Los efectos que el insomnio tiene sobre una persona pueden ser debilitantes y ejercer presión sobre el sistema de salud. Las consecuencias diurnas más frecuentes del insomnio crónico incluyen somnolencia diurna, fatiga, estado de ánimo deprimido, falta de energía, cognición deteriorada, problemas de memoria, irritabilidad, disfunción psicomotora y disminución del estado de alerta y concentración.
Un reciente estudio descubrió que tener dificultades para dormir está relacionado con mutaciones genéticas específicas; los investigadores también encontraron un vínculo genético entre el insomnio y ciertos trastornos psiquiátricos, como la depresión, o condiciones físicas como la diabetes mellitus tipo 2.
Los hallazgos establecieron que el insomnio estaba relacionado con la aparición de variantes específicas en el cromosoma 7, cerca de AUTS2, un gen que se ha relacionado con el consumo de alcohol, así como otros genes relacionados con el desarrollo cerebral y la señalización eléctrica asociada al sueño.
Estudios previos realizados en gemelos, mostraron que varios rasgos relacionados con el sueño, incluido el insomnio, son hereditarios. En base a estos hallazgos, los investigadores comenzaron a analizar las variantes genéticas específicas involucradas.
Para hacerlo, el equipo de investigadores realizó estudios de asociación de genoma completo (GWAS), un enfoque que implica el escaneo de marcadores a través de conjuntos completos de ADN de un grupo grande de personas, a fin de encontrar variaciones genéticas asociadas con una enfermedad específica.
Analizaron muestras de ADN recogidas de 33.000 soldados estadounidenses y compararon sus resultados con los de dos estudios recientes que utilizaron datos del Biobanco del Reino Unido. Los datos de ascendencia europea, africana y latina de los soldados, se agruparon por separado como parte de los esfuerzos para identificar la influencia de linajes ancestrales específicos.
Los investigadores concluyeron que el insomnio tiene una base parcialmente hereditaria y encontraron un fuerte vínculo genético entre el insomnio y la diabetes mellitus tipo 2. Además, se descubrió que, entre los participantes de ascendencia europea, el insomnio estaba asociado con la depresión.
El Dr. Murray Stein, de la Universidad de California en San Diego y autor principal del estudio, expresó: “La correlación genética entre el insomnio y otros trastornos psiquiátricos, como la depresión mayor y los trastornos físicos, como la diabetes tipo 2, sugiere una predisposición genética compartida para estos fenotipos concurrentemente comunes”.
En general, los hallazgos fortalecen conclusiones similares anteriores de investigaciones realizadas en gemelos y estudios de asociación del genoma completo.
Los autores del estudio señalan que tener una mejor comprensión de las bases moleculares del insomnio será fundamental para el desarrollo de nuevos tratamientos.
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