Muchos empiezan a correr buscando bajar de peso, quizás alentados por ver a otro que lo logró. Pero si bien el running es una actividad física aeróbica que ayuda a quemar calorías, hay ciertas pautas que hay que tener en cuenta para que el running genere realmente un bienestar físico integral.
Durante los primeros minutos de trote, el cuerpo usa los carbohidratos consumidos para proveerse de energía, pero eso no significa que se estén quemando grasas: lo fundamental es cuidar la ingesta, fortalecer el consumo de hidratos de carbono (que hacen de motor para el engranaje físico) y que la actividad física sea sostenida.
En cuanto a la alimentación, se recomienda comer entre tres y cinco porciones de frutas por día. Pueden ser incorporadas como colaciones a media mañana, media tarde o como postre, aunque no hay que comer más de una vez banana, palta o higos.
También hay que tomar entre dos y tres litros de agua. Esta cantidad puede aumentar los días de mucho calor, que es cuando el cuerpo pierde más líquido. El refuerzo de la hidratación puede darse a través de bebidas isotónicas, y las gaseosas deben ser evitadas por su excesivo aporte de azúcares y gas.
Uno de los errores más comunes que se cometen es excederse un día en la alimentación y compensarlo no comiendo al otro. La realidad es que lo mejor es no desajustar el metabolismo.
Cuando pasa un día y el cuerpo no recibe alimento, este adopta una "política" de reserva. Es decir, "entiende" que tiene que acumular por si se repite la falta de comida a futuro, asimilando las grasas para tenerlas como reserva.
Es satisfactorio buscar desintoxicarse o deshincharse consumiendo menos cantidad de hidratos, alimentos más livianos y tomando más agua, pero nunca suprimiendo la ingesta.
Es fundamental también respetar las cinco comidas diarias: desayuno, colación de media mañana, almuerzo, merienda y cena. Eso mantiene al metabolismo activo. Saltearse comidas sólo produce que después haya más tendencia a la ingesta excesiva.
Recomiendan consumir vegetales dos veces al día, ya sea cocidas al vapor o crudas en ensaladas. Las carnes magras, sin grasas, son muy buenas como plato principal pero hechas al horno, evitando frituras y el consumo excesivo de sal
Es cierto que las pastas funcionan como una base de consumo de hidratos de carbono. Lo importante es cuidar el tamaño de la porción y con qué se acompañan.
Lo cierto es que no hay soluciones mágicas ni rápidas cuando de bajar de peso se trata. La actividad física ayuda mucho; el error es creer que porque salimos a correr un poco podemos entregarnos de lleno a las comidas. Como para todo, hay que buscar el equilibrio.
Si hacemos las cosas bien, el círculo virtuoso no demorará en presentarse: pronto vamos a sentirnos más livianos, lo que a su vez se reflejará en la actividad física. Comer nos gusta a todos, pero si estás leyendo esto quiere decir que correr te gusta más.
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