Los nuevos dispositivos para llevar puestos son cada vez más multifuncionales
¿Quién no recuerda Her? En el conocido film de Spike Jonze, el protagonista (Joaquín Phoenix) se enamoraba perdidamente de su asistente virtual, con quien contacta a través de un pequeño auricular. La película se estrenó en 2013 y muchos la vieron como un guiño a un futuro de ciencia ficción, pero pocos se esperaban que esta estampa estuviera más cerca de lo que parece. El auricular en cuestión era muy semejante a los populares AirPods, y Siri bien podría ser Samantha, el amor platónico del protagonista. La tecnología se acerca cada vez más al cuerpo humano y más allá de los móviles, los fabricantes luchan por liderar el segmento de los wearables en el que un pequeño dispositivo, prácticamente invisible, permite al usuario realizar funciones que en la actualidad se desempeñan en las pantallas de los teléfonos.
¿Cómo son estos dispositivos? Amazon ha dejado claro esta semana que sus planes pasan por llevar Alexa, su asistente personal, cada vez más cerca del usuario con una serie de dispositivos que son solo un adelanto de lo que nos espera.
AirPods: el iPhone más cerca que nunca
Apple ha logrado consolidar un producto que cuando vio la luz fue criticado por su peculiar aspecto estético: los auriculares AirPods, y es que uno de los grandes retos de la tecnología personal consiste en no desentonar en el apartado de imagen. Los auriculares inalámbricos de la firma de la manzana se han convertido ya en un producto de referencia de sus clientes y han acercado Siri, el asistente basado en inteligencia artificial de la firma, a los oídos de sus portadores. Pero como cabía suponer, Apple parece tener planes más ambiciosos para este periférico y es que se rumorea que en un futuro a corto plazo cuenten con sensores que midan parámetros relacionados con la salud con lo que no será necesario llevar encima otros dispositivos que lo hagan. Lógicamente, la evolución de este tipo de dispositivos está directamente relacionada con la mejora de la eficacia de los asistentes virtuales, con los que todavía hay problemas evidentes de comunicación.
Amazon se desmelena: auriculares, gafas y... un anillo
Si hay un emprendedor con un indudable arrojo es sin duda Jeff Bezos, el fundador y propietario de Amazon, la mayor tienda del mundo. Esta figura sabe bien que en un futuro no tan lejano la pantalla del móvil será sustituida por otra forma de relación con la máquina, y la más evidente es la voz. Al igual que Apple, Amazon pretende lograr que Alexa, su asistente virtual, rodee al usuario en todo momento, y buena prueba de ello es el constante lanzamiento de altavoces y pequeños dispositivos, cada vez más asequibles, que permiten que el usuario diga “Alexa” acompañado de un comando, y a ser posible, de una compra. Pues bien, el gigante quiere acercar al usuario más que nunca el asistente y esta semana ha presentado unos auriculares inalámbricos, gafas y hasta un anillo, que darán acceso a Alexa en cualquier situación. Lo cierto es que parece que se trata más de un aviso a navegantes de por dónde irán los tiros de la compañía que una apuesta en firma.
Apple Watch, la salud como principal ariete
Al fabricante de Cupertino casi siempre le salen bien las apuestas con esa peculiar habilidad que tiene de saber predecir con acierto qué es lo siguiente que querrá el mercado. El reloj Apple Watch es un sensacional exponente de ello y poco a poco se ha ido consolidando como líder en solitario en el cotizado segmento de los wearable. En su última iteración, el fabricante ha dotado de una pantalla permanentemente encendida en el terminal pero ha basado el grueso de los avances en la plataforma, WatchOS ¿Hacia dónde se dirige el dispositivo? Hacia una desconexión cada vez mayor del iPhone y convertirse en un terminal autónomo centrado, fundamentalmente, en el ámbito de la salud y como alternativa cercana a la pantalla del móvil.
Oura, el anillo que mide el estrés
La salud es, sin duda, uno de los más sólidos argumentos de venta de los dispositivos de tecnología que se lleva puesta y esto lo sabe bien otro proyecto que cuenta con la participación de ilustres de Silicon Valley como Kevin Rose: el anillo Oura. Este pequeño dispositivo era el wearable más compacto del mercado hasta el reciente anuncio del anillo de Amazon, aunque Oura tiene ambiciones más concretas y en el ámbito de la salud. El anillo mide la actividad física de su portador como lo haría cualquier otro wearable, pero incorpora un ingrediente adicional que está encandilando a los inversores: es capaz de medir el estrés de su poseedor. Este registro es posible gracias a un algoritmo que, basado en la información obtenida por el anillo, es capaz de determinar el nivel de relajación o estrés de su usuario.
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