Su presidente, Manuel Alonso Rebareda, sostiene que están ganados a la incorporación de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y de otras empresas de energía o productoras de materias primas, a los fines de que sean colocados sus bienes transables.
Caracas.- En la Bolsa de Valores de Caracas (BVC) se asegura, que ese mercado ofrece condiciones para la compra venta de acciones, bonos, obligaciones, títulos de participación, letras del tesoro y otros activos autorizados para su negociación bursátil.
Su presidente, Manuel Alonso Rebareda, sostiene que están ganados a la incorporación de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y de otras empresas de energía o productoras de materias primas, a los fines de que sean colocados sus bienes transables.
En el corro capitalino, dice, “siempre hemos querido que se coticen commodities, pero normalmente las regulaciones y las leyes venezolanas no lo permiten”. Más aún, en la Bolsa de Valores, “hemos estado abiertos al ingreso de Pdvsa, de cualquier forma, a través de la estatal petrolera o de sus 43 empresas asociadas, las cuales podrían levantar capital en Venezuela, en términos de bolívares, para sus operaciones.
Sin embargo”, argumenta, “las restricciones legales no lo han permitido. Eso es lo que tenemos. Estamos atrapados en un concepto de desarrollo político en la economía, en la cual hay dos o tres proyectos que no logran concatenarse, es decir, entre lo que es ser liberal en la economía, conservador, y extremadamente controlador.
Insiste en que “una de las fórmulas para poder hacer un mercado transparente y dinámico en el caso de la divisa extranjera, del dólar, es la Bolsa; de manera que todo el mundo pueda comprar, vender y ver qué es lo que se hace. Pero el Estado, tal como lo han expresado sus voceros en varias oportunidades, considera que el (tipo de) cambio es un instrumento de control político más que uno de control económico, eso hace que el caso del dólar no haya podido venir a la BVC, como ocurrió en otras ocasiones en que hubo control de cambio”
–¿La Asamblea Nacional haría estos cambios legales?
–Se necesitan muchos cambios no solo en esta área. Quizás la situación en este momento, más que todo, es de un arreglo político. Creo que la economía lamentablemente está caminando detrás del problema político. La solución del problema político puede conllevar a la solución del económico.
Espero que desde la Asamblea y desde el mismo Gobierno entiendan que más allá de lo que se llama el poder, están los ciudadanos y los ciudadanos queremos cubrir nuestras necesidades y hasta cierto punto, quizás el interés que se ha perdido en la política es el de los ciudadanos, de ver cómo salimos mañana a trabajar y cómo conseguimos el pan de cada día, estamos muy imbuidos de cómo es el mantenimiento del ejercicio del poder.
–¿En cuánto estiman la inflación y el comportamiento económico al cierre del año?
–Estimamos un decrecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en alrededor del 8% y 10% y una inflación entre 600% y 800%. Estos números los estimamos porque prácticamente este año no tenemos ninguna cifra oficial, más allá de las que se le han dado al Fondo Monetario Internacional (FMI) y en el caso del canje de bonos de Pdvsa; cifras que se toman para hacer proyecciones.
–¿Cómo cuáles?
–Las cifras de producción petrolera, reconocidas por Pdvsa, que han venido decreciendo. Si se proyecta a futuro va a indicar que probablemente el año que viene ese sector va a ser más complicado. Estimamos que el próximo año pudiera presentarse un decrecimiento entre 4,5 y 5,5% del PIB general y una inflación más fuerte que este año. No me atrevería a dar números porque depende de muchos aspectos, si el Ejecutivo adopta ciertas medidas.
–¿En qué orden?
–Creo que se ha producido una liberación de precios en la mayoría de los rubros de alimentos, y esa liberación coloca a estos productos en una situación de que si se pudiese eliminar el control de cambio, el efecto no sería tan grave, esto permitiría que el sector privado pudiese, utilizando su fórmula de financiamiento o sus disposiciones que tiene en moneda extranjera, y hacer las importaciones sin depender tanto del Estado. Podemos pasar a ser un país muy competitivo, en el caso de las exportaciones, siempre y cuando esta variable y otras adicionales, (…) hay que eliminar ciertos controles. Yo no digo que el Estado deje de vigilar el desarrollo de la economía y hasta cierto punto intervenga en el momento necesario, pero creo que la libertad económica es importante.
Otro aspecto es que el Gobierno puede hacer que la seguridad jurídica sea un patrón en la ejecutoria del Estado, es decir, acabar con las nacionalizaciones y confiscaciones y no intervenir tanto en los procesos productivos que el sector productivo puede llevar a cabo
Siempre sin olvidar que hay sectores de la población que son muy vulnerables y el Gobierno debería enfocar sus esfuerzos para que el impacto sea lo menos posible a esta población.
–¿La contracción económica cómo afecta el desenvolvimiento de la BVC?
–Al haber una seguridad jurídica y no ser lo más adecuada posible o, la percepción que tengan los inversores no sea la adecuada, la gente se aleja del mercado y el mercado de capitales básicamente trabaja en base al ahorro y la capacidad de ahorro obviamente está mermada. Y eso es lo que hasta cierto punto, ha impedido que las personas puedan acceder a este mercado. Adicionalmente quizás por un concepto de tipo ideológico, no ha habido apertura ni promoción de esta actividad, sino restricciones. Si el gobierno se fijara un poco o volteara la mirada acá, algunas de las soluciones de tipo financiero las estaría encontrando.
–¿Y el Índice Bursátil?
–La BVC ha seguido creciendo en los últimos 6 o 7 años. El índice se basa en los precios de las acciones en el caso de la renta variable y en situaciones de alta inflación, los precios tienden a subir inclusive las acciones, porque expresan el patrimonio de las empresas y las empresas tienen un valor de reposición que por su estructura, se asimilan a la tasas de cambio, entonces el inversionista, asume que el valor de reposición es cada vez más alto y obviamente, las acciones así lo reflejan. Hemos tenido crecimiento en el IB y en los volúmenes transados, sin embargo no es difícil prever que en valores reales, en términos de dólares, ha habido un decrecimiento en los últimos años.
Al comparar la BVC con las de la región se observa que pasamos, de finales de los 80 y principios de los 90, de ser la tercera Bolsa en volúmenes más grandes de América a los últimos lugares, en el 16 o 17. Esto ha sucedido desde 1992.
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