La crisis, el pan diario de los venezolanos. Lo único que abunda en los mercados, los bancos y en especial en los bolsillos de los ciudadanos. Maduro aprobó una millonada para el Consejo Nacional Electoral (CNE), con la excusa chimba de los comicios municipales. Pero no ha tenido “ni medio” para solventar los problemas coyunturales.
Adry Perdomo/ Venezuela Al Día
La situación precaria es tal, que ha conllevado a que los ciudadanos compren alimentos “por cucharadas”. Ya no hay empaques de ningún producto, pero sobran bolsitas con escasos gramos para que medianamente saboree, lo que una vez estuvo en abundancia y a plena disposición de compra.
Recomiendan congelar comida para “rendirla” ante la crisis
Productos como el café, harina , leche y azúcar quedaron en el olvido del criollo. Ahora forman parte del comercio pero en bolsas que pesan entre 50 y 150 gramos (para que dure apenas unas horas). El país que ha entrado en una hiperinflación, le dificulta el poder de compra a los venezolanos, por ello en las zonas populares, comercios informales y hasta en pleno centro de Caracas, las “teticas” de productos le salvan el día a más de uno.
¿Cuánto por la bolsita?
Cada comerciante dispone de su precio, pero en específicamente en la redoma del barrio de Petare en Caracas. Las cuatro cucharadas (de cualquier producto) se consigue a Bs. 4.000. Sí esto se lleva a la escala salarial, un venezolano que percibe salario mínimo estaría ganado “6 cucharadas de azúcar” por día.
El problema inflacionario se salió de control y el Gobierno solo ha buscado más excusas antes que soluciones. Los precios siguen disparándose y el bolsillo del ciudadano empobreciendo. Estas son las razones por las que a un ciudadano le es “factible” comprar bolsitas de café, harina, azúcar y hasta envases con un puñito de pasta.
Mientras, en lo que respecta a productos de higiene personal, al no poder comprar un champú de envase de alguna marca reconocida que tiene un valor de Bs. 80.000 y hasta Bs. 100.000. Los ciudadanos optan por comprarlos a los famosos “bachaqueros” en envases pequeños de menos de 250 mililitros.
“No es seguro”
Aunque la compra de dichos productos puede salvar el día, algunos usuarios han denunciado que no siempre “es lo que venden”. Pues hay algunos comerciantes que optan por el fraude, como reemplazar harina por cal o vender aceite de cocina usado. Pero como el Gobierno mantiene a los medios callados, nadie ha denunciado nada.
A escasas semanas de llegar el mes de diciembre, la Constituyente ilegal “defendida por el Gobierno” y que alegó que resolvería el asunto de la crisis económica, sigue sin hacer nada. Por otro lado, Nicolás Maduro está ocupado en elecciones fraudulentas y pensando en cómo llenarse más los bolsillos. Sin olvidar que la oposición está viendo cómo establece un diálogo con un gabinete que ha llegado al punto de putrefacción. Mientras todo esto ocurre, crece el número de venezolanos que se refugian en bolsitas para medianamente comer , el punto crítico entre la pobreza, indigencia o mendicidad.
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