miércoles, 19 de agosto de 2020

Jeff Noon: novelista de culto, inventor de ciudades, de drogas y de estrellas del glam-rock trágicas


Jeff Noon fue un autor de culto en los 90 con su lisérgica saga 'Vurt'. Pero desde 2003 no se publicaba una novela suya en España. Ahora RBA lanza 'El rey perdido' una historia ochentera del underground musical protagonizada por el mito ficticio de Lucas Bell, una estrella del rock entre David Bowie y Kurt Cobain
Jeff Noon.
Jeff Noon.
Sobre su escritorio hay un paquete de cartas. Él mismo las ha creado. Unas 40. No es una baraja de tarot, aunque aparezca algún Hechizo Mágico. Son las cartas del escritor, fichas en blanco que ha transformado en símbolos: Herida, Máscara, Fantasma... Para cada novela diseña nuevas palabras. "Barajo las cartas y las reparto una a una. Sigo lo que dice la primera: es una imagen, una idea en la narrativa. Siempre uso la palabra, me obligo a hacerla encajar", explica Jeff Noon desde Brighton, mientras escucha un podcast de rock progresivo italiano de los años 70.
Después de un largo silencio en España, el escritor de culto de los 90 vuelve. No se publicaba una novela suya desde 2003, a pesar de los fieles fans del universo Vurt y de los elevados precios que alcanzan sus libros, completamente descatalogados. Como si fuese un título metafórico o la carta que representa al propio escritor, Noon regresa con El rey perdido (RBA), un cóctel ochentero de asesinatos musicales, glamrock y un atormentado ídolo inspirado en David Bowie y Kurt Cobain. Aquí las cartas también son fundamentales, como la del Loco a punto de despeñarse por un barranco y que aparece en el cuerpo mutilado del primer cadáver. Tiremos a Jeff Noon sus propias cartas, expliquemos al escritor con seis palabras/metáforas.
Carta 1: La pluma. Aldous Huxley, Frank Herbert o Philip K. Dick inventaron sus propias drogas ficticias: el soma, el melange o la sustancia D. Noon lo hizo en su opera prima, Vurt, que publicó en 1993 (entonces tenía 35 años) y que le valió el Premio Arthur C. Clarke. Las plumas vurt son un potente alucinógeno que abre la puerta a otra dimensión de la conciencia. Lisérgica y alucinada, Vurt es una exquisita novela de ciencia ficción: la búsqueda de Desdémona, la hermana del protagonista, que se queda atrapada en ese universo narcótico y psicodélico tras un mal viaje.
Carta 2: el escritor fantasma. Conseguir un Vurt es difícil. La única traducción al castellano, la edición de Mondadori del 2000 se ha convertido en una rareza: en Amazon sólo hay dos a 160 y 352 euros, mientras que en Iberlibro alcanza los 299. En las bibliotecas públicas tampoco es que haya muchos ejemplares: apenas 35 (y 21 se reparten entre Cataluña, Madrid y Asturias). Esa escasez acentúa el carácter de escritor de culto de Noon. Porque lo mismo sucede con Pollen (Mondadori, 2001), la segunda parte de la saga Vurt (las otras dos piezas ni siquiera llegaron a traducirse). Hasta ahora, sólo había un título más de Noon en español: La aguja en el surco, otro extraño artefacto en el que fusiona música y literatura en una narrativa líquida.
Carta 3: la guitarra eléctrica. A finales de los 70 y principios de los 80, un jovencísimo Noon militó en varios grupos. Era la era post punk en Manchester y él componía letras y tocaba la guitarra. "Ninguna de las bandas duró más que unos pocos conciertos. Salvo Manicured Noise. Nos estrenamos como teloneros de The Fall en un pequeño club en Manchester. ¡Al final del concierto, terminé con solo tres cuerdas en mi guitarra! Todo fue un poco salvaje", recuerda.
Aún compone algunas canciones y cada día toca la guitarra. Y de la música ha hecho literatura. El rey perdido es, en esencia, un thriller musical: el asesinato del líder de un pequeño grupo conduce a un macabro homenaje a la estrella del glamrock Lucas Bell. Cada canción es una pista. "Siempre he vuelto a la música como tema en mis novelas. Ese impulso nunca desaparece", admite Noon.
Carta 4: la máscara o Ziggy Stardust. Lo que hizo Bowie con su alter ego andrógino, lo hace Lucas Bell con El rey perdido: un personaje de sí mismo, una máscara. Salvo que en la novela las implicaciones son mucho más profundas. Para crear esa figura de la estrella de rock maldita, además de Bowie y Cobain, Noon se inspiró en Richie Edwards de la banda Manic Street Preachers. "Era un joven muy atribulado que desapareció dejando su coche aparcado cerca de un puente. Probablemente se suicidó, pero su cuerpo nunca ha sido encontrado. Fue declarado oficialmente muerto hace unos años. Siempre me ha fascinado ese tipo de figura pop trágica, que parece encarnar totalmente las esperanzas y los temores del público. Si mueren jóvenes, ese sentido de identificación trágica aumenta y se intensifica", cuenta Noon.
Carta 5: la Ciudad del Edén. En la novela aparece una ciudad imaginaria con su propia geografía e historia. Allí vivía Lucas Bell, junto a otros colegas del instituto: los inadaptados. "En realidad la idea está tomada de la prehistoria de las bandas U2 y Virgin Prunes, ambas de Dublín. Algunos de sus miembros inventaron una aldea imaginaria para ellos cuando eran adolescentes, antes de que se formaran las bandas. Lo tomé como punto de partida y lo exageré: me interesaba la idea de un lugar imaginado y explorar cómo podría conducir al arte y la música pero, al mismo tiempo, a la locura y al asesinato".
Carta 6: el espejo de Alicia. Aunque ya dedicó su particular versión vurt a la Alicia de Lewis Carroll (Automated Alice), de una manera u otra Jeff Noon cruza el espejo en todos sus libros. Una especie de surrealismo urbano pop. Él mismo lo explica: "La mayor parte de mi trabajo trata sobre la fantasía urbana. Me gusta tomar lo cotidiano y hacerlo un poco extraño. Y luego un poco más extraño y así sucesivamente hasta que, al final, una novela se convierte en surrealismo. El rey perdido es fundamentalmente una novela policíaca, algo nuevo para mí, pero también hay elementos de fantasía ahí"

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