Por: Adriana D’Onghia
Pareciera que la duración de los partidos de béisbol afecta no solo a las Grandes Ligas como ya ha quedado demostrado con los insistentes cambios que se han hecho en los últimos años. La LVBP se reunió como de costumbre cada año, en esta ocasión la Isla de Margarita que recibió a los dirigentes de los diferentes clubes para organizar el próximo torneo.
Domingo Carrasquel será homenajeado en esta ocasión, por lo que la campaña llevará su nombre. Y se llegó a diversos acuerdos que van en línea con el objetivo de llegar más a la generación que no aguanta tantas horas frente al televisor o en el estadio. Las visitas al montículo han sido limitados a 6, antes se podía hacer cuantas veces fuera considerado, ahora entre el mánager, receptor, coach y jugadores tendrán que ponerse de acuerdo.
También hubo reducción en cuanto a los extranjeros, de 12 que ha sido la cantidad habitual al menos en los últimos 20 años, ahora cada equipo contará sólo con 7. En este asunto la situación país asume un papel protagónico porque aunque en las recientes ediciones la liga ha contado con las divisas necesarias para asumir esos compromisos la situación de ahora es mucho peor incluso a la que se vivió de octubre a enero pasado.
El horario de los partidos deberá ser considerado en algún momento, cada día las calles se vacían más temprano y difícilmente los fanáticos podrán estar presentes hasta cercana la media noche, sobre todo en la ciudad de CARACAS, la más peligrosa del país.
Los porcentajes de asistencia son una deuda pendiente. Y esperamos también el nombramiento de quienes para la siguiente zafra se encargarán de supervisar las políticas antidopaje que sobretodo en la edición anterior dejó mucho de qué hablar.
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