Una pareja británica empezó hace 12 semanas un negocio de producción de desinfectante para manos y ahora está a punto de ingresar 30 millones de libras esterlinas (unos 37 millones de dólares estadounidenses), informa The Sun.
En plena crisis sanitaria causada por el coronavirus en el Reino Unido, Andrew y Rachel Montague, propietarios de una empresa de inversión y desarrollo inmobiliario, se dieron cuenta de que había una brecha en el mercado de los productos higiénicos. Por eso, cuando en marzo el propietario de Deeside Distillery se puso en contacto con ellos para decirles que dejaba de destilar ginebra para empezar a producir desinfectante, decidieron unirse a él y dejar su negocio tras 15 años.
La pareja cuenta que querían producir y vender el desinfectante por un precio ético después de ver en el mercado las botellas de medio litro costaban 37 dólares. Ahora, solo tres meses después, fabrican semanalmente casi un millón de litros del producto.
Durante este período la empresa consiguió muchos contactos y ahora entre sus clientes figuran empresas como BP o Aldi, algunas de las cuales han firmado contratos de varios años por un valor total esperado de 37 millones de dólares. La empresa ya ha obtenido más de 3,7 millones de dólares en ingresos reales desde marzo y ha donado productos a organizaciones benéficas del sistema sanitario del Reino Unido.
Andrew y Rachel creen que este éxito se debe a que su producto es completamente británico, desde la fabricación del desinfectante hasta el envase.
La semana que viene la pareja lanzará otro producto, el Smart Stand, un dispensador de desinfectante líquido que incluye un termómetro infrarrojo con una pantalla. Está destinado a instalarse a la entrada de tiendas, bares y restaurantes, y permitirá monitorear la temperatura de los clientes al entrar y al salir.
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