Sydney, Australia.- La ciudad australiana de Sydney dio la bienvenida a 2018 con una espectacular cascada arcoiris de fuegos artificiales desde el puente de la Bahía, para conmemorar la reciente legalización del matrimonio homosexual, en medio de fuertes medidas de seguridad. Los asistentes se congregaron para ver el espectáculo de pirotecnia sobre el histórico puente y el icónico edificio de la Ópera.
"Es una forma maravillosa de despedirse de 2017, el año en que cuatro de cada cinco habitantes de Sydney pronunciaron un rotundo 'sí' a favor de la igualdad en el matrimonio", declaró Clover Moore, alcaldesa de la ciudad australiana. Antes, miles de personas ya habían celebrado en la mayor ciudad de Nueva Zelanda, Auckland, el cambio de año, con un castillo de fuegos arficiales desde la Sky Tower, reseñó AFP.
Unas 1,6 millones de personas se congregaron para presenciar el espectáculo piroténico de 12 minutos que, según los organizadores, fue el mayor visto nunca en la ciudad australiana, protagonista de una de las celebraciones más populares entre los países que primero reciben el Año Nuevo.
En total, ocho toneladas de pirotecnia valoradas en unos 5,5 milloens de dólares explotaron sobre la famosa bahía y con la Ópera de Sydney de fondo entre fuertes medidas de seguridad que incluyeron bloqueos de calles para impedir el acceso de vehículos.
Muchos de los asistentes llevaban acampados allí desde el sábado para a asegurarse un buen lugar desde el que presenciar las celebraciones, que se retransmiten a todo el mundo.
La llegada de 2018 tuvo lugar a las 10:00 GMT en las tres naciones. En Samoa, esto es así desde 2011, cuando las autoridades decidieron que el país pasara de ser el último en comenzar el año a convertirse en el primero al cambiar de huso horario.
Los ciudadanos de las naciones insulares de Kiribati y Samoa, situadas en el Pacífico sur, fueron los primeros del globo en saludar el 2018. Estos archipiélagos, cuya población combinada supera los 300.000 habitantes, escucharon las doce campanadas y entraron así en el 1 de enero. Los siguientes en saludar el Año Nuevo fueron los habitantes de la isla neozelandesa de Chatham, situada unos 680 kilómetros al sureste de las islas principales de ese país. Luego, el resto de los habitantes de Nueva Zelanda y la población de Fiyi y Tonga estrenaron el año 2018.
Unas 30.000 personas asistieron al espectáculo de láser y fuegos artificiales en Sky Tower, un edificio de 328 metros de altura y una de las construcciones más emblemáticas de Auckland, al norte de Nueva Zelanda.
El actor australiano Hugh Jackman ha colaborado en el diseño del espectáculo pirotécnico que alumbró la Nochevieja en la Bahía de Sydney. La Policía planificó bloquear con coches y camiones algunas calles de Sydney para evitar ataques terroristas con vehículos, como los ocurridos en los últimos años en países como España, Estados Unidos, Francia, Reino Unido o Suecia.
Cerca de 250.000 filipinos asistieron a la procesión del Nazareno Negro en Manila antes de la Nochevieja, que suelen celebrar con gran cantidad de petardos, tracas y cohetes. Aunque los budistas birmanos, camboyanos, laosianos, tailandeses y vietnamitas celebran su Año Nuevo en fechas distintas, también acogen a las celebraciones de la Nochevieja del calendario gregoriano.
Alrededor del mundo
Las campanadas de medianoche se oirán luego en todo el mundo desde Asia, pasando por Oriente Medio, África, Europa y finalmente América. En todas partes habrá espectáculos de luces para despedirse de 2017.
En Hong Kong, se lanzan "estrellas fugaces" desde las azoteas de los edificios en un espectáculo pirotécnico y musical de diez minutos de duración. En Yakarta, unas 500 personas se dan el "sí, quiero" en una boda colectiva organizada por el Gobierno indonesio. En Tokio, los habitantes suelen pasar la Nochevieja con sus familias, aunque muchos jóvenes se dirigen hacia el centro de la ciudad para la cuenta atrás del Año Nuevo.
La ciudad de Dubái sustituye sus fuegos artificiales de medianoche por un espectáculo luminoso en la torre más alta del mundo, acompañado por música. En Moscú, los mayores bulevares y plazas se adornan para acoger el Año Nuevo, con fuegos artificiales en 36 lugares claves.
Berlín instaló por primera vez junto a la Puerta de Brandeburgo una carpa dedicada a las víctimas de agresiones sexuales o que se sientan amenazadas. Hace dos años, numerosas mujeres fueron víctimas de agresiones sexuales en Colonia (oeste) atribuidas a grupos de inmigrantes. En París, se espera que cientos de miles de personas acudan a los Campos Elíseos, donde se llevará a cabo un castillo de fuegos artificiales y un espectáculo de luces en el Arco del Triunfo. Se movilizarán cerca de 140.000 policías, gendarmes y soldados en todo el país para hacer frente a la amenaza yihadista.
Y en Rio de Janeiro, miles de personas se reunirán en la playa de Copacabana para ver los fuegos artificiales. Muchas de ellas vestirán ropa blanca, una tradición para entrar en el Año Nuevo.
La considerada mayor celebración del planeta, que comienza a las 00:00 exactas del 1 de enero, luego de una cuenta regresiva que se realiza en la playa carioca, contará este año con un número récord de participantes, según las estimaciones previas de la prefectura local.
La enorme cantidad de asistentes se debe también a los espectáculos musicales que se realizarán en Copacabana. Apenas terminen los fuegos artificiales, la cantante Anitta brindará un concierto gratuito en un escenario montado en la playa.
En total, se lanzarán, un segundo después de que comience 2018, 25 toneladas de fuegos artificiales, dispuestas en 11 balsas oceánicas. El show de pirotecnia durará 17 minutos y luego comenzará el recital.
En los últimos años, la media de público en el "Reveillon" fue de dos millones de personas. En el caso de que la estimación de la prefectura se cumpla, la cantidad de gente que irá hoy al barrio de Copacabana será casi la mitad que la población total de la ciudad de Río de Janeiro (6,3 millones de personas).
El sábado 30 llegaron 10.000 turistas a bordo de tres transatlánticos, que se quedaron en la ciudad para el show. La tasa de ocupación hotelera en la ciudad es del 83%, mientras que en Copacabana ya superó el 90%.
Después de un año de crisis, con un crecimiento sostenido de la violencia y los índices de delincuencia en la ciudad, el festejo de fin de año fue aprovechado por la industria turística como una oportunidad para volver a situar a Río de Janeiro entre los destinos de viaje más importantes a nivel mundial.
Fuerte seguridad
Estas celebraciones se llevarán a cabo con mayores medidas de seguridad que en años anteriores por el temor a que las multitudes concentradas en lugares públicos se conviertan en objetivos de atentados terroristas.
En Australia, el dispositivo policial reforzado incluía agentes con rifles semiautomáticos en Sydney y la instalación de bolardos para evitar los ataques con vehículos. Estas medidas se tomaron una semana después de que más de diez personas resultaran heridas cuando un hombre embistió a una multitud de peatones con su carro en Melbourne.
Otras ciudades también se preparaban ante posibles amenazas tras los mortíferos atentados con vehículos que tuvieron lugar en los dos últimos años en ciudades como Barcelona, Niza y Londres.
En Turquía permanece vivo el recuerdo de la trágica noche de Fin de Año de 2017, cuando un hombre con un fusil de asalto irrumpió en la discoteca más famosa de Estambul, matando a 39 personas e hiriendo a 79.
En Nueva York, donde se prevén temperaturas de -10º, las celebraciones en Times Square estarán vigiladas por la mayor presencia policial en años, tras dos recientes ataques aparentemente inspirados por el grupo yihadista Estado Islámico (ISIS).
La derrota del ISIS en Irak fue una de las noticias relevantes de 2017, aunque los yihadistas siguen siendo una amenaza. El año que termina también ha sido el primero de Donald Trump en la presidencia de Estados Unidos. El nuevo dirigente sacudió la diplomacia internacional con su polémico estilo personal y sus políticas resumidas en el lema "Estados Unidos primero". Se espera que Trump siga copando los titulares en 2018, con las crecientes tensiones sobre Corea del Norte entre los desafíos del Año Nuevo.
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