Poco efectivo y pago en billetes de baja denominación son las quejas más comunes que presentan los pensionados cada vez que van a cobrar su beneficio por vejez. Gerentes de instituciones bancarias argumentan que la poca disponibilidad de efectivo depende del BCV.
Caracas.- El pago de la pensión se ha convertido en un vía crucis para muchos adultos mayores, pues estos argumentan que durante los dos últimos meses han tenido que recurrir en más de una ocasión a las entidades bancarias, tanto públicas como privadas, para poder retirar completamente dicho beneficio que normalmente les cancela el Estado los días 20 de cada mes.
Poca disponibilidad de efectivo, pago fraccionado, colas de hasta cinco horas y molestia por pagos con billetes de baja denominación fueron algunos de los testimonios que obtuvo el equipo reporteril de El Universal durante un recorrido por los distintos bancos ubicados al oeste de Caracas donde se entrevistó a una veintena de personas.
Francisco Martínez –un vendedor ambulante de café que otrora trabajó como obrero en distintas constructoras– relató que ya le falta un año para recibir la pensión, pero manifestó su temor a llegar a ese día. “Yo he visto cómo los abuelitos madrugan para cobrar y muchas veces se quejan porque no reciben el monto completo y los mandan a ir el día siguiente”, acotó.
Desde el 1 de julio de este año el ingreso de los pensionados se ubicó en Bs. 126 mil 790,3 que se distribuyen en Bs. 97.531 –monto equivalente al salario mínimo–, además de un bono especial de guerra económica de Bs. 29.259,3. Según cifras del Gobierno, más de 90% de los adultos mayores en Venezuela reciben el beneficio de la pensión, unas 3,3 millones de personas.
“Estamos pasando las de Caín, por un vía crucis que se repite cada mes, nunca habíamos vivido algo así”, expresó Elvia desde las afueras de una entidad financiera en el Centro Comercial San Martín tras asegurar que entre agosto y septiembre ha tenido que ir más de cuatro veces al banco porque solo le dispensan un máximo de 30 mil bolívares por día “y a veces me dan puros billetes de 10 y 20 bolívares”.
La septuagenaria añadió que padece de hipertensión arterial, pero dejó de preocuparse por adquirir los medicamentos para dicha enfermedad “porque no hay de ningún tipo” en las farmacias y que, cuando no está en las colas del banco, utiliza el dinero que recibe para comprar pan todas las mañanas. “El bono ese de guerra económica se me va en un cartón de huevos”, subrayó.
Hace dos semanas la Superintendencia de las Instituciones del Sector Bancario de Venezuela (Sudeban) publicó en Twitter una circular enviada a las instituciones financieras donde se insta, entre otras cosas, a no limitar la cantidad de retiro de efectivo a los adultos mayores pensionados, jubilados y personas con discapacidad.
Pese a esta decisión, la gerente de un banco del centro de la ciudad –quien pidió no ser identificada– le comentó a El Universal que las entidades financieras trabajan con la disponibilidad de efectivo que les asigna el Banco Central de Venezuela (BCV).
“En el país hay problemas de efectivo, eso todo el mundo lo sabe, pero nosotros les pagamos a los pensionados su monto completo aunque en cantidades fraccionadas por día dependiendo de nuestra disponibilidad de billetes”, acotó, quien también sugirió que tanto la Sudeban como el BCV deben crear políticas para permitirle a la banca disponer de efectivo. Esta declaración coincidió con la de otros agentes de la banca privada.
La gerente afirmó que muchos de los adultos mayores que cobran en esa institución poseen tarjetas de débito, pero prefieren esperar en las afueras de la entidad desde las 5:00 a.m., los días de cobro, para retirar el efectivo dado que muchos de ellos no están familiarizados con las transacciones electrónicas.
Durante un recorrido realizado este lunes por distintas sedes de la banca pública, se constató que dos de ellas no tenían disponibilidad de efectivo por taquilla.
Elvira, de 89 años, quien además presentaba problemas para movilizarse, comentó que toda su pensión se le va en la compra de medicina importada para el tratamiento de su artritis. “Con la tarjeta esa (de débito) gasto 90 mil bolívares en medicamentos”, dijo.
Desde la plaza de La Candelaria añadió que desde el año pasado se encuentra esperando que cancelen el bono de alimentación porque también debe comprar pañales para adultos “y el paquete de seis unidades cuesta entre 35 y 50 mil bolívares”. “Uno en este país no tiene derecho a envejecer”, ironizó.
En marzo del 2016 el Parlamento aprobó la Ley de Bono de Alimentación para Jubilados y Pensionados, dicha norma “cumplía los parámetros de constitucionalidad”, según indicó el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) en la sentencia número 327; sin embargo, el ente judicial refirió que “su entrada en vigencia está supeditada al cumplimiento, por parte de la Asamblea Nacional, del extremo necesario relativo a la viabilidad económica".
Solo cuatro de 20 personas manifestaron no presentar ningún inconveniente al cobrar la pensión mensual debido a que sus bancos, dicen, les depositan el dinero en una cuenta corriente. No obstante, coincidieron con el resto en que el monto actual de los pensionados es muy bajo para cubrir sus necesidades básicas de alimentos y medicinas.
En el 2011 el entonces presidente de la República, Hugo Chávez, creó la Gran Misión en Amor Mayor para darles el beneficio de la pensión a las personas de la tercera edad que trabajaron y que no pudieron cotizar en el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS).
El 13 de diciembre de ese mismo año, entró en vigencia la ley que regula la referida misión donde se estableció el pago de las pensiones para las mujeres a partir de los 55 años y de los hombres desde los 60 años. La norma, además, reflejó que el beneficio es para venezolanos o extranjeros con residencia legal en el país durante los últimos diez años.
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