El sueño de Magnus MacFarlane-Barrow, fundador de la ONG, es “que cada niño en este mundo tenga al menos una buena comida al día en su lugar de educación”
Con motivo de la nueva edición de la GAR Global Alumni Reunion del IESE, e invitado por la Asociación de Antiguos Alumnos de esta escuela de negocios, ha visitado Madrid el fundador y CEO de Mary’s Meals, Magnus MacFarlane-Barrow. Mary’s Meals es un movimiento global que se presenta como una solución sencilla al hambre en el mundo. Actualmente da de comer a 2.058.099 niños cada día escolar en algunas de las comunidades más pobres del mundo en 19 países. El coste promedio de alimentar a un niño durante un año escolar es de solo 18,30 euros.
Una de las misiones de Mary’s Meals es la esperanza. “Creo que podemos ver que las cosas pueden ser mejores, que no hay una buena razón por la que un niño pueda ir a la escuela sin comida ningún día,en este mundo en el que producimos alimentos suficientes para todo el mundo”, ha explicado Magnus.
«No tenía ningún plan»
Mary’s Meals es una idea sencilla que funciona dando una comida nutritiva diaria en el lugar de la educación. Niños con pobreza crónica son atraídos a la clase donde obtendrán una educación básica que les dará una vía de escape de la pobreza. “No tenía ningún plan cuando intenté hacer algo pequeño para ayudar”, subraya el fundador de la ONG.
En la organización benéfica internacional de alimentación escolar se enfocan solo en una cosa. Reconocen que no lo pueden hacer todo, pero se centran en un reto crucial, que es solucionar el hambre en los niños en sus lugares de educación. En la actualidad alimenta a niños en países de cuatro continentes: en Malawi, Liberia, Kenia, Zambia, Haití, India, Siria, Líbano, Etiopía, Tailandia, Myanmar, Uganda, Sudán del Sur, Níger, Madagascar, Zimbabue, Benín, Ecuador y Rumanía.
Gracias a la labor que ha realizado, Magnus ha recibido varios premios. “No significa mucho para mi persona, encuentro difícil aceptar premios personales”, ha asegurado.
El fundador entiende sus premios como los de todo Mary’s Meals: “Es el movimiento de mucha gente y estos premios son para toda la familia”. También, Magnus MacFarlane-Barrow ha escrito el libro “El cobertizo que alimentó a un millón de niños”, donde se descubre la historia inspiradora de Mary’s Meals. Para el fundador “no es una fantasía, es algo que he experimentado. Una historia sobre la providencia de Dios, la misericordia de Dios y la bondad de la gente”.
El impulso del Papa Francisco
Según Magnus MacFarlane-Barrow, católico practicante, todavía hay motivos de esperanza en este mundo. Magnus se ha reunido varias veces con el Papa Francisco: “Nos dijo que fuéramos adelante y nos animó a seguir con ello”. Su sueño en la vida es “que cada niño en este mundo tenga al menos una buena comida al día en su lugar de educación, creemos que es posible y estamos en las manos de Dios”.
Cuando cerraron los colegios por la covid-19, Mary’s Meals siguió alimentando a casi todos los niños. Esto fue posible gracias a la financiación de las comunidades locales: “Los líderes locales tomaron la responsabilidad de solucionar cómo alimentar a los niños en casas. Es increíble lo que pasó y como pudimos solucionarlo”.
Magnus siente que nunca ha perdido el sentimiento de sorpresa y se encuentra lleno de gratitud: “Dios me dio esta oportunidad de hacer esto con mi vida. He visto a toda esta gente increíble involucrada en esta misión dando de sí mismos y les hace felices”. “
Dos millones de niños en tiempo récord
Hace tan solo seis años su labor llegaba a un millón de niños, pero ha crecido hasta los dos millones en un tiempo récord.
Para Magnus MacFarlane-Barrow, fundador de Mary’s Meals, se trata de un milagro: “Siempre quiero pensar en Mary’s Meals como el milagro de los panes y los peces. Jesús preguntó a la gente que tenían, y dijeron que solo tenían unos pocos panes y peces. Hizo ese sorprendente milagro alimentando a esas 500 personas. En Mary’s Meals creemos que hacemos pequeñas cosas y conseguimos cosas más maravillosas”.
Todo empezó por la respuesta de un niño
Durante su viaje a Malawi en 2002, Magnus conoció a una familia cuya situación iba a provocar un cambio no solo en su propia vida, sino en la vida de miles de personas. Tumbada en el suelo de una choza estaba una madre llamada Emma, que se estaba muriendo de SIDA. Sus seis hijos estaban reunidos a su alrededor y Magnus preguntó al mayor, Edward, qué esperaba de la vida. “Tener suficiente para comer y poder ir al colegio algún día”, fue su respuesta.
Las palabras de Edward inspiraron la misión en lograr que los niños hambrientos vayan a la escuela gracias a la provisión de las comidas de Mary’s Meals. Trabajando con personas que comparten la misma idea y en asociación con algunas de las comunidades más pobres del mundo, Magnus dirige una misión que permite a los niños de todo el mundo saber que son importantes.
La organización benéfica, que comenzó alimentando a solo 200 niños en el sur de Malawi en 2002, ahora trabaja con comunidades de 19 países para proporcionar comida a más de dos millones de niños cada día escolar, cocinadas y servidas por voluntarios locales.
¿Quién es Magnus MacFarlane-Barrow?
Magnus MacFarlane-Barrow, OBE, es fundador y director ejecutivo de Mary’s Meals, una organización benéfica contra el hambre que proporciona una comida diaria en un lugar de educación para más de dos millones de los niños más pobres del mundo. La comida diaria atrae a los niños a clase, donde obtienen una educación básica que les proporciona una vía de escape de la pobreza.
Empezó su carrera como piscicultor en Argyll, Escocia. En 1992, durante el conflicto de los Balcanes, Magnus y su hermano Fergus se sintieron tan conmovidos por las escenas de la televisión que pidieron una semana de permiso en su trabajo, cargaron un todoterreno con ayuda y se unieron a un convoy que viajaba a Medjugorje, en Bosnia, para distribuirla. A su regreso, las donaciones siguieron entrando a raudales, por lo que Magnus acabó conduciendo desde Escocia hasta Bosnia un total de 23 veces para entregar ayudas de primera necesidad. Nunca volvió a su antiguo trabajo y en cambió fundó una organización benéfica registrada, llamada Scottish International Relief (SIR).
Está casado con una enfermera y tienen siete hijos
Poco después, Magnus conoció a Julie, una enfermera, que se ofreció como voluntaria para ayudarlo a entregar ayuda de emergencia. Julie se comprometió con la organización benéfica y también con su fundador. Se casaron y tienen siete hijos.