Pablo A. García Escorihuela | Prensa LVBP
Júpiter, Florida.- Miguel Rojas, seguramente habría soñado varías veces con llegar a Grandes Ligas. Pero no sólo su capacidad de trabajo, su madurez y su tenacidad, llevaron al infielder a ser algo más que uno de esos que llegan y pasan al olvido.
En Miami, Rojas se convirtió en el campocorto de todos los días de los Marlins hace dos temporadas, y hoy por hoy, cuando se quita la camiseta de juego, tiene una franela debajo con una C enorme estampada en su pecho. Es capitán.
El mirandino heredó el cargo honorario de otro compatriota, Martín Prado, algo que, comentó en Júpiter, en el campamento primaveral de los peces espada, es una ruta pautada por el ex jugador de los Marlins, retirado en el invierno.
“No es tanto que yo quiera ser un líder, es tratar de influenciar positivamente al grupo, en este proceso de crecimiento de todos”, explicó Rojas. “Martín (Prado) me enseñó mucho sobre liderazgo, y la idea principal es tratar de predicar con el ejemplo. Que los muchachos me vean trabajando, haciendo cosas por y para el equipo, e influenciarlos a seguir por ese camino, cómo Martin lo hizo conmigo”, añadió.
“Pero de él, lo que más aprendí fue sobre la ética de trabajo”, dijo Rojas sobre Prado. “Él siempre trabajó muchísimo para lograr las oportunidades que tuvo. Cada año trabajaba un montón para llegar bien, y tanto dio, qué pasó de ser un pelotero de banco a ser un All Star. Martín, con una carrera de 13 años en el mejor beisbol, te deja una gran lección de perseverancia y sobre que sí se puede llegar a mejorar, a punta de trabajo”, resaltó.
PECES RENOVADOS
La llegada de varios peloteros de experiencia, hacen que el roster de los Marlins sea diferente al del año pasado.
“Estoy bastante emocionado con la mejoría que el grupo dio de un año al otro”, consideró el reserva de Tiburones de La Guaira en Venezuela. “Se nota qué hay un aprendizaje de todos, de dos o tres años más en Grandes Ligas, y es el momento de llegar a esta etapa, para poner toda esa evolución en práctica. La organización va mejorando y el talento se está desarrollando, y eso es parte de todo este proceso”, contó.
A ese talento con un año más de experiencia, la gerencia de Miami lo rodeó con Corey Dickerson (OF), Brandon Kintzler (LD), Francisco Cervelli (C), Matt Joyce (OF) y Yimi Garcia (LD), todos vía agencia libre, mientras que obtuvo, a través de transacciones, al infielder Jonathan Villar y al inicialista Jesús Aguilar.
“Aún es temprano para decir cómo nos vamos a ver en cuanto a ganados y perdidos en la temporada regular, pero sí existe una evolución del equipo”, añadió el infielder, que llegó a Grandes Ligas con los Dodgers de Los Ángeles, en 2014.
La evolución no sólo es para la organización entera. Rojas asume su liderazgo dentro del clubhouse de Miami con naturalidad, como parte de algo que tiene que ocurrir con el andar del tiempo.
“El papel de uno empieza a cambiar. No sólo como pelotero, también como persona”, explicó el parador en corto. “Cambia la exigencia. Ya no vienes a ganarte un puesto, ahora tienes que rendir como titular, tienes que poner más y mejores números, y es una responsabilidad. Ya no se viene para pelear un lugar, se viene a tratar de producir”, matizó, el bateador derecho, que viene de imponer marcas personales en anotadas (52), hits (137), extrabases (35) y promedio (.284).
“La presencia de nuevas caras, como Cervelli, Aguilar, todos nos van a ayudar. Traen nuevos elementos a la mesa para hacernos más competitivos. Por mi parte, pondré agresividad, como siempre, y todo el empeño para tratar de ganar la mayor cantidad de partidos posibles, y tener un mejor año en este 2020”, remató.
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