Hace 319 años se fundó la eterna Ciudad Jardín de Venezuela. Sobran razones para que propios y extraños quieran y añoren a esta tierra de Gracia.
Este es un terruño de encuentros y las majestuosas playas de la parroquia Choroní son testigo de ello.
Maracay, se ubica estratégicamente muy cerca de la Ciudad Capital y más cerca aún de una de las principales ciudades de Venezuela, Valencia, estado Carabobo.
La solidaridad y espiritualidad de su gente cautiva a quienes la visitan y mantiene anclados en esta cálida tierra a millones de personas y adentrados en la realidad país también mantiene nostálgicos a cientos de maracayeros de “cepa” o “corazón” que intentan sembrar raíces en otras latitudes.
Maracay la bordea el impresionante pulmón natural conocido como el Parque Henri Pittier, enclavado en este se encuentran el Parque Las Cocuizas, otras de las razones que la convierten en una ciudad cautivadora.
El Zoológico, el Santuario de la Madre María de San José, la Catedral de Maracay, la Plaza Bolívar más grande de Latinoamérica, el Museo Aeronáutico, el Museo Antropológico, el sendero Hotel Maracay, el Parque El Ejército (Las Ballenas), el Parque Santos Michelena, la Plaza El Indio, las riberas del Lago de Valencia, la Plaza El Ancla. Las redomas de El Toro y San Jacinto, el Teatro de la Opera, la Torre Sindoni, el Ateneo de Maracay, la Maestranza César Girón, el Hotel Jardín y el Museo de Arte Contemporáneo Mario Abreu, son algunas los espacios que hacen de esta una ciudad para querer.
La entrañable Ciudad Jardín, también es emblema por el florecer de los Araguaneyes que arropa el suelo maracayero durante el segundo trimestre del año. Las Avenidas Las Delicias y José Casanova Godoy se convierten en la tierra que alberga está flora que cautiva a todos los que por el lugar y transitan. En fin razones para querer, cuidar y extrañar a Maracay sobran. ¡Feliz Cumpleaños!
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