Casi 50.000 personas murieron por el coronavirus y más de 21 millones fueron diagnosticadas con la infección la semana pasada (17-23 de enero de 2022), informó este martes la Organización Mundial de la Salud (OMS). Esta cifra, que representa un aumento del 5 % en comparación con la de la semana anterior, es "el mayor número de casos semanales registrados desde el comienzo de la pandemia", advierte el organismo.
Pese a alcanzar el nuevo pico, el crecimiento de la incidencia del virus se registró solo en tres de las seis regiones de la OMS: Mediterráneo Oriental, Asia Suroriental y Europa. En cuanto a las muertes, su incidencia creció en Asia Suroriental, Mediterráneo Oriental y Américas.
A pesar de los avances en la vacunación y de las restricciones, tras poco más de 13 meses de pandemia de coronavirus, el mundo ha superado otro sombrío hito. Según los datos recogidos por la Universidad Johns Hopkins, el número de muertes por COVID-19 superó el pasado sábado los tres millones, sólo tres meses después de haber superado la barrera de los dos millones en enero.
Como muestra el siguiente gráfico, Estados Unidos ha sido el país más afectado por la pandemia en términos de vidas totales perdidas. Hasta el 18 de abril de 2021, las muertes por coronavirus en Estados Unidos ascendían a 567.000, muy por delante de Brasil, con más de 370.000 muertes. Sin embargo, el análisis de las muertes por cada 100.000 habitantes ofrece una imagen ligeramente diferente, ya que muestra que Brasil, Reino Unido e Italia se han visto aún más afectados que Estados Unidos. Hasta ahora, Estados Unidos ha registrado 173 muertes por cada 100.000 habitantes, frente a las 194 de Italia, las 190 del Reino Unido y las 177 de Brasil. España, por su parte, cierra la lista de los diez países con mayor número de fallecidos a causa de la COVID-19, con cerca de 77.000 fallecimientos y 164 muertes por cada 100.000 habitantes.
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