Un nuevo “torbellino” entre el Gobierno y la oposición desató el asalto, ocurrido este domingo 22 de diciembre, en el Batallón 513 de selva Mariano Montilla, ubicado en el sector Luepa del municipio Gran Sabana, estado Bolívar, donde perdió la vida un efectivo militar.
Este lunes, las acusaciones de parte y parte estuvieron a la orden del día. Por un lado, el Gobierno nacional en voz del ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, responsabilizó a diputados a la Asamblea Nacional (AN), representantes del partido Voluntad Popular y a militares venezolanos “desertores” que han huido a Colombia y EE UU de lo sucedido.
En su exposición, ante el país a través del canal del Estado, afirmó lo que buscaban los del ataque “en complicidad con el gobierno de Iván Duque”, era crear un “falso positivo”, pues los criminales robaron 20 fusiles de alta potencia y nueve lanzacohetes RPG.
Según, el ministro Rodríguez, los fusiles y lanzacohetes robados en la unidad militar estaban destinados a derribar helicópteros o aviones en territorio colombiano y decir que fueron usados por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), es decir, “montar un falso positivo para una causa de guerra para que Estados Unidos pueda intervenir militarmente en Venezuela”.
Afirmó que Juan Guaidó, presidente de la AN, el dirigente Leopoldo López y los diputados Gilber Caro, Fernando Orozco e Ismael León, todos dirigentes de VP, en complicidad con los gobiernos de Colombia, Ecuador, Perú y Brasil estaban involucrados en el Plan Navidad Sangrienta.
Dijo que pretendían desarrollar un plan denominado “Navidad Sangrienta”.
Añadió que supuestamente “se planea una operación donde un grupo de desertores en Cali amparados por el gobierno colombiano de Iván Duque que se dirigen hacia Perú, para planificar la logística para asaltar las unidades militares en Venezuela”.
Según Rodríguez, la “operación” pasaría por “Paracaima, zona fronteriza entre Brasil y Venezuela, para actuar contra la unidad militar en nuestro país”.
Por el lado de la oposición, la AN rechazó los señalamientos hechos por el Gobierno en un comunicado.
“No es coincidencia que pretendan incriminar al diputado Ismael León, quien al igual que Gilber Caro, son suplentes de José Guerra y Rafael Guzmán, también perseguidos por el régimen. Con esta nueva olla contra el legítimo Parlamento lo que buscan es seguir eliminando votos favorables a la reelección de Juan Guaidó para la presidencia de la AN”, aseguró el Parlamento venezolano en el texto.
“Reiteramos nuestra alerta al país y al mundo: el régimen de Nicolás Maduro ha incrementado la persecución contra los legítimos diputados a la Asamblea Nacional tras el evidente fracaso de la Operación Alacrán y ahora pretende quebrar la conciencia y la moral del Parlamento”, subraya el comunicado.
El documento reconfirma que “nada podrá detener esta lucha por la libertad” y reitera que Juan Guaidó será releecto como presidente para el quinto año de este período legislativo del Parlamento.
Brasil, uno de los países involucrados en la operación “Navidad Sangrienta” como la calificó el Ejecutivo venezolano, negó este lunes “cualquier participación” en el asalto del domingo a un destacamento militar en el sur de Venezuela.
“Brasil niega cualquier participación en el episodio”, respondió la cancillería, sin dar más detalles.
Fue a través de las redes sociales que se dio a conocer este hecho que ocurrido en horas de la madrugada.
Un grupo de indígenas pemones armados, presuntamente liderado por un oficial desertor del Ejército, tomó las instalaciones del Batallón 513 Mariano Montilla, ubicado eb la Gran Sabana, informó el diario El Nacional.
Román Camacho, periodista especializado en la fuente de sucesos, dio detalles sobre la situación en su cuenta en Twitter.
Ricardo Delgado, exalcalde de Gran Sabana, señaló que oficiales tomaron como rehén al comandante del batallón. Luego se dirigieron a Santa Elena de Uairén para tomar el 5102 Escuadrón de Caballería Motorizado, conocido como Fuerte Escamoto.
Camacho también precisó que, de acuerdo con la información policial, en la incursión sustrajeron 112 fusiles Ak103 y municiones. Salieron en una camioneta Hilux y un camión Ford 350.
Luego asaltaron el puesto de la Policía de Bolívar, en San Francisco de Yuruaní, donde se llevaron 9 pistolas 9 milímetros y 5 escopetas, agregó Camacho. En la vía, el grupo se encontró con un punto de control militar en donde se originó un enfrentamiento y huyeron hacia las trochas.
Posteriormente, en una de las trochas, funcionarios de la D623 se enfrentaron con el grupo que asaltó el destacamento. Darwin Malaguera Ruiz, exmiembro de la Guardia Nacional Bolivariana, resultó herido y lo detuvieron.
En forma extraoficial se informó que un soldado murió en el enfrentamiento.
Se recuperaron 82 fusiles Ak103, 60 granadas y 6 cajas de municiones 7.76 dentro del camión Ford 350. Camacho informó que continúa el operativo para recuperar el resto de las armas y detener al resto del grupo que tomó por asalto el destacamento.
El exalcalde de Gran Sabana afirmó que los funcionarios del Batallón 513 Mariano Montilla tenían el apoyo de 30 indígenas reservistas del Ejército.
Luego, el ministro para la Defensa, Vladimir Padrino López, confirmó la muerte de un soldado del Ejército.
En su cuenta de Twitter informó que: “En la madrugada de hoy (domingo), fue asaltada una unidad militar al sur del país, por sectores extremistas de la oposición, siendo sustraídas un lote de armas de dicha unidad”.
“De este ataque terrorista resultó fallecido un efectivo de tropa del Ejército”, añadió el ministro, sin detallar dónde ocurrieron los hechos.
fueron recuperadas.
Padrino apuntó que, tras el asalto, varias unidades militares y policiales de la zona iniciaron la persecución de los atacantes, lográndose la recuperación de las armas, que no cuantificó.
Se espera que en las próximas horas, el Ministerio Público anuncie sus actuaciones y ofrezca más detalles de este hecho que nuevamente abre un compás de señalamientos entre los factores políticos del país.
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