“‘Maestro’ respondió Simón, hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada; pero si tú lo dices, echaré las redes nuevamente” (Lucas 5:5 NTV).
Todos sufrimos contratiempos en el trabajo de vez en vez. Pero algunas veces los pasos más simples para dejar los contratiempos son solo tres palabras: obedecer a Dios.
Dios te ha dicho algo que es ilógico y torpe. No tiene sentido financiero, relacional o emocionalmente. Aún peor, estás atemorizado hasta la muerte.
Pero Dios dice que lo hagas de todas maneras.
Durante estos días, hemos visto una historia de la biblia sobre contratiempos en los negocios. En Lucas 5, Simón Pedro y Andrés había estado pescando toda la noche y no atraparon nada. Para los pescadores del primer siglo, había sido un contratiempo horrible.
Pero Jesús vino y usó su bote para pescar. Entonces Jesús nos dijo: “Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: Ahora ve a las aguas más profundas y echa tus redes para pescar” (Lucas 5:4 NTV).
Fue completamente ilógico. No tenía sentido.
Pero Jesús dijo que fueran a aguas profundas y lanzaran su red.
¿Por qué Jesús les dijo que fueran mar adentro? Ahí es donde encuentras los peces grandes. También los mayores riesgos. No hay fe sin riesgo.
“’Maestro’ respondió Simón, hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada; pero si tú lo dices, echaré las redes nuevamente” (Lucas 5:5 NTV).
Simón Pedro hizo lo que Jesús le dijo que hiciera. Él no lo hizo porque fuera una idea inteligente o popular. Lo hizo porque Dios dijo que lo hiciera. Él no argumento o se quejó.
Y Dios le dio a Simón Pedro y a Andrés un éxito más grande en los negocios lo que ellos habían soñado.
La Biblia dice que Dios dio a los hermanos tantos peces que sus redes se rasgaban y tuvieron que pedir ayuda de otros pescadores.
Pero nada de eso sucedió hasta que Simón Pedro obedeció a Jesús –aun cuando fuera ilógico.
¿Qué te ha dicho Dios que hagas que no lo estás haciendo?
¿Parece imposible? ¿Tiene poco sentido financiero? ¿Te está diciendo que vayas a aguas más profundas?
No importa. Dios quiere que tomes el riesgo y lo obedezcas.
Puedes quedarte en aguas poco profundas y donde es seguro o ir a aguas más profundas donde están los peces grandes. La elección es tuya.
Una vez que obedezcas, Dios cuidará de lo demás. Tus mejores días están del otro lado de tu obediencia.
¿Obedecerás?
Reflexiona sobre esto:
- Cuando has tenido un contratiempo, ¿Encuentras más fácil o difícil obedecer a Dios cuando te pide hacer algo difícil?
- ¿Por qué te pediría Dios tomar un riesgo cuando estás batallando con un contratiempo?
- ¿Qué te ha pedido Dios que hagas que se te dificulta obedecer?
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