“Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes”. Mateo 5:11-12 (NVI)
Cuando seguimos a Jesús, enfrentaremos problemas. La Biblia dice que eso está garantizado. Serás acosado, perseguido, rechazado y ridiculizado por causa de tu fe.
Pero ese no es el final de la historia. La Biblia también dice que Jesús soportó la tortura de la cruz “por el gozo que le esperaba”.
Tú también debes enfocarte en la recompensa futura si quieres salir de tus problemas temporales.
Imagina la escena al final de la historia. Todo aquel que vivió alguna vez se arrodillará ante Jesucristo. Todos dirán, “Jesús es el Señor” Algunos lo adorarán porque lo han hecho toda su vida. Otros lo adorarán en juicio en su contra porque ellos lo negaron toda su vida.
Cada profesor que te ridiculizó por causa de tu fe un día adorará a Jesús. Cada amigo que intentó convencerte de abandonar tu fe, lo adorará. Cada artista que hizo burla de su nombre lo adorará. Cada político que se opuso un día lo adorará.
La Biblia lo describe de esta manera: “Por eso Dios lo exaltó hasta lo sumo y le otorgó el nombre que está sobre todo nombre, para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodilla en el cielo y en la tierra y debajo de la tierra, y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” Filipenses 2:9-11 (NVI).
Todos, un día se inclinarán ante Jesús.
En ese momento Dios también te recompensará por mantenerte en la verdad a pesar de las amenazas y críticas que enfrentaste por tu fe hoy.
Jesús Dijo: “Dichosos serán ustedes cuando por mi causa la gente los insulte, los persiga y levante contra ustedes toda clase de calumnias. Alégrense y llénense de júbilo, porque les espera una gran recompensa en el cielo. Así también persiguieron a los profetas que los precedieron a ustedes” Mateo 5:11-12 (NVI).
Cuando enfrentes persecución, estás en la misma categoría que Daniel, Isaías, Jeremías y Moisés.
Al igual que esos grandes profetas del pasado, un día tú también experimentarás una eternidad con Dios, lleno de alegría inimaginable. El acoso, la persecución, el rechazo y el ridículo que enfrentaste ahora por el nombre de Jesús, no se comparará con la recompensa de la eternidad con Dios.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuándo el acoso, la persecución, el rechazo o el ridículo te han acercado a Jesús?
- ¿Qué problemas temporales estás afrontando justo ahora, que te están distrayendo —o pueden distraerte— de tu recompensa en el futuro?
- ¿Por qué tener en mente las recompensas del futuro te pueden ayudar a tratar con las dificultades en este mundo?
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