Una proteína presente en estos animales evitaría la formación de estructuras relacionadas con la enfermedad neurológica.
Un nuevo estudio de la Universidad Tecnológica Chalmers (Suecia) mostró nuevas relaciones entre el consumo de pescado y una buena salud neurológica a largo plazo.
La parvalbúmina, una proteína presente en grandes cantidades en varias especies de peces, ha demostrado ayudar a prevenir la formación de ciertas estructuras de proteínas estrechamente asociadas al mal de Parkinson.
"Los peces son normalmente más nutritivos al final del verano porque aumentan su actividad metabólica. Los niveles de parvalbúmina son más altos en pescados que han recibido mucho sol, por lo que valdría la pena aumentar su consumo en el otoño", dice Nathalie Scheers, profesora asistente del Departamento de Biología e Ingeniería Biológica, y parte del estudio.
Otras enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer o el mal de Huntington, también son causadas por estructuras de amiloides que interfieren en el cerebro. Por ello los científicos quieren analizar si el descubrimiento en párkinson también podría tener implicancias para otros trastornos neurodegenerativos.
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