sabiendo que pase lo que pase sus ganancias están aseguradas, no se molestan más en gastar dinero para tratar de mejorar sus clubes. Todo lo contrario, mientras más pierdan, mayores serán sus ganancias.
El respetado periodista norteamericano de Yahoo Sports Jeff Passan calcula que al menos 10 equipos de la mayores no tienen intención alguna de contratar a algún agente libre este invierno. Es decir, un tercio de los conjuntos de la liga ya ha tirado la toalla al piso y se ha resignado a perder incluso antes de que empiece la temporada.
Puede que se trate de una estrategia de reconstrucción que les permita alcanzar la Serie Mundial en el futuro, como lo hicieron el año pasado los Astros de Houston, pero también podría ser el simple deseo de sus dueños de ganar dinero sin importarles en lo absoluto los sentimientos de sus fanáticos.
La paradoja de todo este asunto es que para poder mejorar y progresar como lo ha hecho MLB, la NPB necesita adoptar un sistema de repartición de ganancias similar. Si los 12 conjuntos japoneses estuviesen todos dirigidos por una compañía como Pacific League Marketing, que tanto éxito ha tenido promocionando los 6 equipos de la Liga del Pacífico, y luego ésta repartiese las ganancias entre todos, lo más probable es que ninguno de ellos generase pérdidas.
El problema es que si eso ocurriese y la NPB llegase a cosechar un éxito económico similar al de su par norteamericana, entonces correría el peligro de caer en el mismo problema en el cual los equipos ya no se esforzarían por ganar.
En este momento, todos y cada uno de los conjuntos japoneses se están preparando con todo lo que tienen para tratar de pelear por un título esta temporada, o al menos clasificar a la postemporada.
No cabe duda de que algunos están en mejor posición que otros, pero todos ellos renovaron a sus mejores jugadores extranjeros y contrataron a tantos nuevos como necesitaban para poder competir. Si no hicieron más, fue por falta de recursos o por falta de espacio en sus rosters, pero no por falta de ganas de triunfar.
La gran interrogante entonces es, ¿cuál de los dos sistemas es mejor? El sistema de repartición de ganancias de MLB sin duda es muy exitoso en términos financieros, pero al menos en este momento no está triunfando en términos deportivos o de balance competitivo, que es algo que el comisionado anterior Bud Selig tanto se esforzó por alcanzar.
El sistema de la NPB es terrible en términos financieros, pero tremendamente exitoso en términos deportivos y de balance competitivo. Lo ideal sería combinar ambos, pero al parecer no existe una fórmula capaz de lograr ese objetivo.
¿Qué prefieren ustedes? ¿Apoyar a un equipo que genera mucho dinero pero no se esfuerza en lo absoluto por ganar o a uno de pocos recursos que sí hace todo lo que está a su alcance para pelear un título?
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