“No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos”.Gálatas 6:9 (NVI)
Dios todo Omnisciente. Eso significa que Él sabe todo, incluyendo todo acerca de ti y de tu vida. Dios conoce sobre tus fallas y equivocaciones, tus sentimientos y frustraciones –y tu futuro.
Dios también conoce tus miedos. Él conoce todo lo que te estresa. Por ejemplo, muchos de nosotros actualmente estamos preocupados sobre la economía, y por lo tanto tenemos temores financieros.
Y entonces actuamos como si Dios no estuviera al pendiente de nuestras cuentas. “¿No lo ves Dios? ¡Me estoy hundiendo! ¡No lo voy a lograr!” Estamos intentando alcanzar el fin de mes. Tenemos tensión y molestia, y nos preocupamos. Pero la preocupación es el resultado de no entender la Omnisciencia de Dios.
La verdad es, Dios está al tanto de todas tus necesidades. La oración nunca se trata de dar información a Dios. Él ya sabe lo que está sucediendo; ya sabe todo sobre ti. La Biblia dice, “su Padre sabe lo que ustedes necesitan antes de que se lo pidan” (Mateo 6:8 NVI). Él está al tanto de cada simple necesidad que tienes: financiera, espiritual, física, social y emocional.
Finalmente, Dios conoce tu fidelidad. Él ve todo lo que haces que es bueno y correcto. Cada vez que eliges no pecar, cada vez que resistes la tentación, cada vez que estás firme por causa de la verdad de Dios, él ve tu fidelidad hacia él.
La Biblia dice que cada buena acción será recompensada, no importa que tan insignificante sea sin importar si alguien más en la tierra lo vio. Cada vez que animaste a otras personas, cada vez que levantaste algo en la oficina cuando no era tu trabajo, cada vez que acomodaste sillas en la iglesia, cada vez que rechazaste el chisme –Dios lo ve todo, no importa qué tan pequeño sea, de acuerdo con Mateo 10:40-42.
Podrás decir, “He estado intentando hacer lo correcto en mi matrimonio. No veo ningún resultado”. “He estado intentando ser el tipo correcto de persona y responder correctamente con mis hijos (o hacia mis padres)”. “He estado intentando hacer lo correcto en el trabajo (o la escuela). Y no sé si está sirviendo de algo. No veo que haga la diferencia en la vida de nadie”.
Dios dice, “Lo veo, y no importa quién más lo vea”. Nada bueno que haces, será en vano: “No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos”(Gálatas 6:9 NVI).
¡No te desanimes! Sigue haciendo lo bueno y confiando que Dios proveerá.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Dónde puedes encontrar ánimo cuando estás desanimado en tus relaciones y en el ministerio?
- ¿Otros dirán que confías en Dios para que te provea? ¿Qué evidencia señalarán?
- ¿Cómo te ha cambiado la oración?
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