Muere el asombroso Little Richard, pionero y espíritu del rock and roll
El pianista y cantante de EEUU formó parte de la primera oleada de músicos de rock and roll a mediados de los años 50 y tuvo una influencia enorme en varias generaciones de músicos
Little Richard dando grititos como un demente. Little Richard aporreando el piano como si quisiera hundir sus teclas por debajo del suelo de los escenarios. Little Richard cantando cochinadas y gruesas insinuaciones sexuales. Little Richard poseído por una especie de sacudida eléctrica que recorriera su cuerpo y que saliera disparada de su enorme sonrisa cada vez que cantaba. "¡Luciiiiiiiiiille!". El asombroso Little Richard dando saltos y brincos.
Ese Little Richard que la naturaleza no ha podido ni podrá repetir ha desaparecido de nuestro mundo: ha muerto este sábado a los 87 años, según ha confirmado el hijo del artista, Danny Penniman, a la revista Rolling Stone. La causa de la muerte aún no se ha comunicado.
Richard Penniman (5 de diciembre de 1932; Macon, Georgia) fue uno de los auténticos pioneros del rock and roll en EEUU, a mediados de los años 50. Logró un fenomenal éxito con varias canciones entre las que destacaron Tutti Frutti, Long Tall Sally, Good Golly Miss Molly y Jenny Jenny, sacudidas aceleradas que definían un nuevo sonido, un rhythm and blues asalvajado con elementos del gospel y de la música de Nueva Orleans.
Pocos músicos han tenido una influencia tan grande con una carrera tan corta. Sus años de gloria se reducen al apogeo del rock and roll, entre 1955 y 1958. Después siguió grabando y sobre todo actuando, por supuesto, y de hecho vivió el resto de su vida de recrear ese maravilloso repertorio para los nostálgicos de aquel sonido que supuso una revolución musical y social en todo el mundo.
Desde 1958 sus canciones fueron desapareciendo de las listas de éxitos, como le sucedió prácticamente a todos los creadores del rock and roll. Sin embargo, sus canciones juguetonas, sus interpretaciones catárticas y su extravagante personaje fueron fuente de inspiración para varias generaciones de músicos, hasta el punto de que sin Little Richard la historia de la música popular habría sido distinta. Los Beatles y los Rolling Stones y el resto de grupos de la oleada británica de los años 60 no habrían hecho la misma música. Elton John tampoco. Prince... La lista es realmente interminable.
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