Esta ave es una especie sin subdivisiones que pertenece a la familia de Catártidas (Cathartidae), del griego “kathartes” que significa “el que limpia”, característica principal del Cóndor dada su condición de animal carroñero.
El Cóndor es imponente, puede llegar a medir 1.40 metros de altura con envergadura de 3.5 m al abrir las alas. No tiene plumas en su cabeza, de color oscuro, y en el caso de los machos está coronada por una carúncula carnosa.
Posee el plumaje corporal casi en su totalidad de color negro, pero, en el cuello tiene una franja blanca. La hembra se diferencia del macho por no poseer la carúncula y porque al desarrollar sexualmente sus ojos se tornan de color rojizo.
Es el ave más grande y de mayor envergadura del mundo, la que vuela a mayor altura y por más tiempo, ya que aprovecha las corrientes térmicas de aire cálido. Así, puede mantenerse en el cielo por horas, planeando en el aire helado de las montañas, en el aire caliente del desierto, al lado del mar o en zonas borrascosas y lluviosas de Sudamérica.
Si bien el territorio que habitaba anteriormente era más extenso, aún puede ser encontrado a lo largo de la cordillera de los Andes, desde la Sierra Nevada de Santa Marta en Colombia y la sierra de Perijá en Venezuela, hasta Tierra del Fuego en Argentina, abarcando Venezuela, Colombia, Ecuador, Perú, Bolivia, Paraguay, Chile y Argentina.
En Venezuela fue incluida como una de las cuatro especies de aves con mayor prioridad de conservación. Se le consideraba extinta desde 1912, hasta que fue observada de nuevo en 1976 en el estado Mérida. Aunque escasa, se tienen reportes de su avistamiento en la sierra de Perijá y se cuenta con unos 8 registros anuales en la cordillera de Mérida.
Su presencia en el país puede considerarse casual, posiblemente se trate de individuos provenientes de la Sierra Nevada en Colombia. Sin embargo, en varios lugares, los locales reportan haber visto varios “buitres”, otro nombre por el que es conocida esta ave, lo que podría indicar una distribución estable.
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