Hacer mejoras en los ecosistemas urbanos permite reducir ignificativamente el estrés y los riesgos de enfermedades graves.
Construir ciudades más verdes permite reducir significativamente el estrés y los riesgos de enfermedades graves, declararon esta semana más de 600 médicos canadienses que pidieron a Quebec liberar mayores inversiones.
Un desarrollo "óptimo" de las áreas verdes de las ciudades apunta a que la cobertura arbórea debería alcanzar el 40%, mientras que en la actualidad solo llega al 10% o 20%.
Aumentar la producción es sinónimo de reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares en un 9%, dijo Alain Poirier, médico especializado en salud pública en una conferencia de prensa de Montreal.
Hacer ciudades más verdes también llevaría a una disminución de los casos de asma, autismo, así como los riesgos de diabetes, presión arterial alta, sobrepeso u obesidad y de casos de mortalidad respiratoria entre otras, agregó.
"Los costos anuales de estas enfermedades en Quebec se han estimado en más de 26.000 millones de dólares" (18.000 millones de euros), precisó Jérôme Dupras, académico en economía ecológica en la Universidad de Quebec.
"La prevención, incluso muy parcial, de estas enfermedades mediante la ecologización efectiva, presenta un enorme potencial de ahorro en costos de salud cada año", aseguró Dupras.
Los árboles en las ciudades ayudan a retener el carbono, luchan contra las islas de calor, filtran los contaminantes del aire y las partículas finas de ozono, mientras que sus raíces controlan el agua de lluvia.
Los médicos y otros 600 profesionales de la salud en Quebec y más de 45 asociados, incluidas universidades y ciudades, piden al gobierno de Quebec que aporte el 1% del presupuesto dedicado a la infraestructura pública para plantar árboles cada año, es decir, 170 millones de dólares por año.
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