Si pensabáis que el Mobile World Congress 2018 que se está celebrando estos días en la ciudad de Barcelona (España) es solamente cosa de móviles, entonces estabáis muy equivocados. El fabricante alemán de coches BMW ha mostrado durante la feria su concepto del coche autónomo del futuro, BMW Personal CoPilot, y nosotros hemos tenido la oportunidad de probarlo en primera persona. De hecho, ¡nos hemos subido a él!
En una zona de demo ubicada dentro del recinto del MWC, BMW ha estado llevando a cabo demostraciones de su concepto de coche autónomo BMW Personal CoPilot.
Bajo un BMW i3 eléctrico, la compañía nos ha invitado a hacer un pequeño recorrido circular a bordo de un vehículo que presume de conducción autónoma de Nivel 5: es decir, tiene el nivel máximo, lo que significa que es capaz de conducir por sí solo al cien por cien.
Pero el objetivo de la demostración de BMW no era presumir de conducción autónoma, sino algo que va mucho más allá de eso: la compañía ha querido mostrar su visión del coche autónomo del futuro, y para ello ha montado un escenario en el que hemos podido vivir la experiencia de pedir desde el móvil un coche autónomo, acto seguido ver cómo viene hacia nosotros, y finalmente subirnos a él para que nos lleve a nuestro destino.
Es un concepto que de alguna manera refleja un futuro que no está tan lejos como podríamos pensar. En esta experiencia, BMW ha organizado una simulación que comienza con el ejemplo de que tú, como usuario, te encuentras a la salida de un centro comercial y deseas volver a casa en coche.
A través de una app en el móvil, puedes pedir que el coche venga a buscarte hasta donde estés. Aquí el concepto ya de por sí abre la puerta a todo un abanico de alternativas: podría ser tu propio coche el que venga a buscarte o, viendo cómo de rápido está cambiando el transporte en las grandes ciudades, quizás incluso sería un coche autónomo de carsharing el que viniera hasta ti bajo demanda.
Una vez el vehículo está delante de ti (en lo que tarda en llegar, desde la aplicación puedes ver en todo momento a qué distancia está y cuánto va a tardar en llegar, al más puro estilo de las aplicaciones para pedir un taxi desde el móvil), llega el momento de subirte a bordo.
En su concepto, BMW propone un sistema en el que el coche incorpora una pantalla táctil en una de sus ventanas (al más puro estilo de películas como Demolition Man (1993)).
En esta pantalla, un mensaje te da la bienvenida por tu nombre y te pide que pulses el dedo para desbloquear el acceso al vehículo. Al volante, recordemos, no hay absolutamente nadie: el coche habrá llegado hasta ti por él mismo.
Recapitulemos la experiencia. Pudimos ver cómo sería pedir un coche autónomo a domicilio desde el móvil; vimos cómo se podría solucionar el problema de no disponer de una llave para abrir el coche; también conocimos qué soluciones están tomando los fabricantes de cara a hacer los coches sin conductor más amigables de cara a la experiencia de uso... en fin, multitud de conceptos que tarde o temprano acabarán llegando a la realidad. De esta, o de cualquier otra forma.
Para esto sirve precisamente el Mobile World Congress: para conocer lo que está por venir en el futuro, y también para poner las pilas a los demás implicados del sector para que sean conscientes de la revolución que está por venir no solamente en el mundo del motor, sino en todos los aspectos de nuestras vidas. Y nosotros estaremos ahí para contarlo.
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