“Por tanto, siga Su Majestad este consejo mío: actúe con rectitud y no peque más; ponga fin a sus maldades y ocúpese de ayudar a los pobres. Tal vez así pueda Su Majestad seguir viviendo en paz y prosperidad”. Daniel 4:27 (DHH)
Muy a menudo cuando la vida está bien, ignoramos las señales de peligro de una caída inminente.
El orgullo nos ciega, al igual que un reflector.
Por eso le digo a las personas que han tenido mucho éxito en la vida, que deben ir a casa, cambiar pañales, cortar su césped, y lavar sus platos. Cuando tienes algo de éxito, asegúrate de mantener tus raíces, para que no ignores las señales de advertencia de una caída.
La vida de Nabucodonosor es una clara imagen de esto. A Dios le importaba lo suficiente este rey pagano para advertirle sobre lo que estaba por venir en su camino, en Daniel 4. El Señor no lo destituyó del poder. Dios le dio un sueño, le trajo a Daniel para interpretar el sueño y Daniel le dijo a Nabucodonosor lo que iba a suceder y como evitarlo. Léelo tú mismo. Es más claro que el agua.
Daniel le dijo al rey, “Por tanto, siga Su Majestad este consejo mío: actúe con rectitud y no peque más; ponga fin a sus maldades y ocúpese de ayudar a los pobres. Tal vez así pueda Su Majestad seguir viviendo en paz y prosperidad” Daniel 4:27 (DHH).
Daniel le dio estos tres pasos: Deje de pecar, actúe con rectitud y ayude a los pobres. Y el éxito lo seguirá.
Pero el rey ignoró el aviso.
¿Será posible que también estés ignorando el aviso?
Puede ser un conflicto en una relación. Estás considerándolo como un problema de la otra persona, pero Dios quiere mostrarte que estás perdiendo el camino en alguna área de tu vida.
Puede ser una tentación con la que estés luchando porque te estás poniendo constantemente en una mala situación.
Tal vez es el caos y la confusión en tu vida. Ambos son señales de que no estás bien conectado con Dios. Estás intentando ir por la vida en tus propias fuerzas.
Y Dios está intentando decirte, a través de estas señales de advertencia: “¡Alto! ¡Deja de pecar! ¡Regresa a mí!”.
Si te estás dirigiendo por el mal camino, Dios te advertirá porque te ama tanto que no dejará de advertirte.
Reflexiona sobre esto:
- ¿Cuáles señales de advertencia has visto que las personas ignoran? ¿Cómo los has visto caer después de ignorar las advertencias?
- ¿Cuáles advertencias crees que las personas ignoran más a menudo? ¿Por qué?
- ¿Cómo has ignorado señales de advertencia en el pasado?
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