Con el año nuevo llega la época más gélida del año, te enseñamos a aprovechar el gasto de calefacción al máximo sin necesidad de acudir a un profesional
El color negro puede ser el mejor aliado a la hora de mantener caliente un salón. |
Al terminar la Navidad, el invierno muestra su cara más dura. Descienden los termómetros bajo cero y se dispara el consumo de calefacción, alcanzando una media de 322 euros al mes en los hogares españoles, según un estudio de la empresa de trámites técnicos Certicalia. Ahorrar en el gasto energético y aumentar su eficiencia es uno de los buenos propósitos con los que comenzamos el año, pero no siempre lo llevamos a cabo por las posibles reformas que lo complican.
Marta Casas, fundadora del estudio Mimouca Barcelona, señala la emergencia de actuar sobre techos y paredes para crear una cámara de rotura térmica que aísle la vivienda, y apostar por un sistema de calefacción eficiente como las paredes radiantes. "También es muy recomendable actuar sobre los cerramientos exteriores, reparando las gomas de juntas y, si es posible, cambiar el cristal de las ventanas por uno de climalit".
Pero no todo es cuestión de reformas. Si por falta de tiempo o presupuesto no podemos optimizar el aislamiento térmico de la fachada o reforzar las paredes, existe una serie de gestos que mejorarán el aislamiento en casa sin recurrir a una costosa obra. "Cuando no posible realizar una intervención profunda", apunta Casas, "podemos optar por elementos decorativos como murales de madera o tela para revestir y aislar las paredes, instalar moquetas o poner alfombras en el suelo, y colocar cortinas gruesas de lana para que no se escape el calor".
Estas y otras medidas, formulan nuestro decálogo con el que conseguir que el constante intercambio de temperatura se decante a nuestro favor, aumentando el confort mientras desciende el importe de la factura. Además, cuidarás del medioambiente al disminuir el combustible necesario para calentar cada invierno tu hogar.
1. Ventanas y puertas principales siempre selladas
Ejercen de contacto con el exterior y son el elemento clave a la hora de aislar correctamente una casa. Casi un 40 % del calor se escapa por pequeñas rendijas en ventanas y en los cerramientos de las puertas, así como por las grietas y huecos surgidos por el paso del tiempo o por una carpintería de calidad dudosa.
Reparar estos imperfectos y sellar las ventanas es una forma eficaz de aislar nuestro hogar sin recurrir a una gran reforma. "Lo más importante es ajustar los cerramientos de ventanas y las balconeras. Incluso en las fincas antiguas, debemos revisar las grietas que pueda haber en techos y paredes", señala Casas. Los materiales necesarios suelen ser económicos y fáciles de aplicar, por lo que si somos un poco mañosos, no requiere la ayuda la de un profesional.
En primer lugar, tenemos que detectar los puntos donde exista una pérdida del aislamiento térmico y proceder a obstaculizar el paso del aire al interior de la vivienda. Si son de tamaño considerable, se localizan con un simple vistazo. Pero si las grietas no son visibles, podemos recurrir a una vela para detectarlos; cuando la llama se mueva, es posible que exista un agujero por el que pasa la corriente.
A continuación, procederemos al sellado correcto de las ventanas. La silicona aplicable en pistola (como esta de Leroy Merlin por 1,95 euros) es el método más sencillo y eficaz. Solo necesitas aplicar un cordón en la unión del cerco con la pared y otro en la del cerco con el cristal que da al exterior. Lo mismo haremos con la masilla de poliuretano blanco sobre grietas y juntas de alto movimiento.
2. Termostatos y aparatos de aire acondicionado con bomba de calor
Para aislar del frío es fundamental controlar la temperatura de nuestra vivienda, manteniendo un ambiente fresco tanto en verano como en invierno. Este dato es fundamental para reducir el gasto en los radiadores eléctricos, algo que conseguiremos fácilmente con la instalación de un termostato que regule la temperatura entre los 20 y 22 grados centígrados durante el día, y entre 15 y 17 grados por la noche. Con este termostato de Tado podrás disfrutar de un mayor confort mientras ahorras hasta un 31% en gastos de calefacción.
Aprovechar todas las mejoras de eficiencia del aparato de aire acondicionado es también crucial para no perjudicar nuestra salud ni incrementar el coste de energía en el hogar. Una diferencia de temperatura de más de 12ºC entre la calle y el interior de casa no es recomendable. Por ese motivo, se debe mantener una temperatura media de 24 grados en verano y 20 en invierno, si se trata de un clima con inviernos no muy severos.
Este tipo de sistemas de aire acondicionado con bomba de calor permite disfrutar de una temperatura regulada todo el año ya que en invierno tendrás también calefacción. Sin necesidad de cambiar las ventanas o realizar un aislamiento en profundidad, podrás climatizar tu hogar de forma eficiente y reduciendo el consumo, ya que la incorporación de compresores Inverter minimizan el gasto eléctrico considerablemente.
Es el caso del ArtCOOL Gallery de LG, un modelo con un diseño muy arty que te permitirá optimizar la temperatura de tu hogar los 365 días del año de forma responsable, gracias al gas refrigerante R32 que genera un 75% menos de impacto en el calentamiento global. Y, de paso, decorar las paredes de las estancias.
3. Colocar un cojín o burlete en la puerta principal
Esta pieza un poco kitsch de la casa de tus abuelos cumple una función más allá de su mero aporte estético: proteger la vivienda del clima y el ruido exteriores. Las puertas de entrada pueden sufrir un desnivel fruto del desgaste o de una mala reforma, creando diferencias de grosor que se conviertan en una vía de escape para el calor durante el invierno.
Aunque estos cojines de puerta suelen estar ligados a estampados cursis y formas de animales como perros salchicha, también existen otras fórmulas más discretas, como este en color antracita o negro de Eminza, por solo 5,99 euros.
Pero si su calado retro no te convence, puedes recurrir a un sencillo método de aislamiento térmico con los burletes de puertas. Son muy eficaces al impedir que se formen corrientes de aire frío o caliente y que pase el agua y el polvo al interior de la vivienda. No precisan tornillos ni pegamento ya que su fijación es adhesiva, y puedes cortarlos según la longitud que necesites. Disponible en diferentes materiales como espuma madera, aluminio o PVC en Leroy Merlin.
4. Leer ejercita la mente… y te mantiene caliente
No es una bonita metáfora, sino una realidad. Colocar un gran número de libros y cuadros sobre estantes a modo de librería (o sobre una de madera maciza) no solo dará cuenta de tu bagaje intelectual a las visitas, sino que mitigará los saltos térmicos entre muros y los ruidos de otras estancias al actuar como aislamiento.
Además, será un buen momento para poner en marcha esa librería que siempre habías tenido en mente, colocando tus libros favoritos por secciones y en perfecta armonía. La estantería Danube de Maisons de Monde, en roble macizo y paneles de fibra que aplacarán los molestos sonidos de otros pisos, como crujidos o pasos, es una de las opciones más específicas del mercado, pero aquí tenemos una selección de las estanterías que más nos gustan para todos los bolsillos.
5. Alfombras que aíslan todo el año
Si en su día te dejaste llevar por la efusiva tendencia del momento y pusiste microcemento o azulejos hidráulicos en la superficie de tu vivienda, seguro que te habrás arrepentido en más de una ocasión por la guerra climática que dan cada invierno. Una opción para mantener tus pies a buen recaudo es colocar alfombras que aporten calidez. De hecho, la primera finalidad de este objeto, antes de ser un elemento decorativo, fue siempre la de aislar el suelo de corrientes y filtrados de temperatura.
No solo deberás tener en cuenta su diseño, sino su grosor y densidad, ya que a mayor número de fibras en menor espacio resulta más efectiva (y gustosa). Esto se debe al colchón de aire que se genera entre las mismas fibras, que evitan un contacto directo con el frío –o el calor– que emana de la superficie. Por ello, los bereberes las usan para aislarse de las temperaturas extremas que se suceden en el desierto. Incluso pueden mitigar ruidos y tapar posibles grietas por las que se escape el calor si las usamos a modo de tapiz sobre una pared.
En cuestión de materiales, la lana anudada está considerada como el mejor aislante térmico, ya que es la solución de la naturaleza para proteger al animal y mantener su temperatura corporal constante, aunque el frío externo lo amenace. También te aislará de molestos ruidos, al perderse la onda acústica con mayor facilidad entre su superficie irregular. La alfombra Retrospective de Bo Concept, diseñada por Urd Moll Gundermann en lana 100% con tintado natural, aislará del frío cualquier habitación con mucha elegancia. Su precio, 806,65 euros.
6. Mantén un horario solar
Aprovechar al máximo el calor que aporta la luz del sol es fundamental cuando las noches llegan tan temprano. Te recomendamos establecer un horario marcado por el ritmo natural del sol, que se inicia con una correcta ventilación de cinco minutos a primera hora de la mañana. Así conseguiremos que salga el frío acumulado durante las horas de sueño y se renueve el aire.
A continuación, debemos subir las persianas a su tope y apartar las cortinas para que entre la luz y caliente cada estancia, si el día lo permite. Cuando anochezca, haremos lo contrario para retener el calor durante la ausencia de luz.
7. Las puertas (casi) siempre cerradas
De pequeños nos repitieron en más de una ocasión que apagáramos las lámparas al abandonar una habitación para ahorrar en el consumo eléctrico. Algo que se nos quedó grabado en la mente y que, si lo aplicamos con el mismo fervor al cierre de puertas, conseguiremos también retener el calor.
Primero, se recomienda dejarlas abiertas en el momento más álgido que alcancen los focos de calefacción. De este modo, se repartirá el calor de forma homogénea a lo largo de toda la casa. A continuación, cerraremos las puertas para que no se disipe y se concentre, sobre todo, en las habitaciones principales que mayor uso reciban.
8. Cortinas gruesas: más que un aliado estético
Con el influjo de los estores y las persianas venecianas, las cortinas pasaron a mejor vida en los hogares funcionales, perdiendo de vista un aislamiento natural de gran eficacia. En un formato más grueso capaz de generar pliegues que retengan la luz solar, las cortinas permiten aislar ventanas y mantener en calor en casa por mucho más tiempo. Actúan como un muro que impide que se escape el calor por las rendijas que se forman en torno a los marcos de las ventanas.
Además, son una vía para canalizar nuestra creatividad a la hora de decorar una estancia. Si las escoges en tonos oscuros como esta de Zara Home, en suave algodón, atraparán la luz en un interesante juego de tonos tierra. Su precio, 29,99 euros.
9. Revisar los cajetines de las persianas y los radiadores
Marta Casas destaca la importancia que supone comprobar el sellado de las cajas en las persianas. El motivo no es otro que evitar que el calor se escape por posibles hendiduras no solo creadas sobre el marco de una ventana, sino también sobre esta pieza en una fachada.
Recordemos que las persianas actúan como doble aislante para retener tanto el calor interior como el que nos proporcione el sol. Para mantener intacta su eficacia debemos revisarlas antes de que comience el invierno para evitar pequeñas fugas por las que se disipe el calor.
Asimismo, podemos maximizar el uso de los radiadores colocando paneles reflectantes, ya que permiten que el calor rebote hacia la estancia y así evitar que se difunda por la pared. Además, según la OCU, conseguirás un ahorro de energía de entre un 10% y un 20% y cinco láminas, que son suficientes para cinco radiadores estándar, cuestan unos 40 euros, incluyendo la cinta adhesiva, en cualquier tienda de bricolaje. Una pega: esto solo es eficaz con los radiadores que transmiten la energía por radiación.
10. Todo al negro
Decorar con tonos oscuros no solo implica seguir una de las tendencias clave del nuevo interiorismo –si lo acompañas de materiales industriales o maderas macizas–, sino beneficiarse de una simple regla física: los colores blancos reflectan la luz de sol mientras que los pardos la absorben.
Aplícalos sobre muebles y tejidos voluminosos como alfombras, cortinas, fundas de sofás o incluso la pintura para crear un apacible efecto invernadero en tu salón. La funda Nockeby para sofá de tres plazas de Ikea se puede cambiar y lavar fácilmente, lo que supone que puedes cambiar de tonalidades del verano al invierno con solo sustituir las fundas. Su precio, 249 euros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario