WASHINGTON, Estados Unidos (EFE) -
La Casa Blanca está barajando la posibilidad de imponer la pena de muerte a los criminales que trafican con drogas y con analgésicos opiáceos, responsables de un número creciente de muertes por sobredosis en Estados Unidos, informaron este jueves la cadena CBS y el diario Político.
La propuesta sobre la pena capital se incluye en un paquete de medidas que está elaborando la Casa Blanca y que busca acabar con la epidemia de abuso de opiáceos que sufre el país.
En los últimos seis años las muertes por sobredosis se han convertido en la causa más común de muerte violenta en Estados Unidos, por encima de los accidentes de tráfico o las armas.
Según datos de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC), 64,000 personas murieron en 2016 por sobredosis de opiáceos (incluida la heroína), lo que supone el fallecimiento de 175 estadounidenses al día y siete víctimas mortales cada hora.
Según CBS y Politico, que citan a funcionarios de la Casa Blanca, el presidente Donald Trump dará a conocer el plan este próximo lunes durante un acto en Nuevo Hampshire, el tercer estado con la proporción por sobredosis de opiáceos más alta del país, detrás de Virginia Occidental y Ohio.
Este sería el primer viaje de Trump a Nuevo Hampshire desde que llegó a la Casa Blanca, aunque visitó el estado en numerosas ocasiones durante su campaña presidencial.
A principios de mes en un acto en la Casa Blanca, Trump ya sugirió que Estados Unidos podría seguir el ejemplo de otros países que imponen la pena de muerte a sus narcotraficantes.
El mandatario estadounidense también ha alabado en varias ocasiones el "increíble trabajo" del presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, cuya ofensiva gubernamental contra las drogas ha dejado 4,000 muertes en redadas policiales, aunque se estima que el número total de víctimas supera las 7,000.
Según los detalles filtrados a Político y CBS, el plan de la Casa Blanca incluye la posibilidad de que sean condenados a pena capital aquellos criminales que, de manera probada, cometieron actividades de tráfico de drogas que fueron "directamente responsables" de la muerte de alguien por sobredosis.
En concreto, la Casa Blanca habla de muertes por analgésicos opiáceos, que pueden obtenerse con receta o en el mercado negro, y también se refiere al fentanilo, analgésico que suele destinarse al tratamiento del cáncer, aunque en los últimos años es usado por grupos criminales para aumentar la potencia de la heroína.
Además, según medios, el plan de la Casa Blanca propone crear dentro del Departamento de Justicia una unidad dedicada a combatir la venta de opiáceos a través de internet; también incluye una propuesta para cambiar cómo el gobierno paga por las prescripciones de potentes medicamentos contra el dolor.
El origen de la crisis actual de adicción en la unión americana se encuentra en la gran cantidad de analgésicos altamente adictivos que durante décadas recetaron los médicos, impulsados en parte por las aseguradoras sanitarias que prefieren las pastillas por ser menos costosas que otros tratamientos alternativos.
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