Pongamos que has decidido eliminar a esos kilos que sobran en tu balanza, y que ese sobrepeso es perjudicial para la salud. La cuestión es por dónde empezar. Y es ahí cuando entra la duda de rigor: ¿Qué es mejor, activarse físicamente, con todos los beneficios que eso lleva para la salud o no hacer ninguna clase de ejercicio y controlar simplemente el peso mediante la dieta?
La ciencia aboga por lo primero: El ejercicio. Para aquellos con unos kilos de más, es mucho mejor para su salud realizar una actividad física moderada que hacer dieta.
El doctor Fernando Jiménez Díaz, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, asegura que el ejercicio es prioridad ya que permite controlar las enfermedades cardiovasculares, respiratorias y también en trastornos psíquicos como el insomnio, la ansiedad y otros trastornos emocionales.
“Es más importante la actividad física”, asevera tajante el doctor Jiménez Díaz que pone cifras a esa recomendación. No hace falta machacarse en el gimnasio dos horas diarias cada día. “Es suficiente con un ejercicio suave, continuo, como la marcha”, explica. “Al menos tres o cuatro días a la semana, y alrededor de unos 45 minutos”.
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Según un estudio de la Universidad de Cambridge, el ejercicio es más importante en nuestra salud que el peso corporal, y la falta de actividad física es dos veces más letal que la obesidad.
Desde una perspectiva de la salud pública, y aunque es necesario continuar con los esfuerzos en reducir los niveles de obesidad, también deberíamos estar ayudando a las personas a aumentar la actividad física y mejorar su alimentación.
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