El control de cambio, una medida prácticamente en desuso en todos los países del mundo, con excepción de esos países comunistas que todavía quedan, como Corea del norte, Vietnam, Cuba y …Venezuela, es una medida de carácter financiero impuesta por este gobierno chavista, para evitar en teoría pero solo en teoría, fuga de divisas, y está en desuso por dos razones. En primer lugar porque además de ser una medida de carácter impositivo que limita la libertad de acción impidiendo hacer con su proprio dinero lo que mejor le convenga, en todos los países en los cuales ha sido aplicada, nunca ha logrado los fines esperados. Imagínese que desde febrero de 1999, fecha en la cual ha tomado posesión de su cargo el difunto Tn. Coronel Chávez, promotor de el control de cambio, han salido del país más de 250 mil millones de dólares, lo cual representa mucho más del doble de los que han salido durante los cuarenta años de democracia.
Estos señores que están mandando – fíjense que he dicho mandando y no gobernando – no acaban de entender que lo que impide la fuga de capital no es un decreto de gobierno, sino la inestabilidad política, es ese connubio anómalo con países gobernados por dictadores como Cuba, es la falta de seguridad jurídica, es la pérdida del poder adquisitivo del signo monetario debido a esa inflación macroscópica y a una devaluación monetaria permanente, es una administración corrupta de los recursos públicos, es debido a la falta de confianza en el futuro…y a eso no se le pone remedio con leyes impositivas!
En segundo lugar, la razón por la cual ese control de cambio está en desuso, estriba en los efectos colaterales que genera su aplicación. En efecto, es fácil comprender que nadie se atrevería a invertir su capital en un país si no tiene la seguridad de poderlo recuperar cuando las condiciones ya no sean favorables o cuando lo considere conveniente. Por consiguiente, en un país donde hay control de cambio no hay inversión de capital extranjero y esto es fatal para su economía! Días pasados leí en un periódico digital de la comunidad europea, que el “presidente” Maduro – permítanme poner la palabra “presidente” entre comillas – hizo marcha atrás permitiendo depósitos en dólares, sin embargo, pregunto, ¿cuál es el venezolano que, suponiendo los tenga, se atreve a depositar dólares en Venezuela? ¿Hasta cuando creemos en pajaritos ”preñados” y permitimos que esos señores sigan abusando de nuestra buena fé?
Desde Italia – Paolo Montanari Tigri
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