Buenos Aires es, sin lugar a duda, la capital sudamericana del running. Más allá de las cientos de carreras que se organizan anualmente en la ciudad, esta semana la gran novedad para todos los corredores porteños fue la reapertura de la pista de atletismo de Parque Chacabuco.
La pista -recuperada tras diez meses de obra- es la primera pista sintética en un espacio público porteño, abre de 6 a 23 y tiene vigilancia todo el día. El acceso es por avenida Asamblea, y cuando hay mal tiempo está abierta sólo si no hay agua acumulada.
Por votación popular lleva el nombre de Noemí Simonetto, una atleta argentina que fue medalla de plata en salto en largo en los Juegos Olímpicos de Londres 1948, y ganadora de 17 preseas (once de oro) en los Campeonatos Sudamericanos entre 1941 y 1947 en salto en largo, salto en alto, posta 4x100 100 metros y 80 metros con vallas.
La pista tiene 400 metros con ocho carriles, zonas exclusivas para saltos y zonas de lanzamiento. Más adelante se hará un sector para carreras con obstáculos y la idea es que el carril 1 sea usado para competencias.
Buenos Aires también tiene la opción de recorrer (y conocer la ciudad) corriendo. Los circuitos -por Palermo y Puerto Madero- son guiados por profesores de educación física de la Subsecretaría de Deportes porteña y duran dos horas (con entrada en calor y elongación incluidas). Para participar hay que reservar lugar porque los grupos son limitados (generalmente de de 20 personas).
El circuito de Palermo sale desde el Planetario y tiene nueve kilómetros de longitud. Funciona el cuarto domingo de cada mes desde las 10 de la mañana. El de Puerto Madero parte desde Manuela Gorriti al 200, se hace los primeros y quintos domingos de cada mes a las 10 y recorre 6K.
Otra de las obras anunciadas para los runners es la creación de una pista con sensores en la Plaza Rubén Darío, de Recoleta. El circuito será de caucho y tendrá 1280 metros. La idea surgió en la Comuna 2, que solventará la obra con presupuesto propio. Se proyecta incluso crear áreas para elongar y una unidad tótem interactiva.
Pero lo más novedoso es que tendrá un sistema de monitoreo de rendimiento deportivo: los dispositivos del piso medirán el tiempo en que un corredor tarda en ir desde un lugar a otro, y los dispositivos a nivel elevado permitirán conocer la velocidad de carrera. La idea es que todos esos datos queden registrados en las 15 mil pulseras que serán entregas de forma gratuita. Las mismas tendrán un chip que, al conectarse al tótem tecnológico, permitirá conocer el registro de distancia recorrida, tiempo de entrenamiento y ritmo de carrera.
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