miércoles, 25 de abril de 2018

EL KARAOKE EN JAPÓN

A estas alturas, probablemente no hace falta que explique qué significa la palabra karaoke (カラオケ), ¿verdad? Seguro que quien más quien menos ha podido disfrutar (o no :D) de una buena sesión de karaoke. Sin embargo, hay diferencias entre los karaoke occidentales y el karaoke en Japón.
Mientras en Occidente la moda de cantar siguiendo la letra que aparece en una pantalla aterrizó en bares y clubes de karaoke, donde uno espera su turno tomándose algo mientras otros van cantando (o intentándolo), en Japón los establecimientos dedicados al karaoke son bien diferentes ya que parecen más un hotel que un bar. Veamos.

Nagano de noche
El karaoke en Japón

Lo primero que llama la atención de los karaoke japoneses es que no son ni un bar ni un pub, sino un establecimiento, normalmente con neones, fuertes luces y música a tope, con una amplia recepción donde tendremos que inscribirnos y decir cuántas personas vamos a ser, para que nos den la sala más adecuada.
Y probablemente ésa sea la mayor diferencia con los karaoke occidentales: el establecimiento está dividido en varias salas o habitaciones independientes, de diferentes tamaños y formas, cada una con su máquina de karaoke, sus sofás y sus mesas.
Las habitaciones son de uso privado y exclusivas del grupo que las alquila en ese momento y nadie más entrará en ellas mientras estén reservadas. Así pues, en un karaoke japonés, sólo cantaremos delante de nuestros amigos y no tendremos que aguantar las sesiones de desconocidos. Las salas se llaman ‘karaoke box’ en inglés y tienen distintos tamaños según el grupo que las ocupe.
Utilizar una máquina de karaoke suele ser muy sencillo. Disponemos de muchas opciones (para modular la voz, efectos de sonido, etc), pero si tan sólo queremos cantar, basta con buscar la canción en las listas por orden alfabético o por las listas del artista/grupo que podemos revisar en la guía electrónica, una especie de pantalla/tableta que podemos usar para ir añadiendo canciones a la cola de reproducción. La gran mayoría de karaokes disponen ya de una sección con canciones en inglés y otros idiomas (normalmente chino y/o coreano).
Además, mientras estamos cantando podemos ir introduciendo canciones que queramos cantar después para así no parar en ningún momento y disfrutar al máximo del tiempo que estemos allí.
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Además de cantar, los karaoke disponen de un servicio de bar a través del cual podemos pedir refrescos y bebidas alcohólicas y algo de picar para ir pasando el rato. En la gran mayoría de karaoke pagamos por hora, aunque hay descuentos en días especiales o por las mañanas (cuando hay menos afluencia) y existen planes de nomihodai o “bebe todo lo que quieras” por un precio concreto.
Para solicitar las bebidas o la comida, normalmente tendremos que descolgar el teléfono que encontraremos en la pared y hacer nuestro pedido. En pocos minutos, un camarero nos lo traerá a la sala sin que nosotros tengamos que movernos.
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El origen del karaoke

El origen del karaoke no está claro. Hay quien encuentra el origen del karaoke en un programa de la televisión estadounidense de los años 60 en el que se sobreimprimían las letras de las canciones que sonaban para que el público, en casa, pudiera cantarlas, aunque esto no sea exactamente igual a un karaoke.
En cuanto a las teorías japonesas, hay quien dice que  el creador fue el cantante Inoue Daisuke, quien, en 1971 creó una máquina que reproducía grabaciones de sus canciones, sin su voz, para que otros pudieran cantarlas en reuniones y celebraciones (algo que parece ser le habían solicitado en varias ocasiones). Esa máquina, que alquilaba a restaurantes y hoteles, funcionaba con monedas de 100 yenes. Sin embargo, parece ser que nunca registró el invento y un inventor filipino llamado Roberto del Rosario desarrolló un sistema similar llamado “menos-uno” en 1975 cuya patente es lo que actualmente utilizamos para referirnos a la máquina de karaoke.
Karaoke
Otra teoría, mucho más popular, dice que el karaoke nació en un pequeño bar de Kobe, en el que una noche el guitarrista que tenía que actuar se puso enfermo y el propietario decidió poner varias grabaciones de canciones y ofrecer micros a los clientes para que las cantaran. Parece ser que la idea tuvo éxito y de ahí surgió el popular karaoke.
Sea como sea, una cosa sí es cierta: a los japoneses les encanta cantar, y más en reuniones o comidas familiares, por lo que no es raro que fueran ellos, y no otros, los que popularizaran esta forma de entretenimiento y que sea en Japón, como en ningún otro país, donde podamos encontrar establecimientos de karaoke en cualquier esquina.

De karaoke durante nuestro viaje por Japón

Si queremos disfrutar de una sesión de karaoke durante nuestro viaje en Japón lo tenemos fácil, pues hay karaokes en absolutamente todas partes, especialmente cerca de las estaciones de tren o centros de entretenimiento. Algunas de las empresas más conocidas y más fácilmente reconocibles son: Big Echo, Karaokekan (カラオケ館), Joysound, Shidax o Utahiroba (歌広場), por poner tan sólo algunos ejemplos.
Al llegar al karaoke, deberemos ir a la recepción y alquilar nuestra sala. Necesitaremos rellenar un formulario con nuestro nombre, número de personas en el grupo, número de horas que queremos alquilar (siempre se puede alargar a posteriori) y nuestra primera comanda de bebida o comida, pues en muchos establecimientos nos obligan a realizar al menos una consumición. Con todo esto nos adjudicarán una sala acorde a nuestras necesidades y nos darán el recibo del alquiler, donde aparece hora de inicio y hora de finalización, así como número de sala. Los micrófonos y las panderetas suelen encontrarse en las salas.
En cuanto lleguemos a la sala, podemos comenzar a cantar. Si queremos pedir más comida o bebida, podemos revisar las cartas que hay en la sala y hacer el pedido a través del telefonillo de la pared. Diez minutos antes de que se termine nuestro alquiler, nos llamarán a ese mismo telefonillo para avisarnos de que se nos acaba el tiempo y para ofrecernos la posibilidad de alargar nuestra estancia. Si queréis quedaros un poco más, es el momento de decirlo; si no, a la hora acordada tenéis que bajar de nuevo a recepción con el recibo para realizar el pago.
En cuanto al precio, varía muchísimo según el lugar, la cadena y la hora del día en la que acudimos. Normalmente, las horas más baratas son de lunes a viernes por la mañana (hasta antes de las 17:00 o 18:00 horas), mientras que por la noche y en fines de semana o festivos el precio puede triplicarse, pero el precio siempre se calcula por persona (no por sala) en bloques de media hora.
¡A disfrutar del karaoke en Japón!
Entrada publicada originalmente el 20 de septiembre de 2012. Última actualización: 20 de febrero de 2018

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