El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anunció este martes en el Senado su dimisión como líder del Gobierno de Italia. Conte evita así someterse a la moción de censura que había solicitado el vicepresidente y ministro de Interior, Matteo Salvini, para forzar la caída del Gobierno y el adelanto de las elecciones cuatro años antes de lo previsto.
Conte será recibido en las próximas horas en el Palacio del Quirinal por el presidente de la República, Sergio Mattarella, para formalizar su dimisión, informó el diario El Mundo, de España.
La crisis política comenzó el 8 de agosto cuando Matteo Salvini, entre mojitos y mítines en las playas italianas, anunció que retiraba su apoyo al primer ministro y exigió la convocatoria inmediata de elecciones anticipadas, finiquitando la coalición de Gobierno formada por su partido y el Movimiento Cinco Estrellas.
La excusa del líder de la Liga era la falta de acuerdo con sus aliados en asuntos clave como los impuestos o las infraestructuras.
La gota que colmó el vaso, según el también vicepresidente del Gobierno, fue el rechazo de los 'grillinos' a la construcción de la red de alta velocidad entre Francia e Italia alegando impactos medioambientales.
Pero a nadie se le escapa el peso que ha tenido en el órdago de Salvini a sus socios los sondeos electorales y las recientes elecciones al Parlamento Europeo, que confirmaron a su partido como la primera fuerza política en Italia.
A partir de ahora se abre un futuro incierto en la política italiana. El encargado de deshacer este entuerto será una vez más el presidente de la República, Sergio Mattarella.
El jefe del Estado comenzará en los próximos días una ronda de contactos con los principales partidos políticos para conocer si existe otra mayoría posible que pueda dar continuidad a un Gobierno el resto de la legislatura.
Si no resultara posible formar un nuevo Gobierno, Mattarella no tendría otra opción que convocar elecciones anticipadas que previsiblemente se celebrarían entre finales de octubre y principios noviembre, cumpliendo así la voluntad de Salvini.
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