RUBÉN RUMBOS
Desde que tengo uso de razón sabía que Venezuela era uno de los principales países productores y exportadores de petróleo, y de gasolina del mundo. Fue un hecho notorio que éste país, con seis refinerías dentro de su territorio, producía la mayor cantidad de gasolina en Latinoamérica y casi del planeta; podíamos procesar en un día más de 1.500.000 de barriles de petróleo en gasolina, sin incluir sus derivados.
Según un estudio, Venezuela no ha registrado niveles tan bajos de producción de petróleo desde la década de los ochenta: “Hoy la producción es menos de la mitad del nivel que prevalecía cuando Hugo Chávez llegó al poder, en 1999,cuando alcanzó los 3,5 millones de barriles por día (b/d)”, se afirma.
Siendo la gasolina una mezcla de hidrocarburos alifáticos obtenida del petróleo por destilación fraccionada ¿Cuántos litros de gasolina se obtienen de un barril de petróleo? Para convertir el petróleo en gasolina, este tiene que pasar por el proceso de refinación y el resultado final depende de la calidad del crudo. La industria petrolera calculó un intervalo en el que se estableció que un litro de gasolina requiere entre 2,5 litros de petróleo aproximado.
En tal sentido, cada barril tiene una capacidad de 42 galones, lo que equivaldría a unos 159 litros de petróleo, por lo que de un barril de petróleo salen de cerca 64 litros de gasolina.
Ahora, del barril de petróleo no sale solo gasolina, sale diésel, turbosina, combustóleo. Nunca se pensó que Venezuela viviera esta situación de destrucción en su industria petrolera, la joya de la corona en América… ni siquiera cuando en los años 80 en que RCTV estrenó una mini serie llamada “Se acabó el petróleo”.
Hoy, todas las refinerías del país están destruidas, sumidas en el abandono. Era mas fácil bajar una estrella del cielo que destruir una de las mejores empresas del mundo (PDVSA), que empezó sus operaciones el 1 de enero de 1976 y logró ser una de las más exitosas del mundo y el orgullo de Venezuela.
Ahora el régimen grita que la llegada del buque Fortune de Irán es una victoria popular, pero ¿es realmente esto una victoria popular como lo pretenden dar a entender sus voceros? Pues claro que no. Esto realmente es una confesión del régimen donde se puso en evidencia ante el mundo entero lo que para los venezolanos es, desde hace tiempo, un gran secreto a voces imposible de callar: La devastación total de nuestra industria petrolera, que no pueden negar ni camuflar la degollina realizada con nuestras refinerías y por eso es imposible procesar gasolina y ahora de ser un país exportador de gasolina,pasamos hacer importadores de la misma.
Con estos hechos, el régimen confiesa taxativamente que en socialismo hicieron lo que parecía imposible;aniquilar toda una industria petrolera, sumergir un país en la desgracia y en la miseria y además, utilizan la pandemia del Covid-19, entre otras cosas, para tapar la destrucción de nuestras refinerías, pero con este hecho se pusieron en evidencia. Y hay que decirlo, hay que resaltarlo, hay que señalarlo sin miedo.
Por orden del tirano, muchos alcaldes, de forma sumisa y cual payasos de circo, salieron a vociferar una presunta victoria, mientras en la cara de los venezolanos que le escuchaban, se reflejaba pena ajena, el cansancio y la burla ante los ademanes de estos arlequines que pretendían hacer creer una supuesta victoria.
Asimismo, traicionando nuestros ideales republicanos el régimen permitió que un grupo de colectivos paramilitares izaran la bandera de Irán en El Silencio, Caracas, por la llegada del referido buque.
De esta manera, y a pesar de la fuerte crisis que estamos viviendo, el régimen pretende disfrazar la verdad con un acto de traición a la patria que se puede interpretar claramente como la venta de la nación por unos buques de combustible.
Posterior a la llegada de la gasolina iraní, el régimen envió dos buques venezolanos con petróleo crudo para la refinería Cienfuego en Cuba. Una instalación construida en la década de los 80 que comenzó a funcionar en 1991 de forma intermitente, hasta que en 1995 el régimen cubano tomó la decisión de no operarla más e iniciar un proceso de conservación.
En el primer semestre de 2005, se iniciaron inspecciones técnicas a dicha refinería con el objetivo de determinar el costo capital de la reactivación de la planta en una primera etapa. Requiriéndose 83 millones de dólares, monto que fue aprobado en el 2006 por el gobierno de Hugo Chávez en Venezuela.
El 10 de abril del mismo año se constituyó oficialmente la empresa mixta, con un 51 por ciento de capital para la parte cubana y un 49 para la entidad de Venezuela. Los venezolanos deben saber que se está refinando petróleo venezolano en Cuba y tanto la gasolina y demás derivados lo vende Cuba para su beneficio. Esto lo pretende ocultar el régimen: continúa regalando nuestros recursos, nuestro petróleo mientras los venezolanos mueren de mengua.
Hoy más que nunca, nuestra gente necesita ser informada, recordarle que tuvimos la mejor industria petrolera, que fue ejemplo para el mundo, que fuimos no sólo la Venezuela Saudita, sino que PDVSA fue manejada con excelencia,calificada como la tercera petrolera en el mundo y clasificada como la empresa número 35 entre las 500 más grandes del planeta.
No solo exportábamos gasolina sino que los venezolanos sin necesidad de largas cola elegimos en cual estación de servicio surtirnos. El régimen no tiene hoy cómo explicar el por qué tenemos que depender de Irán para tener unos cuantos litros de gasolina, cuando Venezuela producía más de 95.400.000 litros de gasolina al día.
El barco iraní Fortune que atracó en el puerto venezolano en el estado Carabobo, con 245 millones de litros de gasolina, representa lo que Venezuela producía en 2 días y medio en sus refinerías y que gracias a las nefastas políticas del régimen, hoy no contamos con este insumo y obliga a los venezolanos a sufrir el más terrible delos tormentos para sobrevivir.
Es duro lo que estamos viviendo. Una situación nunca antes experimentada en nuestra historia republicana, una crisis humanitaria compleja que venimos anunciando desde el 2015, pero hoy ya la luz del túnel no solo se ve, sino que el régimen sigue teniendo derrota tras derrota y pronto, muy pronto, saldremos de esta pesadilla, derrocaremos la dictadura y Venezuela volverá a hacer libre y restauraremos la democracia.
Por ello, hoy más que nunca debemos llenarnos de fe y esperanza y a pesar de que puedan ocurrir cualquier otro hecho nefasto no debemos caer en desesperanza: porque allí solo triunfan ellos. Los que no saben construir, solo destruir. Los que se quedaron sin propuestas y sin ideas, y a los que solo les queda la fuerza y el terror.
Al final, lo lograremos. Dios está con nosotros y nadie en contra.
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