La falta de insulina, aparatos de glicemia capilar y tiras reactivas, dificultan el control de la enfermedad.
La diabetes es una enfermedad crónica en la cual los niveles de azúcar en la sangre están elevados, y se presenta cuando el organismo no produce insulina o lo hace en poca cantidad. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 422 millones de personas en el mundo viven con esta condición.
También es la novena causa de muerte entre mujeres a nivel global, causando 2,1 millones de muertes cada año, debido a factores socioeconómicos que dificultan el acceso a la prevención, detección precoz, diagnóstico, tratamiento y atención, particularmente en países en vías en desarrollo, según la Federación Internacional de Diabetes (FID).
En Venezuela, la prevalencia es de 12% conforme a los resultados de un estudio publicado recientemente por un equipo de investigadores nacionales, informó la doctora Imperia Brajkovich, presidenta de la Sociedad Venezolana de Endocrinología y Metabolismo (SVEM), a propósito del Día Mundial de la Diabetes, que se conmemora el 14 de noviembre.
El acceso limitado a los medicamentos en el país ha incidido en el aumento de casos. El Estudio Venezolano de Salud Cardiometabólica (Evescam), presentado en septiembre de este año, señala que 4 de cada 10 personas tienen riesgo de diabetes, por lo que recomienda tomar medidas que ayuden a mejorar la salud de la población.
Complicaciones y control de la enfermedad
Imperia Brajkovich señaló que la falta de medicamentos orales, insulina, aparatos de glicemia capilar y tiras reactivas dificultan el buen control de la enfermedad, lo cual puede ocasionar complicaciones agudas y crónicas.
En el caso de las agudas, explicó que “cuando la glicemia está muy elevada el paciente tiene mucha sed, pierde peso, se va deshidratando y se infecta con facilidad. Por ello, debe ser evaluado de emergencia necesitando insulina en su tratamiento por su alta posibilidad de agravamiento y muerte si no tiene las medicinas adecuadas para controlar la enfermedad”.
Las complicaciones crónicas incluyen pérdida de la visión (hasta ceguera), pérdida de la función renal hasta llegar a necesitar diálisis e infartos al miocardio. De igual forma, afecta a los vasos sanguíneos y los nervios, disminuyendo la circulación de los miembros inferiores y la sensibilidad, explicó la especialista.
Debido a ello, “la persona no se da cuenta de golpes, puede sentir hormigueos, calambres y mucho dolor quemante. Además, se infectan más fácilmente las heridas y se producen úlceras que se complican pudiendo terminar en amputación”, agregó Brajkovich.
Cómo cuidarse
Para prevenir o retrasar los problemas de la diabetes, la presidenta de la SVEM recomienda seguir una dieta balanceada acorde al peso y actividad supervisada por un nutricionista, así como realizar ejercicios durante 30 minutos diarios, mantenerse activo y cumplir el tratamiento oral y/o insulina.
También medirse los niveles de glucosa en la sangre por medio de las tiras reactivas que permiten al aparato indicar cuánta glicemia se tiene; hacerse exámenes cada 3 ó 4 meses de Hemoglobina Glucosilada Alc, perfil lipídico, función renal e ir al oftalmólogo una vez al año.
Por último, aconsejó a los pacientes no permitir que le cambien medicinas por otras que le indiquen, y consultarlo siempre con el médico. “Pueden comprarlas siempre y cuando tengan el mismo componente farmacológico”.
Las complicaciones crónicas se evitan cumpliendo el tratamiento farmacológico indicado por su medico.
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