lunes, 10 de febrero de 2020

El clan Douglas: drogas, infidelidades y un accidente de helicóptero

Tras una infancia miserable, Kirk Douglas construyó su gran familia americana. Aunque no ha estado exenta de escándalos: su hijo pequeño Eric murió de sobredosis y su nieto Cameron pasó años en la cárcel por consumo y tráfico
La última foto de la familia Douglas el pasado verano, en la casa de Beverly Hills de Michael y Katherine Z. Jones. EL MUNDO
De padre alcohólico y chatarrero, Kirk Douglas creció en una familia de seis hermanas en el barrio más pobre de Amsterdam (Nueva York). De niño, repartía periódicos para comprar leche y pan. Hasta Lauren Bacall (antes de ser Lauren Bacall) le regaló el viejo abrigo de su tío para que no pasara frío. La de Kirk Douglas -el nombre legal que adoptó al entrar en los Marines- supera cualquier historia del sueño americano. Incluso sobrevivió a un accidente de helicóptero.
En el colegio, el pequeño Issur Danielovich (o Izzy Demsky) ya quería ser actor:interpretó a un zapatero en una obra escolar con un delantal negro que le cosió su madre. Su padre le regaló un helado en forma de cono: hablaba de él como su primer Oscar. Para un niño que se crio en la miseria en una familia de inmigrantes judíos (huyeron de la actual Bielorusia) aquel cucurucho era un lujo insólito.
Antes de ganarse el sueldo como actor, Kirk Douglas tuvo más de 40 trabajos, de luchador de wrestling a jardinero. Mientras conseguía pequeños papeles en radio y teatro, conoció a otra joven actriz, Diana Dill, su primera esposa y la madre de su primogénito, Michael Douglas. Con Diana se casó a los 27 años y tuvo dos hijos, Michael y Joel, que se haría productor. Se divorciaron tras ocho años de matrimonio y más de cinco décadas después, en 2003, actuaron juntos como marido y mujer en una comedia que pasó sin pena ni gloria, Cosas de familia. Producida por Michael y Joel, también aparecía su nieto Cameron (el hijo mayor de Michael).
Fue en París, mientras rodaba El loco del pelo rojo, cuando conoció al amor de su vida,la productora Anne Buydens. Y se volvió a casar en uno de los matrimonios más longevos de Hollywood (ella supo tolerar sus muchas infidelidades). En sus bodas de oro, renovaron los votos y ella se convirtió al judaísmo. Hace sólo tres años, publicaron un libro como tributo a su amor: Kirk and Anne: Letters of Love, Laughter and a Lifetime in Hollywood (ese mismo año, por cierto, se convertiría en bisabuelo: Cameron tuvo a su hija Lua Izzy con la actriz brasileña Viviane Thibes).
El árbol genealógico de los Douglas es extenso. Con Anne tuvo sus otros dos hijos: Peter (también productor como su hermanastro Joel) y Eric, que intentó abrirse paso como actor, pero no llegó a alcanzar la fama. Durante toda su vida, el pequeño de los Douglas sufrió problemas de adicción a las drogas y una gran inestabilidad emocional. En 2004, cuando tenía 46 años, falleció en su apartamento de Manhattan tras tomar un coctel de alcohol, analgésicos y barbitúricos.
Cada generación de Douglas ha tenido sus problemas con las drogas. Cameron pasó unos años en prisión por posesión de cocaína y heroína, además de tráfico. Ya rehabilitado escribió un libro confesional, Long Way Home, en el que contaba cómo a los 13 empezó a fumar marihuana y toda su odisea con los estupefacientes.
Otro de los momentos más duros en la vida de Kirk Douglas fue su accidente de helicóptero en 1991. En el aeropuerto privado de Santa Paula, al sur de California, el aparato en el que viajaba colisionó con un avión y dejó dos víctimas mortales. Ese accidente en el que vio la muerte de cerca renovó su fe en el judaísmo y ya con 83 años celebró un segundo Bar-Mitzvah.
Pero la última instantánea de la familia Douglas al completo es de felicidad: el pasado verano se reunieron en el jardín de la mansión de Michael y Catherine Z. Jones en Beverly Hills. Una estampa idílica del patriarca rodeado de los suyos.

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