“Los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen el corazón totalmente comprometido con él”. 2 Crónicas 16:9 (NTV)
Cuando Dios te da una misión, puedes estar seguro de que enfrentarás atrasos, dificultades, desvíos y callejones sin salida a lo largo del camino. Son todos parte natural de la vida. Pero puedes estar preparado para ellos.
Por ejemplo, si alguien tuvo razón para estar desalentado, ese fue Noé. ¿Sabes cuánto trabajó en el arca? Le tomó 120 años. ¿Podrías estar 120 años en un proyecto sin una palabra de aliento de parte de nadie?
Noé confió en Dios. Y cuando escuchó las advertencias de Dios sobre el futuro, le creyó, aunque no había la menor señal de una inundación. Estoy seguro de que hubo muchos días en los que Noé no tenía ganas de ir a trabajar, pero por 43.800 días fue al mismo lugar, y trabajó. Nunca renunció.
No renuncies a tus sueños tampoco. No renuncies a tu matrimonio. No renuncies a tu salud. No, no, no renuncies. Dios está en control. No has leído el último capítulo de tu vida. Dios ya lo escribió, pero todavía no lo has leído.
La Biblia dice: “Los ojos del Señor recorren toda la tierra para fortalecer a los que tienen el corazón totalmente comprometido con él” 2 Crónicas 16:9 (NTV). Dios está buscando personas que tengan el corazón totalmente comprometido con Él y su plan para poder bendecirlos.
¿Quieres ser una de esas personas? ¡No renuncies!
Reflexiona sobre esto:
- ¿Qué sueño del “tamaño de Dios” has estado listo para dejar debido a las dificultades y retrasos?
- ¿Cómo has crecido espiritualmente a través de los desvíos y demoras en tu vida?
- ¿De qué forma deseas que Dios te bendiga al comprometerte totalmente con Él?
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