Los hombres con diabetes tienen mayor riesgo de padecer disfunción eréctil (vulgarmente denominada impotencia) que el resto de la población, entre el doble y el triple de posibilidades, tal y como asegura Eduardo García Cruz, responsable de Andrología del Instituto de Urología Serrate & Ribal de Barcelona. “La diabetes sigue siendo uno de los grandes factores que producen problemas de erección. Además, sabemos también que los hombres diabéticos responden peor a los fármacos para mejorar la erección”, explica García.
Al respecto, José María Recio Córdova del Servicio de Endocrinología del Hospital Clínico de Salamanca y miembro de la Sociedad Española de Diabetes (SED) reconoce que, aunque la disfunción eréctil no es un problema exclusivo de los hombres con diabetes, sí es más frecuente entre estos pacientes. “La prevalencia en varones diabéticos está entre el 35% y el 75%, es tres veces más alta que en la población general”, matiza Recio.
Y, ¿a qué edades es más habitual que se produzcan problemas de erección si tienes diabetes? Según el portavoz de la SED, la disfunción eréctil entre los pacientes diabéticos empieza a ser más frecuente a partir de los 35 años, entre un 5 y un 15% la padecen, en comparación con el 1,5% que se da en la población masculina general. “El problema puede darse más precozmente cuando hay otras complicaciones crónicas como retinopatía, nefropatía, arteriopatía, si hay mal control glucémico y la existencia concomitante de hipertensión e hipercolesterolemia”, detalla Recio. En este punto, García destaca que la disfunción eréctil será más común a medida que avanza la edad, unido al mal control de la diabetes.
¿Por qué la disfunción eréctil es más frecuente si tienes diabetes?
En términos generales, el riesgo de problemas sexuales es muy alto en hombres diabéticos mal controlados y de larga evolución, tal y como apunta el responsable de Andrología del Instituto de Urología Serrate & Ribal. “La diabetes es una enfermedad que impacta en la sexualidad masculina por tres vías: lesiona los vasos sanguíneos y hace que funcionen peor; disminuye el nivel de testosterona y, por último, daña los nervios que regulan cómo se produce la erección”, detalla García. “Las causas orgánicas de esta mayor prevalencia de la disfunción eréctil en personas con diabetes son el resultado de alteraciones vasculares, neurológicas y metabólicas, las cuales también afectan a otros órganos como el corazón, los riñones, la retina o la circulación de las piernas”, añade Recio.
Control de la glucosa
Ambos especialistas insisten en que uno de los principales factores que provoca la falta de erección en hombres con diabetes es el control de la enfermedad, es decir, mantener unos correctos niveles de glucosa en sangre. “El riesgo de disfunción eréctil grave es mayor cuando hay mal control de la glucemia en sangre y mayor número de complicaciones crónicas establecidas como la vasculopatía y la neuropatía”, subraya Recio.
En cuanto a cómo afecta la neuropatía a la disfunción sexual, el portavoz de la SED explica que “los estímulos sexuales provenientes del cerebro activan los centros nerviosos situados en la médula espinal, los cuales transmiten los impulsos a los nervios de los genitales, que son muy importantes para el mantenimiento de la erección”. De esta forma, y como ya apuntaba García, la diabetes mal controlada puede producir daños en el sistema nervioso que repercuten de manera negativa en la respuesta sexual.
Disfunción eréctil y circulación sanguínea
Los expertos consultados por CuídatePlus recuerdan que la erección depende de una compleja red de venas y arterias que controlan el riego sanguíneo, por tanto, cuando disminuye la circulación sanguínea se puede alterar la función sexual tanto en hombres como en mujeres. “Esta influencia del riego sanguíneo en la zona genital explica que los principales factores de riesgo para la disfunción eréctil sean los mismos que para las enfermedades cardiovasculares: la hipertensión, el tabaquismo, la obesidad, el sedentarismo y el exceso de colesterol”, expone Recio. Además, este experto indica que en estos casos “hay que añadir que el exceso de glucosa en sangre propio de los diabéticos mal controlados, que acelera el deterioro de las arterias, haciéndolas más rígidas y más estrechas”.
Diabetes y niveles de testosterona
Los últimos estudios científicos confirman que las concentraciones bajas de testosterona están relacionadas con resistencia a la insulina, hiperglucemia, hipertensión, dislipidemia, y con un aumento del riesgo cardiovascular. “Diversos estudios indican que los varones diabéticos presentan frecuentemente la testosterona disminuida”, asegura Recio y añade: “Su déficit ocasiona reducción de la actividad sexual y disminución de la calidad del orgasmo y del volumen del semen”. Asimismo, estas investigaciones señalan que la disfunción eréctil se incrementa en los hombres con sobrepeso debido a que el tejido adiposo puede reducir los niveles de testosterona y, a su vez, la menor presencia de esta hormona facilita la formación de grasa.
Por otra parte, otras causas que pueden interferir en la respuesta sexual de los hombres con diabetes son el consumo de alcohol, tabaco y, como en el resto de la población, el estrés puede condicionar o agravar la disfunción eréctil.
Cómo prevenir la disfunción eréctil si tienes diabetes
Para García, controlar el peso, hacer deporte, mantener unos correctos niveles hormonales y de glucosa en sangre son claves para preservar la erección. “Hay que mejorar las hormonas, regenerar la erección siempre que se pueda, tratar el sobrepeso. Pienso que la testosterona y las ondas de choque son muy útiles, especialmente cuando el problema no está muy evolucionado”, recomienda este especialista, aunque insiste en que ningún tratamiento es válido si no se controla la enfermedad de base. Además, este experto aconseja a los hombres que tengan disfunción sexual que acudan a su médico para pedir ayuda: “el problema no se va a ir solo, y cuanto más esperes es más difícil encontrar una solución”.
Por su parte, Recio coincide en la importancia de controlar todos los factores de riesgo cardiovascular que pueden acompañar a la diabetes como obesidad, sedentarismo, glucosa en sangre elevada, hipertensión arterial, hipercolesterolemia y tabaquismo. A su juicio, la falta de respuesta sexual es una problemática que no tiene por qué perpetuarse y puede aprovecharse como una oportunidad para instaurar hábitos de vida saludables.
Fármacos para la disfunción eréctil
“En la mayoría de los casos el tratamiento de elección son los inhibidores específicos de la enzima fosfodiesterasa tipo 5 que actúan amplificando la respuesta relajadora a los estímulos normales de la erección en los vasos del pene”, apunta Recio. Para el portavoz de la SED, estas terapias mejoran la intensidad y la duración de las erecciones mediadas por estímulos sexuales. “El efecto sobre la erección se incrementa durante las primeras dosis, por lo que no debe considerarse que el medicamento es inefectivo hasta haberlo tomado al menos en cuatro ocasiones distintas”, aclara.
En este sentido, Recio recuerda que el tratamiento farmacológico debe ir acompañado del refuerzo de aquellos aspectos emocionales implicados en la sexualidad como la comunicación con la pareja.
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