jueves, 20 de diciembre de 2018

Tu Gentil, pero Poderoso Salvador





“¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no te has enterado? El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable. Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil” (Isaías 40:28-29 NVI).
¿Sabías que miles de años antes de que nacieras, Dios sabía lo que tu necesitabas?
Dios sabía que necesitarías fuerza extra para que no te rindieras.
Dios sabía que necesitabas un salvador más grande que la vía láctea.
Dios sabía que necesitabas un salvador tan tierno y cariñoso que pudieras acudir a él en tiempos de dolor y sufrimiento.
Siglos antes del Nacimiento de Jesús, el profeta Isaías anunció que Dios enviaría a su hijo a la tierra. Esto fue 700 años antes de la primera navidad.
Él nos dijo que el salvador sería ambos, poderoso y personal –y que él sería poderoso para salvarnos, pero también tierno y cariñoso.
Más impresionantemente, Dios nos dice que Jesús tiene una relación personal con nosotros.
Es una profecía impresionante.
Dios nos dice en Isaías 40:
“Grita con todas tus fuerzas y di a las ciudades de Judá: ‘¡Aquí viene nuestro Dios! ¡Viene con todo su poder! Dios es un rey poderoso, … Viene cuidando a su pueblo, como cuida un pastor a su rebaño: lleva en brazos a los corderos y guía con cuidado a las ovejas que acaban de tener su cría’” (Isaías 40:9-11 TLA).
De nuevo, Isaías no profetiza solo del Jesús amable, sino también de su enorme poder.
“He aquí, las naciones son como gota en un cubo, y son estimadas como grano de polvo en la balanza; he aquí, El levanta las islas como al polvo fino” (Isaías 40:15 LBLA)
Entonces Isaías se pone personal, y aplica la llegada de Jesús a nuestras vidas de hoy.
“Alcen los ojos y miren a los cielos: ¿Quién ha creado todo esto? El que ordena la multitud de estrellas una por una, y llama a cada una por su nombre. ¡Es tan grande su poder, y tan poderosa su fuerza, que no falta ninguna de ellas! … ¿Acaso no lo sabes? ¿Acaso no te has enterado? El Señor es el Dios eterno, creador de los confines de la tierra. No se cansa ni se fatiga, y su inteligencia es insondable. Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil” (Isaías 40:26, 28-29 NVI).
Yo no sé qué problemas estés enfrentando esta Navidad. Yo no sé qué cargas estás llevando. Yo no sé que pena o miedo o ansiedad o confusión puedas estar sintiendo justo ahora, pero sí se esto.
Tu creador está aquí para ti –con el poder de un tsunami y la ternura de un bebé, nacido en un pesebre hace 2,000 años.
Reflexiona sobre esto:
  • Piensa en un problema que has enfrentado en tu vida que requiera el poder de Dios. ¿Cómo te acercó esa experiencia a él?
  • ¿Qué tan importante ha sido para ti entender la dulzura de Dios en tiempos de problemas?
  • ¿Cómo se siente darse cuenta de que Dios conocía tus necesidades mucho antes de que incluso nacieras y planeara enviar a Jesús a satisfacerlas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Resucitados para el trabajo del presente

  Montañas Dolomitas, Italia. Fotografía por Charles F. Stanley Por la gracia de Dios, somos una nueva creación, hechos para buenas obras. 2...