Dwight “Dewey” Evans Recuerda 1975
Herb Crehan 20 de enero de 2016. ______________________________________________ Cuando Dwight Evans se reportó al entrenamiento primaveral en Winter Haven, Fla. Para la temporada de 1975 con los Medias Rojas, estaba muy optimista acerca de ese año. “Sabía que teníamos mucho talento”, dijo Dwight durante una entrevista reciente en su hogar de la zona metropolitana de Boston. “Pensé que podíamos competir con cualquiera en el este de la Liga Americana”. Él añadió, “El año anterior estuvimos en el primer lugar de la división hasta que nos quedamos sin gasolina a principios de septiembre. Entonces nos percatamos de Jim Rice y Fred Lynn, quienes fueron llamados al final de la temporada, y vimos que podían contribuir. “Si, me gustaban nuestras oportunidades”, dice enfáticamente. Dwight solo tenía 23 años de edad cuando empezó el entrenamiento primaveral pero ya había sido probado en ambientes de alta tensión. Los Medias Rojas lo habían llamado a mediados de septiembre de 1972, cuando el equipo estaba enzarzado en una carrera ardorosa por el primer lugar del este de la Liga Americana. Y en 1974, fue factor clave en el éxito tempranero del equipo. El optimismo de Dwight Evans acerca de los Medias Rojas de Boston de 1975 estaba bien fundado. A pesar de que las predicciones de los “expertos” decían que terminarían terceros en su división, terminaron primeros en el este de la Liga Americana, ganaron el banderín de la liga, y estuvieron a un juego de sorprender a los Rojos de Cincinnati en un Serie Mundial histórica. Dwight tuvo una destacada temporada regular en su defensa del jardín derecho y en el plato, y fue sin discusión el héroe anónimo de los Medias Rojas en la Serie Mundial. Nativo de California Dwight Michael Evans nació en Santa Mónica, California, el 3 de noviembre de 1951. Su familia se mudó a Odahu en las islas hawaianas, cuando él era pequeño. “No jugaba beisbol cuando vivíamos en Hawaii, así que cuando me mudé a Northbridge, California, a los nueve años de edad tuve que fajarme para nivelarme con los jugadores de mi edad”, recuerda Dwight. “Cuando nos mudamos de vuelta a California, mi padre me llevó a un juego de los Dodgers y me enamoré del beisbol”. “Mi memoria más duradera de las pequeñas ligas es hacer trabajos en la pequeña granja de mi abuelo para ganar el dinero de la inscripción. No teníamos mucho dinero adicional cuando yo crecía”, reconoce. Para el momento cuando empezaba bachillerato había alcanzado y sobrepasado a los otros adolescentes. En su primer año integró el equipo All-Valley y en su año final fue el pelotero más valioso de la San Fernando Valley League. “Nunca pensé en tener una carrera profesional hasta que noté que los buscadores de talento me miraban como un jugador de año final”, dice Dwight. “Es divertido, oi de muchos equipos de grandes ligas, pero no de los Medias Rojas. Me sorprendí mucho cuando ellos me tomaron en el draft de junio”. Canal rápido hacia las mayores. Los Medias Rojas seleccionaron a Dwight en la quinta ronda del draft de 1969 y lo asignaron a su equipo de ligas menores ubicado en Jamestown, New York. “Las menores fueron un gran ajuste para mí”, recuerda Evans. “Era solo un niño (17 años de edad) y nunca había estado en el este. No estaba seguro de si merecía estar en Jamestown junto a los otros”. Dwight avanzó rápidamente a través de las menores y en 1972 fue promovido al equipo AAA en Louisville, Kentucky. “Tuve un comienzo lento en Louisville”, dice Evans, “pero Darrel Johnson me dijo que iba a ser su jardinero derecho bateara .100 o .300. Eso ayudó a relajarme”. Bateó .300 en Louisville y fue nombrado pelotero más valioso de la International League en 1972. Su juego estelar esa temporada le valió un llamado en septiembre para unirse a los Medias Rojas en medio de una cerrada carrera por el banderín. Se convirtió en jardinero regular de los Medias Rojas el 18 de septiembre de 1972, y participó en los últimos 17 juegos de alta tensión. “Me sentí cómodo en los jardines desde mi primer juego en las ligas mayores”, dice Dwight. “La defensiva me salía naturalmente, pero me tomó mucho tiempo ajustarme en el plato. En las mayores el pitcheo es mejor, pero la defensiva es aun mejor”. ¿Cuál fue la primera impresión de Dwight acerca de Fenway Park? “No podía dejar de pensar en lo hermoso que era el estadio. Estaba sorprendido de lo inmenso de la pared del jardín izquierdo y de lo cercana que parecía. Siempre me ha gustado mucho Fenway Park”. ___________________________________________________ Entrenamiento primaveral de 1975. __________________________________________ Cuando empezaron los entrenamientos primaverales en marzo de 1975, Dwight Evans ya había jugado en más de 250 encuentros con los Medias Rojas de Boston. Después de dos temporadas completas como regular y de jugar papel importante en la tercera, estaba cerca de ser un veterano de ligas mayores, aún así era uno de los peloteros más jóvenes del equipo. El novato Jim Rice era un año menor con 22, y el novato Fred Lynn tenía la misma edad que Evans con 23. Los “Gold Dust Twins”, Rice y Lynn, acapararon la atención en el campamento de los Medias Rojas ¿Cómo se sintió Dwight Evans con el foco de atención ubicado sobre Rice y Lynn? “Estaba maravillado por permanecer fuera de la atención de los medios”, enfatiza Evans. “Nunca quise ninguna atención individual”. “Y estaba muy feliz de que se unieran al equipo en 1975. Vimos lo que podían hacer el septiembre previo”, dice él. “Estaba convencido de que eran dos de las piezas faltantes y que nos ayudarían a pasar al siguiente nivel”. Cuando los Medias Rojas se fueron de Winter Haven al finalizar el entrenamiento primaveral, Peter Gammons escribió: “Hay potencial de banderín, pero también muchas interrogantes para considerarlos como candidatos en abril”. Dwight Evans mantenía su optimismo inicial. “Me sentí seguro de nuestra oportunidad desde el comienzo del entrenamiento primaveral hasta el final de la temporada”. Cuando empezó la temporada regular, tanto los Medias Rojas como Dwight Evans tuvieron un comienzo flojo. Los Medias Rojas se recuperaron primero. Después de terminar abril en el quinto lugar, el equipo llegó al primer lugar de la división este a finales de mayo, y ocuparon el primer o segundo lugar por el resto de la temporada. Afectado por lesiones en la pantorrilla y hombro, el promedio de bateo de Evans rondó los .230 hasta el receso del juego de estrellas de 1975. “Nunca usé las lesiones como excusa”, dice Evans. “El hecho es que siempre empezaba lento. ¡Cuando el clima se calentaba, yo también lo hacía!” Campeones de la división este. Los Medias Rojas se apoderaron del primer lugar el 29 de junio de 1975, y con marca de 55-35 en el resto del camino nunca perdieron el liderato. Y como se dijo, cuando el clima se calentó, el bate de Dwight Evans despertó. Bateó para .327 después del juego de estrellas para subir su promedio general en la temporada a un muy respetable .274. “Como crecí en Hawaii y California, el clima del norte a principios de la temporada era totalmente ajeno para mí. Nunca me acostumbré a jugar en Boston y el norte en abril y mayo”, admite Evans. Al preguntársele si recordaba algun momento clave durante el transcurso de los Medias Rojas hacia el primer lugar del este, Evans responde, “No. Confiámos todo el año en que íbamos a ser consistentes toda la temporada”. “Pero pienso que la adición de Denny Doyle en junio para jugar segunda base fue importante para nuestro éxito”, reconoce. “Estabilizó nuestro cuadro interior y aportó la chispa. Lo buscamos por su defensiva pero también bateó bien con nosotros (.310) ____________________________________ Postemporada histórica. _________________________________ Los Medias Rojas aseguraron la corona de la división este a finales de septiembre y se prepararon para enfrentar a los archi favoritos Atléticos de Oakland en la serie de campeonato de la Liga Americana. “Nadie pensaba que teníamos oportunidad”, recuerda Evans 40 años después. “Pero sabíamos que éramos mejores que Oakland y los barrimos en tres juegos”. Los Rojos de Cincinnati y su gran maquinaria roja eran aun más favoritos que los Atléticos cuando empezó la Serie Mundial de 1975. “Para ese momento estábamos acostumbrados a ser el batacazo”, dice Evans. “Pienso que usábamos eso para motivarnos”. La Serie Mundial de 1975 es considerada uno de los mejores Clásicos de Otoño de todos los tiempos. Cinco de los siete juegos se decidieron por una carrera, dos juegos fueron a extra innings y los cambios de liderato fueron muy numerosos. El canal televisivo MLB denominó al sexto juego como el encuentro más grandioso de los últimos 50 años. Dwight Evans tuvo una destacada Serie Mundial para los Medias Rojas de Boston. Bateó para .292, empujó cinco carreras, y empató el tercer juego con un jonrón de dos carreras en el noveno inning.. Y en el undécimo inning del sexto juego hizo lo que el manager de los Rojos Sparky Anderson llamó: “La atrapada más grande que he visto en esas circunstancias”. El marcador estaba igualado 6-6 en el undécimo cuando Joe Morgan, de los Rojos, bateó una línea dirigida hacia los asientos de la tribuna del jardín derecho. Así es como Dwight Evans recuerda su espectacular atrapada. “No fue mi mejor atrapada, pero si la más importante. Anticipé que la pelota giraría hacia la línea de cal del jardín derecho, pero se mantuvo recta como una flecha. Fue muy emocionante atrapar esa pelota”. “Nos disgustamos mucho cuando perdimos el séptimo juego ante los Rojos”, dice Dwight. “Sentimos que habíamos jugado tan bien como los Rojos y que cualquiera podía haber ganado”. “Pero esperábamos regresar a la Serie Mundial en el futuro porque teníamos un equipo muy talentoso”. Resultó que Dwight tuvo que esperar 11 años para regresar a la Serie Mundial en 1986, sería el único integrante de los Medias Rojas que jugó en las Series Mundiales de 1975 y 1986. ____________________________________________________________________ Dwight Evans hoy. ___________________________ Dwight “Dewey” Evans fue el jardinero derecho más grande en la historia de los Medias Rojas. Evans estuvo en todas o en parte de las 19 distinguidas temporadas como el jardinero derecho regular de los Medias Rojas, y en 1982 fue seleccionado como jardinero del equipo de todos los tiempos por votación popular. En el centésimo aniversario de Fenway Park en 2012, fue seleccionado como jardinero derecho del equipo de todos los tiempos de Fenway Park. Y en nuestra entrevista de mayo de 2000 con el ícono de los Medias Rojas, Johnny Pesky, él dijo: “Dwight Evans fue el mejor jardinero derecho que vi”. Varias veces en su carrera de 20 años, lideró la Liga Americana en carreras anotadas, jonrones, boletos, y porcentaje de embasado. Y tan bueno como fue a la ofensiva, fue aun mejor en su defensiva, al ganar ocho guantes de oro, el máximo número en la historia de los Medias Rojas. Han pasado 14 años desde su retiro y aun permanece entre los 100 mejores peloteros en las historia de las ligas mayores en 10 categorías importantes. ¿Y de donde vino el apodo de Dewey? “Caramba, ojalá tuviera una anécdota interesante sobre eso”, contesta Dwight, “¡pero no la tengo! Cuando jugaba en las menores nos poníamos apodos. El mío era Dewey y se quedó. He aprendido a apreciarlo”, se ríe. Dwight Evans y su esposa aun tienen su hogar en la zona metropolitana de Boston. Sus tres hijos son todos adultos y Dwight disfruta ser abuelo. Dwight fue coach de bateo de los Medias Rojas en 2002, y en 2003 fue nombrado Consultor de Desarrollo de Peloteros por los Medias Rojas, un cargo que aun mantiene. “Trabajo con los peloteros jóvenes en el sistema de ligas menores de los Medias Rojas y me gusta. Hago mi trabajo en Pawtucket y he trabajado con muchos jóvenes quienes van a tener grandes carreras”. ¿Qué mensaje tiene Dwight Evans para los fanáticos de los Medias Rojas? “Los fanáticos de los Medias Rojas son maravillosos”, replica Evans. “Aprendí al principio de mi carrera que si das todo tu esfuerzo siempre te apoyarán. Si un pelotero flojea, aunque sea brevemente, los fanáticos le van encima. Y eso está bien”. “Quiero agradecerles por apoyarme todos estos años, hasta el presente. Los fanáticos de los Medias Rojas siempre han sido maravillosos conmigo”. Traducción: Alfonso L. Tusa.
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