“Nosotros amamos porque él nos amó primero”. 1 Juan 4:19(NVI)
Una vez entró un hombre a mi oficina y me dijo, “Soy cristiano, pero no siento que avanzo en mi crecimiento espiritual. Estoy como atorado en neutro.”
Yo le dije, “¿Cuál crees que sea el problema?”
Él dijo, “Creo que mi problema es que no amo a Dios lo suficiente.”
Le dije, “Ese no es tu problema. Tu problema no es que no ames a Dios suficientemente. Tu problema es que no entiendes lo mucho que Dios te ama.”
El amor es siempre una respuesta al amor. La Biblia dice, “Nosotros amamos porque él nos amó primero”. (1 Juan 4:19 NVI). Cuando dices, “No amo a Dios,” es porque no comprendes lo mucho que Él realmente te ama.
Para comprender el propósito de tu vida y tu llamado, tienes que comenzar con la naturaleza de Dios. Dios es amor. El amor es la esencia de su naturaleza. La única razón de que exista amor en el universo es por Dios. Las hormigas y caracoles no aman, pero tú fuiste creado a la imagen de Dios, así que puedes amar.
La razón por la que estás vivo es porque Dios quiere amarte. ¡El primer propósito en tu vida es ser amado por Dios! Si es importante servir, obedecer, y confiar en él, pero tu principal propósito es amarlo.
“Incluso antes de haber hecho el mundo, Dios nos amó y nos eligió en Cristo para que seamos santos e intachables a sus ojos. Dios decidió de antemano adoptarnos como miembros de su familia al acercarnos a si mismo por medio de Jesucristo. Eso es precisamente lo que él quería hacer, y le dio gran gusto hacerlo” (Efesios 1:4-5 NTV).
Permite que esto penetre: Tu primer propósito no es hacer algo sino solamente ser amado por Dios.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cómo puedes ser simplemente amado por Dios? ¿Qué significa eso?
- ¿Cuándo has tenido dificultades para comprender y apreciar lo mucho que Dios te ama?
- ¿Por qué ser amado por Dios es el primer propósito en tu vida? ¿Por qué nos crearía Dios de esa forma?
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