Natividad, Noelia o Natalia son algunos de los nombres a los que el calendario católico rinde homenaje cada 25 de diciembre, fecha en que se celebra el nacimiento de Jesús
Según manda la tradición cristiana, cada 25 de diciembre se celebra el nacimiento de Jesús, pero la Navidad tal y como se conoce hoy día no comenzó a celebrarse justo después de la muerte de Cristo. De hecho, los cuatro primeros siglos de la era cristiana presenciaron una lucha continua por dar a conocer una doctrina que terminaría siendo aceptada en el siglo IV. En el Edicto de Milán de 313, el monoteísmo empieza a igualarse con el paganismo tradicional, pero fue alrededor de medio siglo después, en el 350, cuando el Papa Julio I pidió que el nacimiento de Cristo fuese celebrado el 25 de diciembre, algo finalmente decretado por el Papa Liberio.
¿Por qué ese día? Hay dos hipótesis que intentan explicar la adopción de esta fecha: si Jesucristo nació el 25 de diciembre, tuvo que haber sido concebido por el Espíritu Santo a finales de marzo, es decir, coincidiendo con el inicio de la primavera y el ciclo de renovación asociado a ella; pero también es posible que fuese una mera influencia de las solemnidades paganas.
Los defensores de esta última posibilidad argumentan que la Iglesia eligió estratégicamente una serie de fechas para celebrar las fiestas navideñas, consciente de la importancia que ya revestían los citados días para la religión pagana, por lo que resultaba mucho más sencillo cristianizar estas festividades milenarias que hacerlas olvidar radicalmente y sustituirlas por otras.
El origen de la Navidad se ha citado tradicionalmente en las Saturnales, las fiestas en honor a Saturno que se celebraban en Roma entre el 17 y el 23 de diciembre, celebrando que los días comenzaban a alargarse. Sin embargo, quizá tuviese una importancia aún mayor la fiesta del 'Sol Invictus', instituida por Aureliano en 274 y convertida en fiesta suprema por Constantino.
Poco a poco, los siglos fueron dando forma a la Navidad tal y como la conocemos: el Adviento, ese período de entre tres y seis semanas acompañado por “meditaciones, predicaciones, oraciones y penitencias” se generalizó entre los siglos IV y VI y prolongó las festividades más allá de la propia Navidad. Esta comenzó a celebrarse en catedrales donde se leían textos como las Profecías de Isaías o el Evangelio de San Juan. Es en este período cuando nacen las misas de Nochebuena, que podían llegar a ser tres: la primera de ellas, la del Gallo, es la más famosa, y debe su simbología al animal que primero anunció el nacimiento de Jesús.
Junto a la conmemoración de nombres como Natividad, Noelia o Natalia, el calendario católico recuerda este día a otros santos:
- Santa Anastasia
- Santa Eugenia
- Beato Miguel Nakasima
No hay comentarios:
Publicar un comentario