La recomendación de médicos, pediatras y nutricionistas en general en cuanto a la alimentación del recién nacido hasta los 6 meses es la de la lactancia materna exclusiva, lo cual quiere decir que el bebé recibe como alimento sólo leche materna y ningún otro tipo de sólidos o líquidos, excepto algún suplemento indicado en casos especiales por el médico.
¿Esto es lo mejor para el niño?
La respuesta a esta pregunta, muchas veces hecha por mamás sobre todo aquellas primerizas, es un rotundo “SI” y te contamos porqué:
- La leche materna es el único alimento capaz de satisfacer todas las necesidades de nutrientes durante los primeros seis meses de vida.
- Proporciona además suficiente agua aun en climas cálidos, y es la fuente de líquido más segura.
- La leche materna es más segura e higiénica porque el niño la toma directamente de su mamá. Está disponible a toda hora y en cualquier lugar, y se conserva bien dentro del pecho materno, aun cuando la madre haya pasado un tiempo sin amamantar.
- A través de su leche, la mamá le trasmite al bebé factores de protección (“anticuerpos”) que los protegen contra las enfermedades más comunes cuando son muy pequeños y hasta que sean capaces de formar sus propias defensas.
- La lactancia exclusiva reduce el riesgo de diarrea y de otras infecciones, pues dar al bebé cualquier otro tipo de alimento o bebida aumenta el riesgo de diarrea.
- Los niños alimentados sólo con leche materna presentan un menor riesgo de enfermedades infecciosas, menor frecuencia de cuadros alérgicos durante el primer año de vida y menor riesgo de desarrollar obesidad, diabetes y otras enfermedades crónicascomo artritis, osteoporosis, hipertensión arterial etc. en etapas posteriores de la vida.
- Además de una nutrición óptima, los niños alimentados con lactancia materna exclusiva presentan mejores patrones afectivos y emocionales, y tienen un menor riesgo de desarrollar trastornos de la conducta alimentaria en la infancia
- Ayuda a la mamá a volver a su peso adecuado.
Las madres que amamantan requieren:
- Una pequeña porción de alimentos extras, especialmente frutas y verduras, lácteos, carnes (vaca, pollo y pescado).
- Abundante consumo de líquidos: agua, jugos de frutas.
- Realizar 5-6 comidas diarias
- No debe realizar una dieta estricta para perder peso, esto podría afectar la lactancia.
La recomendación más importante para las mamis es:
Alimente al bebé cada vez que lo pide, día y noche, durante todo el tiempo que quiera; esto es lo que se llama “lactancia a demanda”. Los bebés piden cuando tienen hambre y esto favorece que la madre produzca la leche que su hijo necesita. Para que la mamá pueda producir la leche que su bebé necesita, el niño debe mamar con frecuencia.
Por la licenciada Romina Krauss – M.P.n°147
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