RICK WARREN
“El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón.” (1 Samuel 16:7 NTV).
Puede comprender que es necesario un tiempo diario a solas con Dios para el crecimiento espiritual y estar motivado para hacerlo, pero ¿cómo haces para tener uno?
Tienes que comenzar con las actitudes adecuadas. A los ojos de Dios, el porqué de lo haces es mucho más importante que lo que haces.
En una ocasión, Dios le dijo al profeta Samuel: “El Señor no ve las cosas de la manera en que tú las ves. La gente juzga por las apariencias, pero el Señor mira el corazón” (1 Samuel 16:7 NTV). Es muy posible hacer lo correcto, pero con la actitud equivocada.
Cuando conoces a Dios, vas a querer venir con anticipación y entusiasmo. Esperas pasar un buen momento de comunión con él y recibir una bendición de su tiempo juntos. Eso era lo que el rey David esperaba: “Tú, Dios, eres mi Dios, con ansias te busco” (Salmo 63:1 TLA).
No te apresures ante la presencia de Dios, sino prepara tu corazón permaneciendo quieto ante él y dejando que la tranquilidad despeje los pensamientos del mundo. Escucha al profeta Habacuc: “El Señor está en su santo templo; que toda la tierra esté en silencio delante de él” (Habacuc 2:20 NVI; también mira, Salmo 89:7).
Te estás reuniendo con el Creador, el Creador del cielo y de la tierra, el Redentor de la humanidad. Decide antes de tu tiempo tranquilo que harás todo lo que Dios quiere que hagas. Jesús dijo: “El que esté dispuesto a hacer la voluntad de Dios reconocerá si mi enseñanza proviene de Dios o si yo hablo por mi propia cuenta” (Juan 7:17 NVI).
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuáles son algunas cosas que podrías necesitar cambiar sobre cómo pasas tu tiempo a solas con Dios?
- ¿Cuál es el mejor momento y lugar para que seas reverente y alerta ante Dios?
- ¿Cómo descubres cuál es la voluntad de Dios y qué quiere que hagas?
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