Donnie Brasco: el destructor de la Cosa Nostra
Su cabeza tiene precio, 500 mil dólares a quien entregue al policía encubierto más famoso de la historia.
El imperio que algún día ostentó la mafia italoamericana, mejor conocida como Cosa Nostra, sucumbió ante el duro golpe que asestó Donald "Donnie" Brasco en una operación secreta que inició en 1976.
Infiltrarse en la mafia no era tarea fácil, el Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés) aumentó sus esfuerzos y recursos para combatirla, experimentó con diversas tácticas de espionaje y desplegó una red de informantes, pero no hubo gran éxito.
Debían efectuar otra estrategia, una que les permitiera adentrarse en las entrañas del hampa. La solución fue optar por un agente encubierto, una herramienta que hasta entonces no habían explotado.
¿Quién es Donnie Brasco?
Joseph Pistone es el verdadero nombre detrás del personaje que encarnó a Donnie Brasco. El agente, además de ser de origen siciliano, tenía ya 15 años en tareas encubiertas, tenía experiencia, sabía a lo que se enfrentaba, era el hombre indicado para una misión tan peligrosa y delicada.
Los del FBI tuvieron claro que no podían enviar a las calles de Manhattan a un policía encubierto, y de la noche a la mañana, recabar información abruptamente; la estrategia se centró en la construcción de una falsa identidad.
El perfil construido para Donnie Brasco fue el de un ladrón de calle especializado en joyas y viviendas. El agente conocía el comportamiento y el lenguaje de los gángsteres, sin embargo, previamente a la operación tuvo que aprender todo lo relacionado a las joyas, pues su papel debía ser totalmente convincente.
Luego de seis meses, tras frecuentar diversos bares y restaurantes, “Donnie the Jeweler”, como se le empezó a conocer, se abrió paso en el bajo mundo y generó lazos con importantes mafiosos.
Poco a poco forjó una “carrera” y una reputación como ladrón y experto en joyas, demostró que tenía la capacidad de producir dinero y ser un individuo de valor. Desde luego, todo era un montaje.
A Pistone se le suministraba todo lo necesario para guardar la fachada, desde joyas y diamantes, hasta dinero en efectivo. De esta forma pudo relacionarse con un miembro importante de la familia criminal Bonanno, Dominick Napolitano, alias “Sonny Black”, quien tenía el rango de caporegime o capitán dentro de la organización.
La operación se prolongaba cada vez más, y Donnie Brasco escalaba en fama y aprecio; incluso llegó a ser considerado por Sonny para ingresar oficialmente a la familia.
Del otro lado, los del FBI extrajeron valiosa y vital información, conocieron por primera vez la estructura de la mafia, su funcionamiento, los principales miembros, sus siguientes movimientos, nunca imaginaron encontrarse en tal posición, era el principio del fin para la Cosa Nostra tras casi un siglo de operación.
El desenlace de la misión ocurrió de manera inesperada, a Donnie Brasco se le encomendó liquidar a un capo rival como requisito para formar parte de la Cosa Nostra, la orden vino de Sonny Black
Cometer el asesinato significaba una total pérdida de credibilidad como agente ante los tribunales federales; además, se vio inmerso en un fuego cruzado, desencadenado por cruentas disputas internas por el control de los territorios entre gángsteres de la misma familia.
El 26 de julio de 1981, el FBI dio por acabada la participación de Donnie Brasco, su vida corría peligro y el rumbo de la operación se tornó cada vez más intrincado. A partir de ese momento, iniciaron las detenciones, los juicios y la destrucción de la Cosa Nostra.
El trabajo de Pistone condujo a más de cien condenas, un golpe del que la mafia nunca se recuperó, las cinco familias criminales perdieron su poder para siempre, el imperio se desvaneció para quedar reducido a unas cuantas bandas callejeras de menos de cien integrantes.
Joseph Pistone vive en el anonimato en paradero desconocido. Para aprender más acerca de la mafia italoamericana, revisa las “8 cosas que debes saber si quieres ser parte de la mafia italiana”.
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