Paolo Montanari
El tiempo pasa, las situaciones cambian y creo que es un acto de honestidad profesional y de hombría reconocer haberse equivocado. Ojalá nuestra clase política tuviese el valor de hacer lo mismo. Pues bien, en sintonía con esas declaraciones y a través de este prestigioso medio de comunicación con el cual llevo muchos años colaborando, quiero retractar publicamente unas declaraciones hechas hace tiempo cuando afirmé que “un pueblo no es responsabile del gobierno que tiene”. A tal propósito hacía referencia al pueblo cubano el cual, según mi modesta opinión, no tenía ninguna culpa por la sangrienta dictadura castro-comunista que venía sufriendo desde 1959. En efecto, Castro había entrado en la Habana en enero de aquel año como “aparente” portador de libertad y de democracia – por lo visto solo aparente” – prometiendo a corto plazo elecciones libres y sin embargo, tan pronto asumió el control absoluto de todos los poderes, se declaró descaradamente “marxista-leninista”, no solamente imponiendo la más terrible y la más sangrienta de las dictaduras, sino tratando de exportarla a otros países, incluyendo Venezuela.
Ahora bien, frente a ese cuadro dramático que ha enlutado y sigue enlutando a toda América, ¿qué culpa tiene el pueblo cubano? Evidentemente ninguna…y esto no solamente no lo retracto sino lo ratifico! Sin embargo, como creo haber generalizado el caso de Cuba, hoy quiero corregirme y aclarar que, contrariamente a lo que ha sucedido en Cuba, hay países, como el nuestro, donde en cambio, el pueblo sí es responsable y donde, por ejemplo, hay millones de ciudadanos, incluyendo a profesionales aparentemente preparados – por lo visto solo aparentemente – perfectamente conscientes de la dramática situación que está viviendo el país, que por ignavia, porque víctimas de un profundo lavado cerebral, por temor a perder una serie de privilegios de los cuales venían disfrutando o por carencia de “hombría”, siguen apoyando los abusos de este gobierno absolutista el cual necesita ese consenso falso, y mercadeado para poder seguir simulando una parecencia de democracia.
Es por eso entonces que quiero retractar esa citación hecha hace tiempo y afirmar, con mucha tristeza e infinita amargura que, así como hay pueblos, como el cubano, que no son responsables por el gobierno que tienen, del mismo modo hay pueblos como el venezolano que sí son “responsables” por lo que está sucediendo en su país. Es evidente que todas esas personas que, bien sea por interés o porque víctimas de un lavado cerebral, siguen apoyando a este gobierno, aún sin haber cometido algun crimen en forma directa, avalan con su comportamiento lo que está haciendo este gobierno permitiendo, entre otras cosas, esa vergonzosa injerencia de decena de miles de cubanos en nuestro país, convirtiéndose, de hecho, en cómplices de ese vergonzoso atropello.
Y así, gracias a esa triste y antipatriótica complicidad, la fracasada y sangrienta revolución cubana en acto en su país desde hace casi sesenta años, ha adquirido una influencia enorme en Venezuela con todas las consecuencias dramáticas, en el aspecto económico, político y social, En varias oportunidades el Papa Francisco nos ha invitado a no perder la esperanza…y la esperaanza que tengo yo, por el amor que le llevo a esa tierra bendita por Dios, es que ese pueblo, que de “bravo” hasta ahora no ha tenido nada, finalmente tome conciencia de lo que está sucediendo y recapacite. Caramba, está en juego la Venezuela de mañana y el futuro de sus hijos…y no es poco!
Desde Italia
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