Envejecer, no significa volverse invisible, envejecer es cuando nos cerramos a ideas nuevas y nos aferramos a nuestras viejas creencias, envejecemos cuando dejamos de luchar, envejecemos cuando miramos siempre hacia atrás y no nos damos la oportunidad de vivir mirando hacia adelante.
Yo, en lo personal no tengo edad. Tengo vida, tengo futuro, y no dejo que la tristeza del pasado ni el temor del futuro entorpezca la alegría de vivir el presente, vivo el hoy y no espero el mañana, miro pasar el tiempo como una ganancia y no como una perdida. Por eso, cuando me preguntan;
¿Que cuantos años tengo? respondo...
Qué importa eso? , tengo la edad que quiero y siento, la edad en la que puedo gritar sin miedo lo que pienso, hacer lo que deseo, sin miedo al fracaso o a lo desconocido.
¿Que cuantos años tengo?
No necesito marcarlos con un numero, sino, por mis anhelos alcanzados, mis amigos logrados, mis triunfos adquiridos y por mis lagrimas que derrame en el camino al ver algunas ilusiones derrumbarse, eso vale mucho mas, pues lo que importa es la edad que siento, tengo los años que necesito para mirar, hablar, actuar libre y sin miedos.
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